...CAPÍTULO 2....
Lo último que recuerdo es haber visto como un gran sujeto mataba al Alpha Marcus, podría estar agradecida por eso y festejarlo pero algo me dio miedo. La sed de sangre que tenía ese sujeto era tan mortal que inconscientemente Saye había corrido por el bosque intentando ponernos a salvo, mi cuerpo se encontraba adolorido y sin energía, vimos una pequeña cabaña entre la montaña rodeada de miles de árboles pero no había un camino específico para llegar a ella, como si no quisieran que nadie supiera de ellos. "No creo poder más" Dijo Saye mientras mi cuerpo regresaba a la normalidad y caía al suelo en mi forma humana. Fue un golpe realmente fuerte, pude sentir como mi cuerpo se adormecía y algunas costillas se enterraban en mis pulmones, un dolor agonizante en realidad. Segundos después de haber caído rendida en el suelo pude escuchar la voz de una señora de mayor edad. "¡Cariño! ¡Rápido, ven!" Sonaba muy preocupada, era una voz de una mujer mayor, tan mayor como para ser mi abuela, pero su voz hacía que me sintiera protegida a pesar del dolor. "Duele" Eso salió de mi boca sin pensarlo y en cuestión de segundos cerré los ojos.
Después de 11 años me encontraba soñando, un sueño donde estaba mi padre y mi madre. Mi padre el Beta Erick solía llevarme en su lomo cuando era pequeña y estaba convertido en lobo, su lobo se llamaba Casius, un nombre adecuado para él, sonaba incluso más varonil que el de mi padre "¡Ten cuidado o podrías caerte! La voz de mi padre era suave y amable. "¡Sí!" "Pequeña humana agarra bien mi pelaje no te preocupes" Sin embargo. la voz de Casius sonaba realmente grabe pero no influía miedo cuando me hablaba, además su pelaje era de un tono café claro, se parecía al color del chocolate. "Ten cuidado de no tirarla Casius" Una voz femenina pero seria salía del cuerpo de un lobo de color blanco gris claro. "No seas tan dura con él Dian" La voz la reconozco, era mi madre, Celin, una voz amable y relajante.
Recorríamos el bosque que daba a un lado de nuestra casa, el viento daba a mi rostro y provocaba que mis orejas y mi nariz se pusieran de un tono rojizo. "¿Qué te parece la vista Lilith?" Me preguntaba Casius mientras se detenía en la cima de una pequeña colina y la vista daba directamente al ocaso. "¡Es hermoso!" Mi pequeña yo de cinco años disfrutaba de las puestas del sol, con fascinación las veía y sentía que un nuevo mundo me esperaba si lo seguía podría encontrar un nuevo mundo lleno de cosas nuevas, pero mi sueño que parecía un hermoso recuerdo de mi familia rápidamente se convirtió en una horrorosa pesadilla. Podía ver como mis padres eran ejecutados justo enfrente de mí y un hombre de alma impura me miraba justamente a los ojos, esos ojos de color azul zafiro eran penetrantes y estaban llenos de odio y sed de sangre y poder, sin duda se trataba del Alpha Marcus.
Una auténtica pesadilla que no parecía que tuviera algún final, el maltrato de mi vida se veía reflejado en cada segundo de mi dueño, golpes, sangre, más golpes y ver el abuso a la difunta Luna que veía con frecuencia en mi niñez, sigo lamentando la partida de la Luna Tamara, sufría las dolorosas infidelidades del Alpha, sin embargo no había manera en que yo lo hubiera podido evitar, después de todo no soy más que una pobre chica débil.
La manera en como me sentía, tan inferior y temerosa en mi sueño se vio interrumpido por algo aún más terrorífico, un ser que con su simple presencia haría temblar hasta al más valiente de los guerreros de su manada. Un hombre grande, realmente grande cerca de los dos metros, con un gran cuerpo tonificado, una cintura delgada a comparación de su curpulento cuerpo y ese cabello largo a comparación de otros hombres, tenía sujetada media coleta de manera torpe pero parecía ser parte de sí mismo, ese cabello al igual que sus ojos eran de un color azabache. Ese hombre era tan temible que incluso sabiendo que era un sueño quería huir de ahí. Él atacó con su gran espada al Alpha Marcus tan rápido que ni siquiera yo misma pude observarlo bien, su aura era terrorífica, todo de él reflejaba superioridad y fuerza, nunca en mi vida me había sentido tan amenazada como lo estaba siendo y entonces sonrió. Me vió directamente a los ojos mientras sonreía, un escalofrío pasó desde la punta de los pies hasta mi espalda, mis sentidos me decían que corriera pero mi cuerpo no contestaba y por más que le hablara a Saye ella no contestaba, no, ni siquiera estaba conmigo, estaba completamente sola con esa bestia mirándome como si fuera su próxima presa.
