CAPÍTULO 4.

...CAPÍTULO 4....

...ENTRENAMIENTO Y MÁS ENTRENAMIENTO....

El despertador sonó, lo podía escuchar tan fuete que podría jurar que lo tenía en mi oído. '¿Ya es hora?' Saye igual que todas las mañanas tan enérgica. 'Cállate, quiero seguir durmiendo' 'No podemos o el Alfa Riftan se enojará con nosotras' En ése momento lo pude escuchar. 'Más te vale que hoy no vengas tarde al entrenamiento Lilith, no querrás verme enojado' Él había creado un vínculo para hablar específicamente conmigo, eran las seis de la mañana y él ya estaba despierto para hacer su trabajo como Alfa. '¿Entendiste?' 'Si Alfa' 'No me llamo Alfa' Su voz sonaba molesta. 'S~Sí, Alfa Riftan' Mi voz siempre titubeaba cuando cruzaba palabra con él. 'Bien hecho, pequeña' Su voz sonaba satisfecha.

Me levanté de la cama y tomé un baño caliente. '¿Crees que la abuela nos haya preparado algo para desayunar?' 'No lo sé, ayer llegó del hospital así que debería estar descansando' Al salir me puse unos pantaloncillos deportivos de un color obscuro, un sujetador negro, una camisa de tirantes holgada de color blanco y una sudadera obscura.

Caminé para verme al espejo que se encontraba a un lado de mi tocador. 'Será mejor que amarres tu cabello o tendremos problemas en el entrenamiento' 'Sigue sin secarse y está demasiado largo' Mi cabello llegaba hasta mi cadera, por lo que podía llegar a ser incomodo cuando entrenaba. Sequé mi cabello con una toalla y después de alisarlo lo sujeté en un rodete ligeramente flojo. '¿Así está mejor no?' 'Si, siempre pareces una niña tierna con un cuerpo débil, si los demás supieran que realmente tienes un cuerpo moderadamente tonificado y que no es tan plano quedarían completamente sorprendidos' Las palabras de Saye se encajaban en mí, pero tenía razón, mi altura no es la mejor y aunque mi cuerpo tiene curvas en donde deberían estar, no era el más voluptuoso. 'Vámonos ya o se hará tarde' Iba a comenzar a caminar cuando observo el reloj. '¿Las seis cincuenta?' '¡Será mejor que corras!' Saye me dijo que corriera, pero lo habría hecho aunque no me lo hubiera dicho. Bajé rápidamente por las escaleras para terminar saliendo de la casa mientras me despedía.

Mientras corría a la casa de la manda podía observar como algunos carros se dirigían al mismo lugar con chicos y chicas dentro, un auto en particular llamó mi atención, parecía nuevo y elegante, la persona que estaba arriba de él era una mujer de cabello rojo, y unos ojos de de color miel, su rostro era muy bien definido y tenía puesto un sujetador deportivo de color morado. El auto pasó rápidamente pero pude observar su sonrisa arrogante en cuanto me vio, eso me molestó demasiado y aumenté la velocidad hasta llegar a la par del auto, incluso lo arrebasé.

Llegué a el entrenamiento dos minutos antes de que comenzara y ahí ya se encontraba el Alfa Riftan. 'Parece que se te estaba haciendo tarde niña' Su voz sonó en mi cabeza, era un vínculo. ´'Corrí lo más rápido para llegar a tiempo' Mi voz no titubeó y le dije con seguridad. 'Debes estar aquí media hora antes antes de que empiece el entrenamiento de ahora en adelante' '¿Qué? ¿Por qué?' No podía creer que quisiera que esté aquí antes que todos los demás. 'No es necesario que te diga, sólo debes hacer caso a lo que te diga cada vez que lo haga ¿Entendido?' Sonaba molesto y serio, esa parte de él era la que hacía que mi cuerpo temblara y sintiera como pasaba una corriente erizando mi piel. 'E~Está bien' 'Bien dicho, pequeña' Su voz volví a sonar satisfecha pero ahora había algo más en ella, algo que me hacía sentir nerviosa y avergonzada. El entrenamiento parecía que iba a iniciar, todos se comenzaron a formar en filas de diez personas, éramos un total de veintinueve personas, tanto mujeres como hombres, pero no podía ver a la mujer de antes. "Empezaremos por el calentamiento y después con~" Una mujer se puso a lado mío, era la mujer de cabello rojo y le llegaba arriba del hombro, tenía un cuerpo curvilíneo y se notaba que no era muy fuerte, el Alfa al verla hizo una mueca y dijo molesto. "No creo que mi advertencia sobre llegar tarde te haya hecho algún efecto Margaret" Así que así se llamaba. "Lo siento mucho alfa, hice todo por llegar a tiempo pero vi algo extraño mientras iba en mi auto y casi tuve una accidente" Mentira, ella nunca estuvo a punto de tener una accidente a pesar de lo mal que conducía.

