ALPHA RIFTAN.

ALPHA RIFTAN.

CAPÍTULO 1.

...CAPÍTULO 1....

Aún recuerdo mi vida cuando tenía cinco años, solía pertenecer a una manada que estaba liderada por un gran Alfa, era el Alfa Strong.

Lo recuerdo cómo un gran líder que siempre veía por los integrantes de su manada, el ejército que tenía era uno de los más poderosos de todo el continente de Mersley...

El continente de Mersley es el continente más que pequeño de los tres continentes que existen en un mundo que es dominado por los humanos sus grandes ciudades, sus descubrimientos y uso de la tecnología, mientras que nosotros los hombres lobos vivimos en lugares alejados de ellos, entre los bosques donde nosotros reinamos al igual que otras creaturas de las sombras... los vampiros... gracias a innumerables tratados de paz que se han hecho a lo largo de la historia no tenemos guerras con ellos, aunque siempre se han visto peleas 'menores' que no han llevado a la extinción a todas las manadas existentes.

Nosotros vivimos una vida parecida a la de la ciudad pero somos entrenados desde que nos convertimos en adolecentes y la mayoría de nosotros tenemos nuestra primera transformación y creamos un vínculo con nuestro lobo.

Alfa Strong solía dar recorridos por todo el pueblo vigilando la manada, pero un día simplemente no regresó...

Nuestro Alfa había desaparecido del mapa y mi padre que era el Beta del Alfa intentó mantener a la manada en orden hasta que fué traicionado por el hijo del Alfa, Marcus, quién siempre parecía estar en contra de su padre y se pasaba todas las noches coqueteando y jugando con las mujeres aún después de haber encontrado a su mate.

Después de que mi padre fué traicionado y ejecutado por traición a la manada mi madre fué ejecutada por el mismo crímen y yo que era la única hija de la familia del Beta fuí perdonada pero también condenada a servir a él como el nuevo Alfa de la manada...

"Tú maldita estúpida", Dijo el Alfa Marcus con voz enojada mientras me tiraba una gran cubetada de agua helada. "¿Por qué sigues aquí en lugar de hacer el desayuno?" Yo me levanto de mi cama y me pongo un vestido de mucama. "Lo siento Alfa,parece que me he quedado dormida, no volverá a pasar" El Alfa Marcus me da una bofetada en mi mejilla derecha mientras me mira con esos ojos fríos y amenazantes- de color azúl turquesa. "No me importa si te quedas dormida, he perdonado tu estúpida porque tu padre sirvió a mi padre pero no eres más que una niña que apenas sabe cómo hacer el desayuno" Él tenía razón, yo era una niña que acababa de cumplir seis años y que un par de meses antes estaba viviendo felizmente con su familia. "Ahora ve y prepara algo para desayunar, la Luna tomará su desayuno en su cuarto" Dijo el Alfa mientras salía de mi habitación. "Sí Alfa, como desee" Servir a el Alfa era algo que se estaba haciendo rutinario, de vez en cuando podía ver a la Luna de la manada par darle su comida y después ella desaparecía del palacio. Sí así como se escucha, el Alfa y su luna viven en palacios y así es en todas las manadas. "Mi señora Luna le he traído su desayuno" Murmuraba a la puerta de la Luna antes de entrar a su habitación y como era de costumbre nunca contestaba. "Entonces entraré" Cuando entré toda la habitación estaba hecha un desastre, los muebles de madera estaban rotos y rasguñados, y había plumas de almohada por todas partes pero lo peor era donde la Luna se encontraba acostada.

En una cama de madera que ya se encontraba en el suelo, las hermosas y suaves sábanas de seda estaban rotas y con trabajos podían tapar el cuerpo delgado y lastimado que ahí se encontraban. "¿Se encuentra bien Luna?" Le dije mientras dejaba la bandeja con el desayuno en un mueble a lado de la cama y me hacerca a ella. "¿Quién eres?" Dice mientras toca suavemente mi mejilla y me mira con esos tristes ojos de color violeta "Soy Lilit" Le digo mientras toco su mano. "Es momento de que coma"...

La pobre Luna comía la mitad de lo que yo podía ser capaz de comer en el castillo.

Aún siendo una pequeña niña de seis años tenía que atender al Alfa día y noche, tantas veces como me llamara, para él yo no era más que un simple juguete que podía hacer y deshacer a su gusto.

