AFABLE

...ÉL...

La policía estaba aquí. ¡No tardaron ni un segundo! El aroma de mis lagrimas era dolor intenso. ¡Me consumía el llanto! La sangre en el suelo, en mis manos y en su ropa, esto era un tormento. ¡Estaba viendo a la muerte de frente! Su cuerpo se había enfriado rápidamente y mi rostro, quise hundirlo en su rostro.

—¡No te mueras Janet! ¡Por favor!

Porque esto era más doloroso, el miedo a quedarme solo me consumía.

—Janet. ¡Bésame!

Y ellos me obligaron a soltarla. Me apartaron con mucha violencia de ella. ¡Esto no era posible! Iker también estaba esposado, él había frenado a Julio. Una escolta de policías me acompañó hasta la salida. Me subieron a una patrulla y el dolor de esta traición por parte de él, eso me dolía mucho. ¿Por qué su padre nos hizo esto?

Comenzamos a avanzar. Lo último que vi, fueron sus manos colgando de la camilla.

¡Ojalá todo esto hubiese sido una mentira!

¡Hoy he perdido para siempre una parte de mí!

...💐💐💐...

Las semanas se fueron pasando muy rápido. Me interrogaban a cada rato. Me sentía invadido y jamás oculté la verdad. ¡Dije siempre lo que era correcto!

Convivir con presos me hizo analizar que cada uno de nosotros estaba encerrado por motivos únicos. ¿Cuál fue mi motivo para terminar en prisión? ¡Amar a una chica que vivía con los ojos vendados!

Y año tras año, vez tras vez, ella era mi motor para querer ser una mejor versión. ¡Ahora estaba muerta! Ella ya no respiraba y el recuerdo de su cuerpo lleno de sangre, eso me dolía por completo. ¿Por qué no fui capaz de salvarla? ¿Por qué tuvimos que decirle la verdad, pensando que era lo correcto? ¿Por qué esa gente rica no está dispuesta a perdonar? ¿Por qué tuvimos que pagar por los errores de otros?

¡Nuestro amor se desangraba por estas heridas que el mundo no entendía!

Pero entonces, en mi mente triste, los recuerdos de ella eran únicos e increíbles. Janet siempre fue muy buena conmigo. Supongo que, porque yo era su primer novio, su cariño siempre fue completo. Afable era su forma de ser para conmigo. La primera vez que me abrazo, lo hizo de forma tierna e inocente. Con su abrazo fue capaz de darme ánimo para aguantar la enfermedad de mi padre. Janet me ayudo a darme cuenta de que, para poder dar y demostrar amor, uno debe amar su propia esencia, sus ideas y sus deseos.

De pronto, la melodía me trajo recuerdos. ¿Qué canción era? A ella le gustaba mucho. ¡Tenía ganas de llorar! Pero también me sentía muy enojado.

—¡Loera! —Llamó un guardia—. Acompáñame.

—¿Más interrogatorios? —Pregunté.

—Algo peor. ¡Te mataremos!

—¿Tú me mataras?

—Sí.

¿Qué otra opción me quedaba?

—Antes de morir, quiero mirar el cielo. ¿Puedes ayudarme con eso?

—¿Mirar el cielo? Cuando estés muerto vivirás allí.

—¡Que absurdo! El cielo no fue hecho para nosotros. ¡Somos tan egoístas que no merecemos la pureza del cielo!

—Como sea. ¡Llegó tu hora!

Y aunque en realidad no pensé que estuviera bromeando, si deseaba estar muerto. ¡No me quedaba nada en este mundo!

Terminamos de caminar por el pasillo, pero esta vez, no fuimos al área de celdas. ¿A dónde me iba a matar? ¿Al aire libre? ¿Complacería mi deseo de mirar el cielo?

La puerta se abrió, caminamos por otro pasillo y sin ganas, deseé que esto acabara. Otra puerta se abrió y ese hombre estaba de pie, mirándome fijamente.

—¡Vámonos de aquí! No quiero esperar más —Pronunció.

¡Él se encargaría de mí! Me daría un plomazo en el craneo y allí, mirando el cielo, se acabaría todo.

...💐💐💐...

...ELLA...

Estar acostada era un martirio. ¿El verano había acabado ya? ¿Por qué no me daban de alta si ya me sentía mejor? ¿Por qué nadie me decía nada sobre él? ¡Me dolía su ausencia! ¡Me dolía no tenerlo aquí! ¡Todo me dolía por la culpa de mi padre!

Frente a mí, a través del enorme ventanal de mi habitación, gran parte de la ciudad estaba en mi horizonte y justo allí, donde el sol se oculta, los volcanes permanecían juntos. Dos personas que también se amaban, pero que al final, por razones egoístas, les causaron mucho dolor al no permitirles estar juntos. Yo no quería terminar como esos volcanes. ¿Nosotros éramos como esos volcanes? ¿Nicolas era el guerrero y yo la princesa? ¿Al menos terminaríamos juntos? En mi mente Nicolas aún seguía con vida, a pesar de saber que mi padre tuvo la oportunidad de plomearnos a ambos.