El Alfa dejó salir un gran suspiro y llevó uno de sus dedos a su entrecejo. "Sabes que tu padre es uno de los que ayudaron a la reconstrucción de la manada así que deberías dar el ejemplo" "Si, sí, prometo llegar a tiempo la próxima vez" Ella le hablaba con tanta naturalidad y a él parecía no importarle mucho.

Hizo que nos pusiéramos en parejas con nuestro compañero de a lado y por obra del destino mi compañera fue Margaret, ella me veía con aires de superioridad y arrogancia. "Pero si es la niña salvaje de antes" Su voz era aguda y molesta. "No se de que hablas" Ella hizo una mueca de disgusto y me miró con el ceño fruncido. "Caerás maldita mocosa" Se puso en forma de combate y comenzó a dar pequeños brincos. 'Se ve demasiado confiada' 'Lo sé, pero no se ve que tenga un buen físico' 'Pero es más alta que nosotras, puede que tenga ventaja en golpes bajos' Si Saye tiene razón pueda que me vea en un problema con los golpes bajos, por lo que golpear y alejarme sería la mejor opción. "Comiencen" Esa fue la señal de Alfa Riftan par dar inicio al enfrentamiento. Pude observan como Margaret se lanzó hacia mí intentando darme un golpe en mi mejilla. 'Sus movimientos son lentos' 'Esperamos mucho de ella' 'Acabemos con esto y regresemos a casa temprano. ¿Te parece Saye?' 'Si' Después de lanzar su primer movimiento ella se encontraba en el suelo. "Demasiado lenta" Las personas a mi al rededor me miraban sorprendidos y murmuraban a lo lejos. '¿Acaso hiciste algo que no debías Lilith?' 'Ni yo lo sé Saye' El Alfa se acercó a mí y me miró fijamente. "¿Dónde aprendiste a moverte así?" Su voz sonaba fría e intimidante. ""Mi~Mi abuelo me enseñó cu~cuando vivíamos en el bo~bosque" Mi cuerpo se paralizaba cuando él me hablaba de una forma tan intimidante. "Ve al campo de entrenamiento cerca del bosque, te veré ahí en un momento" Esa mirada, sus ojos son endemoniadamente penetrantes. "S~Si" Comencé a caminar mientras Alfa Riftan acomodaba a los demás y volvían a sus duelos, pude observar a lo lejos como revisaba a Margaret. 'Ella lucía como si pudiera darnos una verdadera pelea' 'Lo sé, pero ahora nos estamos dirigiendo a otro campo de entrenamiento' '¿Crees que nos dará una paliza por noquear a esa mujer?' 'Saye no digas eso, sería casi un suicidio pelear contra el Alfa' 'Yo solo decía' Legamos al campo de entrenamiento y a diferencia del anterior éste no estaba limitado por cuatro paredes, era al aire libre y las personas que se encontraban entrenando eran varias veces más grandes que las anteriores personas, temían varias marcas de mordidas y grandes cicatrices por sus brazos y dorsos que se encontraban al descubierto. '¿Soy yo o estos hombres son los guerreros del Alfa?' La voz de Saye sonaba sorprendida y no la culpo, nunca había visto a hombres tan tonificados y con tantas cicatrices en toda mi vida. "De ahora en adelante entrenarás con ellos" El Alfa Riftan había llegado por detrás de mi y veía como los hombres peleaban entre ellos. "¿No son muy fuertes para mí?" "Te emparejaré con el más novato de mi escuadrón, así que inténtalo" Asentí. El Alfa me emparejó con un hombre mucho más alto que yo, pero no era tan alto como él. "Él es Karl, es parte de mi escuadrón de investigación, por lo que no necesariamente es fuerte, es bueno para ti" Su piel era de un tono caramelo, sus cabello era tan oscuro que no encontraría la diferencia si se encuentra bajo la noche, pero sus ojos eran exóticamente claros, de un tono plata. "No se preocupe señor, no seré muy agresivo con ella" Su voz era ligeramente gruesa y sonaba tranquila pero... Lo que dijo me molestó en realidad. '¿Piensas lo mismo que yo Saye?' 'Sí, ése maldito va a sufrir" Saye sonaba tan emocionada como yo, el hecho de que Karl sería suave con nosotras me hacía enfurecer, no hay nada peor para mí que me subestimen. Me puse en posición de combate rápidamente. "Inicien" Tan pronto como el Alfa habló, Karl se abalanzó hacia mí e intentó golpearme.