Desperté, mi cuerpo se encontraba temblando y sudoroso, miré asustada a mi alrededor y me dí cuenta que me encontraba en una habitación acogedora, la cama era suave y cómoda, había una gran ventana cubierta por una delgada cortina de color verde agua, la luz que pasaba entre las cortinas era tenue y cálida, escuché la puerta de la habitación abrirse, era la señora mayor. "¿Te encuentras bien pequeña?" Su voz era como un gran tranquilizador. "Gracias por ayudarme señora..." "Llámame abuela Ana" "Abuela Ana ¿En dónde estoy?" "Estás en mi casa por supuesto" Ella sonreía mientras se acercaba a mí y se sentaba a un lado de la cama. "¿Cómo es que hay una casa lejos en el bosque?" Curiosa la miré a los ojos, sus ojos eran de un particular color miel, eran hermosos. "Mi esposo es una amante de la naturaleza, específicamente del bosque, por lo que hemos llevado nuestra vida en el bosque" Ella parecía estar diciendo la verdad, incluso nosotros en la manada solíamos tener nuestras casas lo más cerca de los árboles, pues nos hace sentir como si viviéramos entre los árboles en realidad. "¿Entonces cómo te sientes ahora?" "Mucho mejor, gracias" Agaché mi cabeza, mis mejillas se habían tornado de un color rosado, era la primera vez que alguien se preocupaba por mí desde hace mucho tiempo a demás de la Luna Tamara. "Parece que no tienes fiebre, pero tu cuerpo estuvo sudando mucho mientras dormías, tal vez tuviste una pesadilla" Ella se dió cuenta tan fácilmente. "Tu cuerpo parece estar muy mal herido, anoche no se notaban los moretones pero ahora hasta las costillas se ven fracturadas, no te preocupes, le diré a mi esposo que ponga un poco de leña al fuego para prepararte un baño, ahora sólo descansa y relájate, prepararé un poco de ropa para tí y el desayuno" La abuela Ana se alejaba de mí pero antes de que saliera de la habitación se mi cuerpo se movió y corrí detrás de ella. "¡No se vaya, no me deje por favor!" ¿Qué rayos estoy haciendo corriendo así detrás de ella? La abuela Ana me miró con una sonrisa y me dió un cálido abrazo. "No tienes de qué preocuparte, no iré a ningún lado" Esas palabras cálidas hicieron que las lágrimas comenzaran a recorrer mis mejillas. ¿Hace cuánto que no lloraba y me sentía así?
Había estado viviendo un mes con la abuela y su esposo Ed, era un hombre mayor pero tenía un buen cuerpo, no parecía el de un anciano, incluso la abuela se veía tan joven, incluso parecían una joven pareja de enamoraos cuando estaban juntos, pero cuando no estaba con ella era un hombre serio con aires de superioridad, sus ojos eran de color verde claro. Un par de semanas después de haber llegado con ellos, la abuela me descubrió transformándome en el medio del bosque, al inicio creí que ella se asustaría de mí, nunca nadie había visto como me transformaba, ni quiera la Luna Tamara que ya sabía de la existencia de Saye, pero ella sólo se acercó a mí con una sonrisa en su rostro. "No te preocupes, ahora puedo ver como curabas tus heridas" ´Ella nos entiende Lilith´ Podía escuchar a Saye hablando conmigo a través de nuestro vínculo ´¡No nos tiene miedo!´ Ella sonaba realmente feliz, regresamos a la cabaña donde se encontraba el abuelo Ed y al vernos se acercó a nosotras y nos miró fijamente. "¿Cómo puedes ser tan pequeña?" Esa pregunta me sorprendió, creí que nos diría que nos alejáramos pero sólo se preocupaba por nuestro pequeño tamaño. "No podía alimentarme correctamente en el lugar donde vivía y muchas veces tuve que regenerar mis huesos y órganos mientras Saye se transformaba" "Así que ocupabas la energía de tu loba para ayudar a tu regeneración, normalmente la regeneración de los hombres lobo se da según la fuerza que tienen, su lobo regenera cuando hay una emergencia o el humano es muy débil y al parecer tu loba ha estado ayudándote más de una vez ¿Verdad?" "Sí, desde que tengo memoria Saye me ha ayudado a sobrevivir, pero últimamente hemos estado al borde de la muerte y para ella también es difícil ayudarme" "Está dicho, te ayudaré a crecer" "¿Qué" "Ya lo escuchaste, yo te ayudaré a crecer y fortalecerte para que no tengas que depender de tu loba cada que te encuentres en peligro"
Desde ése momento mi entrenamiento empezó. "Los hombres tienen un cuerpo mas fuerte y resistente que cualquier otro humano, así que nuestro cuerpo tiene una sanación más rápida llegando a sanar una herida como una cortada en segundos" Él era un hombre lobo al igual que yo, pero la abuela no lo era, era una simple humana que había sido la mate del abuelo, así que dejó su manada cuando era joven y desde entonces ellos viven en ésta montaña. "Ahora, si tu cuerpo se encuentra en peligro mortal constantemente y no te encuentras en buenas condiciones tu cuerpo será incapaz de regenerarse naturalmente y la única cosa que podría ayudarte es convirtiéndote en un lobo aunque tu transformación será dolorosa. Lo que haremos será entrenar primero tu cuerpo" Día tras día mi entrenamiento se basaba en actividad física y combate. El abuelo Ed a pesar de su edad era un gran peleador, muchas veces fue regañado por la abuela por ocupar demasiada fuerza hasta el punto se hacerme escupir sangre, pero ahora mi regeneración se estaba haciendo más rápida y no recurría a Saye.