Pasaron once años y durante ése tiempo las lesiones que tuve pudieron acabar con mi muerte si no fuera porque la conocí, era una voz que me tranquilizaba pero parecía preocupada "¿Estás bien? ¡No te preocupes, yo te ayudaré!" Decía la voz en mi cabeza mientras sentía como mis costillas se regeneran y volvían a la normalidad, el dolor era insoportable, pero algo había cambiado en mi cuerpo. Me encontraba en el cuerpo de un lobo de color blanco que no parecía más grande que un cachorro y mientras yo intentaba comprender lo que había pasado la voz volvió a sonar. "E estado esperando a salir todo éste tiempo" "¿Quien o qué eres" le pregunté confundida. "Soy tu loba, me llamo Saye" "Papá me dijo que mi loba interior aparecería cuando cumpliera los quince años pero aún tengo nueve" "Simplemente no podía dejar que murieras, verte sufrir cada vez hacia que mi corazón no dejara de doler" Decía tristemente mientras veía alrededor de la habitación. "¿Entonces ahora estarás conmigo?" "Si, ahora cuando te encuentres en éste estado yo apareceré para ayudarte a sanar, además siempre estaré a tu lado, así que hablaremos cuando te sientas sola, ya es momento de que regrese o podrían darse cuenta de tu transformación" Se sentía la tristeza en sus palabras, se notaba que le dolía ver el estado en el que me encontraba y eso fué relajante para mí, me sentía querida como no había sentido desde hace mucho tiempo.

Esa fué la primera ver qué la conocí y ahora tengo dieciséis años, sigo estando bajo el control del Alfa quien ahora tiene treinta años pero no es más inteligente que un niño, sin embargo, su fuerza es bastante abrumadora y la única persona que creía en mí y que conocía mi secreto murió un día después de mi cumpleaños y era la Luna Tamara, quién murió en manos de el asqueroso Alfa.

"¿Dónde mierda está Lilit?" Gritaba el Alfa Marcus mi nombre mientras yo le servía su comida y entraba a la sala de banquetes dónde había varias mujeres adulándolo "Aquí estoy Alfa" Le dije mientras le dejaba su comida y sin mirarlo a la cara. "Maldita huérfana ¿porqué tardas tanto" "Lo siento mi señor" Sentí como una copa de oro golpeaba mi cabeza y en cuestión de segundos mi vista se ponía borrosa y la sangre corría de mi cabeza hasta mis mejillas, una vez más tendría que limpiarme antes de que Saye tenga oportunidad para salir y querer morderle en cuello "¡Ya lárgate antes de que quiera enterarte una espada!" "Si Alfa, como usted ordene" Estuve cerca de la puerta de salida cuando un montón de mujeres comenzaron a correr hacia allá y me empujaban con gran fuerza hasta que lograron tirarme, detrás de mí se encontraba el Alfa Marcus intentando salir mientras empujaba a sus mujeres gritando con gran terror "¡Largo! ¡Soy su Alfa y debo escapar primero! ¡Largo malditas perras!" Todos se movían muy rápido, algo realmente malo estaba pasando afuera del palacio y venía justo para acá, sin pensarlo dos veces me convertí en lobo y Saye comenzó a correr rápido por el palacio hasta llegar a la puerta tracera del palacio que conectaba rápidamente con el bosque, llegamos y nos escondimos entre los arbustos '¿Qué rayos estará pasando' "No lo sé Saye, de repente todos estaban corriendo y no quería quedarme a averiguar lo que estaba pasando" '¡Algo se acerca!' Dijo Saye mientras veíamos como un lobo de color café obscuro salía jadeante de la puerta tracera y justo después de él un hombre con un enorme cuerpo tonificado, de un leve color bronceado, cabello negro y ojos de color gris salía con una espada empuñada en contra del alfa Marcus "¡Lo siento~Lo siento! ¡No~No volveré a ésta manada así que de~déjame ir!" Decía el Alfa Marcus mientras se cubría el cuerpo desnudo "¡Nunca debiste equivocarte si no querías que viniera y te cazara como la rata inmunda que eres!" La espada atravesó su corazón y después su cabeza voló por el cielo.

Mi cuerpo temblaba al igual que Saye '¡Corre!' fue el primer pensamiento de Saye y así nuestro cuerpo comenzó a correr por el bosque durante horas hasta quedar exhaustas enfrente de una pequeña cabaña "¿Estás bien?" La voz de una señora mayor entró por mis oídos y tocó mi cuerpo, pero ya no era más un lobo, mi piel estaba fría y rasguñada "Duele" Mi voz sonaba tan agotada que el simple hecho de intentar hablar era un susurro que nunca se escucharía. "No te preocupes, ahora estarás bien" La señora transmitía tranquilidad con cada palabra que salía de su boca, decía otras cosas, al parecer llamaba a un hombre y le decía querido, su esposo debe ser muy buena con ella no como ése asqueroso Alfa.

Segundos después yo caí dormida...

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Comments

Milagros Rodriguez

Milagros Rodriguez

ay Dios!! pobre niña, pero el karma existe y ya le llegó su cobrador

2024-05-05

1

Luisa Esperanza Bautista Angarita

Luisa Esperanza Bautista Angarita

recibió su merecido

2023-05-11

3

Paula Pedrozo

Paula Pedrozo

releyendo por 2da vez 💗💗💗

2023-02-28

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