Una Guerrera Muy Caprichosa

Durante las primeras semanas de su compromiso Rayza llevo a Marcel a sus lugares favoritos en la ciudad, y por su parte Marcel hacia lo mismo con Rayza, esto los ayudaba a conocerse mutuamente, ya que cuando visitaban un nuevo lugar ambos le contaban a su pareja el porqué este lugar era especial para ellos o por qué les gustaba.

Así Marcel descubrió en Rayza un alma caritativa, ya que muchos de sus lugares favoritos estaban relacionados con las personas que había ayudado a lo largo de su vida, las cuales no eran pocas, y cada historia que la joven le contaba lo cautivaba aún más, y es que, para Marcel, cada cosa que descubría sobre Rayza lo hacía admirarla aún más.

Por su parte Rayza quedo encantada con la bondad y la sencillez de Marcel, y es que los lugares a los que Marcel llevaba a Rayza se caracterizaban por tener una conexión con buenos recuerdos que el peli azul tenía con su familia y amigos y en su mayoría eran lugares sencillos, pero muy hermosos y pintorescos, con historias muy bellas y divertidas detrás.

El día de hoy no era una excepción, en ese momento la pareja se encontraba en una hermosa colina a las afueras de la capital, en donde la ciudad podía verse casi por completo, ese lugar era un sitio especial para Marcel, ya que le brindaba una visita muy parecida de a la que vio cuando dejo su hogar para cumplir su sueño y a la que lo recibió al regresar a su hogar, por lo que decidió llevar a Rayza allí, en donde preparo un pícnic para ambos.

Debido a las constantes visitas de Rayza y a su inusual manera de castigar a la servidumbre que la juzgaba, y a los múltiples lugares a donde la joven lo había llevado, Marcel ya se sabía mucho de los gustos de su prometida, por lo que no le fue difícil elegir la comida correcta para el día de hoy, y es que si algo Marcel había aprendido era que Rayza era quisquillosa en muchos aspectos, desde lo que vestía hasta lo que consumía.

El tiempo en que Marcel llevaba conviviendo con Rayza, el peli azul había podido llegar a conocerla muy bien, y aunque Marcel sabía que aún había muchas cosas que descubrir sobre Rayza, él ya tenía una imagen general de la mujer con la que se veía compartiendo su futuro, Rayza era una joven vanidosa, egocéntrica y muy caprichosa, aspectos que en otra persona le parecerían aberrantes, pero en Rayza le parecían adorables, y es que la joven tenía razones de sobra para ser así, ella era más que consciente de lo que valía y actuaba en consecuencia, pero no por eso disfrutaba de humillar a los demás, al contario, ayudaba a quienes lo necesitaban y lo merecían, y solo trataba mal a aquellos que la trataban mal primero, Rayza era justa, buena, amable y una mujer con un gran corazón, que era capaz de querer de la forma más limpia y pura que jamás Marcel había visto y lo que más deseaba el joven era poder llegar a ser amado así por Rayza, ya que con tan solo unas semanas, el peli azul estaba seguro de que Rayza había tomado su corazón, y ahora con sus sentimientos claros, Marcel entendía que Rayza lo había cautivado desde el primer momento, su seguridad había sido lo que había llamado su atención, y el haber descubierto su secreto solo le había dado la excusa perfecta para acercarse a ella nuevamente, y aunque en su momento no lo vio, ahora pude decir claramente que su objetivo nunca fue que Rayza lo entrenara, sino que siempre fue hacerla su esposa.

Qué hermoso lugar – le dice Rayza a Marcel mientras toma asiento en la manta que el joven preparo para ambos, y como no podía ser de otra manera, la manta estaba hecha de las teles más finas solo para ella y es que desde el inicio Marcel siempre fue muy atento a los detalles a con ella, algo que le gustaba mucho a la joven.

Me alegro de que te gusté, este lugar me recuerda al día en que me fui y el día que volví – le explica Marcel a Rayza, mientras comienza a sacar la comida de la cesta.