Así pasó un año y medio y mi cuerpo se encontraba delgado pero en buena forma, ya era capaz de enfrentarme cuerpo a cuerpo contra el abuelo y cuando se trataba de pelear como lobos ya era una gran loba de color blanco con ojos de un color esmeralda, naturalmente ése es mi tono de ojos pero destacaban más por el pelaje de mi loba.
Esa tarde el ocaso era radiante, mi cuerpo se encontraba agotado y estaba segura de que Saye estaba aún más después de pelear con el abuelo pero algo pasó, finalmente lo derroté "Has mejorado mucho Lilith" "Gracias abuelo, todo es gracias a usted" "Ve a cambiarte, la abuela ya debió preparar la cena" "Si" me fuí hasta detrás de la cabaña donde me convertí en humana , me coloqué unos pantaloncillos cortos y una playera. ´Por primera vez derrotamos al abuelo Lilith´ ´Sí, después de tanto tiempo de entrenamiento por fin hemos logrado estar en buena condición, me pregunto que veremos mañana´ Continuamos platicando plácidamente hasta llegar al comedor "¡Abuela ya terminamos" No recibí una respuesta. "¿La abuela no está?" ´La abuela debería estar en la cocina´ ´Tienes razón´ Caminé a la cocina preguntando por ella pero cuando entré ví algo que me erizó el cuerpo. La abuela se encontraba en el suelo y no respondía a mis intentos por despertarla. ´Lilith le avisaré al abuelo´ Saye se vinculó con el lobo del abuelo y le dijo sobre la situación e la abuela, él llegó rápidamente a la cacina y al verla parecía horrorizado. "¿Qué le pasará a la abuela ahora? Ella despertará ¿Verdad, verdad? ¡Ella tiene que despertar!" "Ahora lo único que podemos hacer es ir a un pueblo cercano y llevarla a un hospital" "Pero no hay pueblos humanos por aquí" "Tú viniste de una manada ¿Verdad?" "Sí, pero no sé que ha pasado con mi manada en todo este tiempo" "Ahora lo sabremos, tenemos que ir ahí ahora"
El simple hecho de pensar en regresar a mi manada me daba miedo, no podía imaginar el caos que habría después de que el anterior Alfa fué asesinado, pero ahora me daba más miedo y terror el pensar en que podría perder a la abuela, rápidamente me subí arriba del abuelo que se había convertido en lobo y sostuve a la abuela todo el camino hasta llegar a la entrada de la manada. Ahí se encontraban dos hombre adultos que custodiaban la entrada y nos detuvieron al intentar entrar. "¡Alto! ¿Quiénes son ustedes?" "Soy Lilith Rosher, hija del difunto Beta Erick" Mi voz salió un poco tímida y decidida a la vez, nunca había dicho a nadie que yo seguía con vida después de la ejecución de mis padres. "¿Enserio eres la hija del Beta Erick?" Por alguna razón ellos parecían sorprendidos. "¿Cómo puedes seguir viva? Todos supusieron que la hija de Erick murió junto con su madre" "Estuve trabajando como esclava en el palacio del Alfa Marcus hasta hace año y medio, pero eso no importa ahora, mi abuela está enferma, ella es una humana" Ellos hicieron una mueca, pero nos dejaron continuar pero no sin decirme algo antes de partir. "El Alfa Marcus está muerto, ahora el Alfa Riftan está a cargo, tengo que informar tu llegada a la manada al Alfa" Yo simplemente asentí con mi cabeza y continué con mi camino hacia el hospital. ´¿El hombre de aquella vez será el nuevo Alfa?´ La voz de Saye sonaba preocupada. ´No lo sé pero ahora lo más importante es la abuela´ ´Sí´ ¨Lo demás lo sabremos mañana´.
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Updated 34 Episodes
Comments
Irma Ruelas
😍🐺🤔🫣😍😍😍
2023-10-18
0
Lucia Rosalba Garcia Mercado
que no se muera la abuela porfis
2022-07-05
1
Liz Alvarez
k bueno k se topó con gente buena la pobrecita ya abia sufrido mucho
2022-06-12
2