Su golpe iba directamente a mi diafragma, estaba intentando sacarme el aire y terminar de esa manera, pero lo bloquee tan rápido y fuerte como pude que sólo podía sentir como mis brazos querían romperse. "Eres resistente niña" Su molesta voz hizo que mi sangre hirviera por todo mi cuerpo, "No sabes cuán buena soy" "Espero verlo" Nos separamos y empezó un combate, él era increíblemente rápido, por algo pertenecía al escuadrón de investigación, ellos eran reconocidos por escapar con rapidez, 'Es momento de que dejes de jugar o te cansarás Lilith' 'No lo puedo evitar, es un poco más rápido que el abuelo pero no es gran cosa, sigo creyendo que está conteniéndose' '¿Qué planeas hacer entonces?' 'Quiero que llegue a su límite' '¿Cómo harás eso?' 'Demostrándole que no soy tan débil'. Comencé a subir la velocidad de mis ataques presionándolo para que ataque de verdad. 'Mocosa, no quería ir enserio contigo, pero no me dejas de otra' Un enlace. 'Sí' Era más rápido de lo que era antes, los movimientos Karl eran difíciles de ver, pero cuando quería conectar un golpe ponía más fuerza que velocidad, ahí es mi oportunidad. Un golpe iba directo a mi rosto. '¡Ahí!' Esquivé el golpe por debajo de su brazo, después varios golpes fueron conectados a su abdomen, no eran muy fuertes, pero varios al mismo podrían hacerle el suficiente daño como para dejarlo sin aliento y adolorido. 'Es ahora o nada' Mi último golpe fue una pata directo a su rostro dejándolo inconsciente. "Felicidades pequeña Lilith" "¿Qué?" "Haz ganado, has derrotado a uno de mis hombres más fuertes" Se acercó a mí y parecía realmente feliz y satisfecho. "Es una gran sorpresa que una simple niña pudiera derrotarlo, de ahora en adelante tu entrenamiento con Luka" "¿Disculpe?" Debería estar realmente loco para querer que yo entrenara con él, después de todo no me atrevería a desafiar al Beta del Alfa. "De ahora en adelante deberás entrenar Luka en el campo principal, debo entrenar a los demás así que también voy a estar ahí" "Alfa Riftan ¿No sería mejor entrenar con alguien igual a Karl?" El Alfa hizo un gesto de inconformidad y duda. "Yo~Yo considero que mis habilidades no son lo suficientemente buenas como para en~enfrentarme al Beta Luka" Luka era casi tan bueno como el Alfa Riftan, podía verlo entrenando y sin duda era una bestia, sus golpes eran rápidos y con fuerza, era realmente rápido que mis ojos apenas podían ver sus movimientos. "Entonces será con Margaret hasta que Karl regrese de su misión, pero te lo advierto, no debes hacerle daño de nuevo" Su voz se volvió amenazante y rígida cuando mencionó a Margaret. ¿Será que ella es la novia de Alfa Riftan? De cualquier forma no quiero meterme en un problema por dañar a la próxima Luna, no queda de otra que ser suave con ella. "Entendido Alfa" "Puedes retirarte por hoy, hay vigilancia de nueve a diiez, no llegues tarde, tu grupo será asignado en cuanto te presentes. "Si Alfa, me retiro" "Ya te había dicho cómo me llamo" Su voz amenazante de nuevo. "Me retiro, Alfa Riftan" Me fui del campo de entrenamiento y me dirigí a la enfermería.

Sin duda la casa de la manada era enorme, pero ahora tenía más habitaciones que que tenían un propósito, vi una mujer que caminaba por los pasillos, alta y con un cuerpo curvilíneo. "Disculpa ¿Dónde se encuentra la sala de enfermería?" La mujer me miró y tenía unos ojos de color azabache y un rostro con rasgos finos y delicados. "¡Oh! no te había visto antes por aquí. ¿Eres la chica que regresó a la manada?" "¿Qué?" "La enfermería se encuentra al final del pasillo primera puerta a la derecha" "Gracias" Me alejé de la mujer yendo a la enfermería. 'Esa mujer era un poco extraña' 'Lo sé ¿Cómo sabía ella que era de ésta manada y que había regresado?' 'No lo sé Lilith, puede que el Alfa le hubiera dicho algo' 'El Alfa no se ve como los que les contaría a todos sobre lo que pasa en la manada, parece ser de las personas que le gusta arreglar las cosas por sí mismo' 'Tienes razón, pero ¿No te recuerda a alguien?' '¿A qué te refieres?' 'Tiene cierto parecido a el Alfa Riftan' 'Lo dices por el color de ojos me imagino' 'Sí, son muy parecidos' 'Pero no son las únicas personas que tienen así el color de ojos, mejor apresuremonos' Caminé por los pasillos hasta llegar a la enfermería y ahí se encontraba Karl sin playera r intentando ponerse una venda en el abdomen. "Sólo terminarás lastimándote si continúas haciéndolo así" Me acerqué a él, parecía un poco sorprendido pero ante su mirada de indiferencia no sabría decirlo en realidad. "¿Hay algún problema en cómo lo hago?" Sujeté la venda que cubría su abdomen y comencé a quitársela. "Si la colocas del lado incorrecto será complicado ponértela, además debiste colocarte ungüento antes de ponértela" Mientras quitaba la venda de su cuerpo pude ver los músculos tonificados de su abdomen.

