18

...En una cueva oscura, el agua agrieta los canales, la luz de la luna algo tenue entra mientras en rodillas ella sigue retirando tierra y piedras con su herramienta de mano. Lo único que pensó era que tenía muchas deudas que pagar y lo que la salvaría era encontrar un diamante una piedra de oro. Sin antes pensar que podría ser encontrada....

—Por favor, solo una pepa, un gramo. Dios ten misericordia de mí, o es el pecado que debo pagar por haber sobrevivido. O el pecado de ser una borracha.

...El viento sopla fuerte, es una inminente tormenta, los animales nocturnos caminan buscando presas. Ella podría seguir adelante, pero ellos quieren carne. ...

...Aún no ha encontrado nada, por lo que procura no hacer mucho ruido, por este bosque hay muchos animales carnívoros. Mientras camina con una pierna lisiada, andrajos cómo vestimenta, cabello desordenado, una cara sucia y sus manos cubiertas por vendas, divisa a lo lejos una luz. Personas están caminando, por lo que se esconde mientras sigue avanzando....

—Que estarán haciendo estas personas — son cuatro hombres cavando en la tierra con un bulto a su costado. Después de unos minutos, entierran lo que parece un cuerpo.

—Muevanse, necesito llegar a casa y bañarme. —Dice un pelinegro, con una mano en su cadera y otra en la pala.

—Tampoco estás ayudando mucho que digamos.

—Oigan, oigan... yo he hecho el trabajo aquí, no se quejen. Que nos están pagando bien por este trabajo. —menciona uno de los hombres sentado al pie de la tumba, mirando a los demás con cara de desdén.

—Apurense. dejen de hablar, que si nos seguimos tardando, podrían descubrirnos. —El chico bonito con tez pálida, que aún sigue cavando habla algo indignado.

...Después de esconder el cuerpo, lo entierran y se van. ...

...La señora que aún seguía en el lugar se acercó, empezó a cavar el cuerpo por si encontraba algo de valor en las vestimentas del cuerpo....

...El cuerpo estaba cubierto en sacos de yute, estaba bien amarrado por lo que se tardó una media hora en abrirlo. ...

—Señor, perdón por hacer esto. Estoy necesitada de muchas cositas. Además no he comido en días. —Rebusca en sus bolsillos, no hay nada. Rebusca en en su chaleco, encuentra un reloj que al parecer parece de oro. — No hombre, estoy de suerte, por lo menos sobreviviré un mes con esto—Dice dándole una mordida.

—Ahj —El pecho del hombre se levanta una y otra vez.

—Ay Dios, sigue vivo señor.

—Ayuda...

—No quiero meterme en problemas, mejor me voy.

—Ayuda... me... Yo...

—Ay señor... no me haga esto. Dios esto es una señal, quiere darme una oportunidad. Lo ayudaré señor. No tengo una casa, sino una cueva, lo llevaré allí. Tiene muchos golpes si no es que también lo quebraron. Lo llevaré arrastrando.

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—Auxilio!!! ayuda !!! Alguien por favor.

—Señora... Que le pasa, que sucede....

...La madre de David gritaba histérica buscando a alguien conocido en el casino. El señor Arnold salió y la cogió de los hombros, ella traía una caja y no paraba de llorar....

—Señora, soy Arnold la mano derecha del señor Carien y la señora Pilar. En qué le puedo ayudar.

—Donde están ellos.

—Estan en su casa. La señora se está recuperando y el señor la está cuidando. Que sucede con usted.

—Mi hijo... Desaparecieron a mi hijo.

—Llamo a la policía?

—No confío en nadie y menos en ellos. Desde que murió Catalina no creo en nadie, los únicos que me pueden ayudar son Carien y Pilar.

—La llevaré a su casa.

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—Señora Catrina, la buscan en la sala.

—Gracias Piter.

...La señora parecía muy feliz el día de hoy....

—Que hacen ustedes aquí?

—Lo sentimos señora. Pero ya hicimos nuestro trabajo y queremos la otra mitad.

—Estan seguros?— rió de lado— muy bien. Piter tráeme la caja que está en mi estudio.

—Si, señora.

...Catrina se sentó y los invitó a tomar asiento mientras esperaban....

—Aqui...

—Daselos Piter. Espero que con esto no me vuelvan a molestar hasta que yo los vuelva a llamar.

—No se preocupe señora —Al abrir la caja habían muchas monedas de oro. Y unas cuantas perlas. —Con esto, podremos ayudar al orfanato. Con permiso, gracias.

—De nada. Vayanse. —Hizo que Piter su mayordomo le sirviese una copa de vino tinto.— Ahora no podrán tener evidencia de muchas cosas. Ahora debo manejar la situación aquí, y que Carien o Dominic no sigan investigando. Piter, vamos a salir.

—Si mi señora.

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...Nana Sofía estaba en la cocina haciendo una sopa de pollo con verduras cuando el timbre de la puerta empezó a sonar una y otra vez....

...Ante tal insistencia no había nadie que abriera. ...

—Los señores deben estar descansando y los demás en sus cosas. Ya voy...

...Nana Sofía se intimidó ante la presencia de la esposa del alcalde....

—Sofia, la señora quiere hablar con el señor.

—Estan descansando.

—Despiertelos por favor. Es algo urgente. Mi hijo... no se dónde está mi hijo. Necesito su ayuda, son los únicos que me pueden ayudar.

—Pase por favor ... se serviré un té para que se tranquilice, mientras Arnold irá por el señor.

—Si.

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