La pareja, usaba ropa a juego en colores verde y blanco, y es que, desde esa primera salida, era muy común que ambos usaran ropa a juego, algo que les resultó relativamente sencillo, puesto que sus gustos en moda eran similares, así que ambos tienen mucha ropa a juego sin siquiera proponérselo.

Para Rayza esto era una señal de que ambos estaban hechos el uno para el otro y es que si bien al principio la joven no tenía mucha fe en Marcel, ya que creía que este se alejaría de ella al comenzar a conocerla, ahora con una sonrisa podía decir que se había equivocado, y si bien a Rayza no le gustaba equivocarse, en esta ocasión eso la hacía muy feliz, al final su madre había tenido razón con respecto a Marcel, él era el hombre para ella, y es que en Marcel había descubierto a su mitad, a su complemento y a su todo al mismo tiempo, el joven era humilde en donde ella no lo era, pero aun así nunca la juzgaba y siempre intentaba entenderla, sin importar la situación el peli azul siempre la escuchaba primero antes de juzgarla, Marcel era bueno, amable, cariñoso, justo, fuerte, valiente, todo un caballero y un sin número de cosas más, también podía ser terco y un cabeza dura, pero esto lejos de molestarla le parecía encantador, y sin lugar a dudas Marcel había sabido cautivar su corazón y ahora Rayza podía decir que veía un futuro a su lado, un futuro en donde estaba segura de que sería amada por ser ella misma, sin tener cambiar.

¿Por qué decidiste ir a estudiar al reino de Topacio?, ¿por qué no un lugar más cercano? – le pregunta Rayza una vez que ambos han tomado asiento.

Por el que desde hace muchos años es mi héroe personal, estoy seguro de que has oído hablar de él, al fin de cuentas tu estilo de pelea es muy parecido al de él, conocido como el guerrero de los mil estilos, el general Gunter de Topacio es y por mucho el mejor guerrero que ha existido en mucho tiempo, mi deseo era aprender de él, pero al llegar a mi destino, él ya no se encontraba allí, y si bien aprendí de quienes fueron sus compañeros en batalla, no es lo mismo, me quede en Topacio con la esperanza de encontrar una pista de su paradero, pero no encontré nada y con la boda de mi amigo tan cerca, decidí que era el momento de volver, y sabes, esa fue la mejor decisión que pude haber tomado, ya que de otra manera no habría podido conocerte – le termina de explicar Marcel, mientras toma la mano de Rayza y deja un tierno beso en el dorso de esta.

Marcel siempre buscaba demostrarle su afecto a Rayza a través de caricias y uno que otro beso, pero nunca sobrepasaba lo que era socialmente permitido, siendo respetuoso con la joven en todo momento.

Sin saberlo, Marcel se había ganado más puntos con Rayza, quien, al oírlo hablar con tanta admiración de su padre, sintió que su cariño por el peli azul crecía.

Si he oído hablar de él y concuerdo contigo en que es el mejor, sabes, para haber aprendido de personas que solo vieron el estilo de batalla de aquel guerrero, lo haces muy bien, lograste hacer tu propio estilo, y si bien es algo burdo, es muy bueno, nunca había tenido una batalla tan interesante con alguien ajeno a mi gente – le dice Rayza a Marcel.

Viniendo de ti, ese es el mejor de los cumplidos, ya que, si alguien ha logrado superar a ese guerrero de leyenda, esa eres tú – le contesta Marcel, lo que infla aún más el ego de la joven.

¿En serio lo crees? – le pregunta Rayza con falsa modestia.

Claro que lo creo, y sé que tú también lo sabes – le dice Marcel mientras toca con ternura la nariz de la pelirroja en un rápido movimiento.

Claro que lo sé, solo quería oírtelo decir – le responde Rayza con una sonrisa de autosuficiencia.

Ja, ja, ja, eres única en verdad – dice Marcel mientras ríe, feliz de poder estar a lado de tan inusual mujer, pero inusual en la mejor manera posible.