Este hombre era una gran obra maestra de esfuerzo y ejercicio. "No es necesario el ungüento, después de todo nuestro cuerpo se regenera más rápido que el de los humanos" "Aún así lo necesita, el dolor se quedará un rato en lo que te recuperas y como eres parte del grupo de investigación tienes que estar completamente sano para ir a tu misión, así que te pondré algo y la venda" "Está bien" su voz sonaba sería y continuaba observando fuera de la ventana. "Ya está listo, así como te ves deberías estar mejor al anochecer" Él simplemente asintió con su cabeza mientras me miraba fijamente. "¿Necesitas otra cosa?" "No" "Entonces será mejor que me vaya" Me dí la vuelta pero sentí su mano sujetando mi muñeca evitando que me fuera. "¿Por qué veniste a la enfermería? No te lastimé tan gravemente" Lo miré y sonreí. "Ya sabía que te estabas conteniendo" Él no habló pero agachó su cabeza, podía observar un leve sonrojo en sus mejillas. "No te culpo por ser suave conmigo, sé que no podría ganarte con mis habilidades, no todavía, vine porque quería ver cómo estabas, después de todo fue un gran golpe" Él me soltó y en su lugar señaló hacia su boca. "También me diste un gran golpe en la cara, pero me duelen los labios" "¿Qué puedo ponerte?" "No lo sé" "Creo que tengo un bálsamo para colocar cerca de la boca en mi casa, pero sería una molestia ir hasta allá, pero ya que estamos aquí, debería haber uno en alguno de estos estantes" Comenzamos a buscar entre los estantes y cajones hasta que cerca de una pequeña mata de flores estaba un frasco con ungüento. "¡Lo encontré! Ven" Karl se acercó y se puso enfrente de mí. "Ponte esto en dónde te duela" "Me duele todo mi labio" "Entonces póntelo" "Tú fuiste quien me pegó, así que debes curarme" Era tierno ver la forma infantil que se comportaba, abrí el frasco y agarré un poco de ungüento con mis dedos. "Puede que esté un poco frío" Él asintió con su cabeza y comencé a colocarle en ungüento, sus labios se sentían carnosos y un poco suaves, podía decir que realmente le dolía, pues podía ver cómo su labio se encontraba partido. "Listo, ya terminé" "Si" "Entonces aya me iré" "Hoy estaré las vigilancia de las 10" "Entonces te veré ahí, adiós" Salí de la enfermería y me dirigí a el campo de entrenamiento principal, el Alfa Rifran se encontraba ahí observando en entrenamiento de los demás.

Margaret se encontraba entrando con el Alfa, era más que obvio que ella era realmente mala para los combates, su velocidad era lenta, carecía de fuerza pero su cuerpo era ágil. "Algo bueno tenía que tener la perra' 'Saye no hables así' 'Pero tengo razón, ella pensó que que sería fácil golpearnos' 'Eso pasó porque nadie nos reconoce' '¿Crees que si se enteran que eres la hija del traidor quieran hacerte algo?' 'No lo sé, pero el Alfa sabe que mi padre no era un traidor en realidad, no creo que él deje que nos hagan algo' 'Eso esperemos' "¿Vas a continuar viendo cómo entrenan los demás?" "¿Eh? " El Alfa caminaba en dirección a mí. "Quédate después de que el entrenamiento terminé" "¿Qué, pero por qué?" "Vas a tener entrenamiento extra" "¿Por qué?" "Va s a entrenar con Luca a partir de mañana, por lo que debes estar en buena condición para poder seguirle el paso" Tenía razón, Luca era muy fuerte y con mi fuerza actual no podría estar ni siquiera al par con él. "Está bien"

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