¿Seguía con vida? ¿Se murió? Me daba mucho miedo pensar que el hombre que tanto me ayudo a poder saber la verdad, ahora estuviera muerto.

Por eso es que, yo solía poner mi mano contra el cristal todas las tardes, imaginaba que podía tocar el filo de esas montañas llenas de vida y así, sentía que podía recordar a mi amado, a mi familia, a todo lo bueno que en esta vida me había tocado vivir. Porque en realidad, estar con vida era lo más importante y lo demás, llegaría el tiempo que cada cosa produciría calma. ¿Y mi familia en el pueblo? ¿Qué pasaría con ellos? ¿Estarían enterados de que estoy en un hospital porque mi propio padre me dio un plomazo?

Supongo que dependía de mí el poder buscar la forma de responder todas mis preguntas. Que las flores que Nicolás me había dado, no se habían marchitado. Muy en el fondo de mi corazón esas flores lograron echar raíces y crecer hasta el punto de florecer con la esperanza de volver a vernos.

Debía buscar mi felicidad. No iba a permitir que los deseos y planes de mi familia rica me privaran de lograr obtener lo que yo tanto quería.

Me dio igual lo que los médicos me decían. Aproveche que me encontraba a solas, mi abuelo no había llegado aún. Sin miedo alguno, me quite la intravenosa, baje de la cama y me puse de pie. Sentí un ligero dolor en mi herida. ¡Quería irme de allí! Con mucho valor, abrí la puerta de mi habitación y salí a toda velocidad. ¿Dónde estaba el ascensor?

—¡Señorita! No puede irse. ¡Señorita Janet! Vuelva a la cama —el enfermero me descubrió.

Las puertas metálicas se abrieron. Corrí sin miedo y entre. Presione el botón para cerrar las puertas.

—¡Espere! ¡Por favor! —El enfermero hizo contacto visual conmigo.

La caja metálica se cerró, sentí una sensación en los intestinos y supe que estaba bajando. Mi corazón latía a toda fuerza, mis pensamientos no encontraban quietud y aunque mi sentimiento era muy impulsivo en ese instante. Pensé en querer volver al pueblo. ¿A dónde más podría ir? La gente de la ciudad, mi aparente familia verdadera era un completo desastre.

—¡Me duele la vida! —Exclame sin miedo alguno.

El ascensor se detuvo. Las puertas se abrieron. Llegue a la planta baja y traté de localizar la salida. Empecé a correr con todas mis fuerzas y a medio camino, ellos me capturaron.

—¡Déjenme ir! ¡Por favor! ¡Quiero irme de aquí! —Grite con mucha fuerza.

Sus manos me tomaron de los brazos, me tiré al suelo y a los enfermeros les costo trabajo poder levantarme.

—Señorita, debe volver a su habitación. El médico aún no le da el alta. Usted…

—¡Déjenme en paz! No tienen idea de lo mucho que me duele estar aquí —empecé a llorar.

Llore sin miedo. Nada de esto estaba planeado en mi mente y nunca pensé que podría terminar en el hospital a causa de un deseo egoísta.

—¡Janet! —Su voz me hace calmarme. ¿Era de verdad? ¿Me estaba hablando él?— Aquí estoy. ¡Tranquila! Todo está bien.

Se agachó para poder mirarme a los ojos. Me tomo de las mejillas y sus pupilas… ¡No sabes el bien que me hizo verlo!

Me abalancé sobre él con un abrazo muy cálido.

—¡Nico! ¡Tú estás vivo!

—Estoy vivo y tú también.

No me dio pena llorar. Me daba mucho gusto poder estar junto a él una vez más.

—Es hora de irnos —la voz de Gabriel, mi primo, me causa sorpresa.

—Pero no puede irse, el medico...

—Esta es su hoja de alta. Ella puede irse —mi primo era mi salvador en este momento.

Los enfermeros analizaron la hoja de alta y me dejaron ir.

Me puse de pie, él me tomo de la mano y sin miedo nos echamos a correr para salir del hospital. ¿Qué tantas cosas nos habían sucedido?

Subimos a la camioneta.

...💐💐💐...

—¿Qué pasara ahora? —Tenía curiosidad por saber.

—Lo arreglaremos. Buscaremos la forma de demostrarles que estamos bien.

Asentí. Termine de comer mi banderilla. Me sentí bien de poder estar juntos por algunos minutos antes de que Nicolás tuviera que marcharse al norte del país.

—Me sorprendió saber que Gabriel es nuestro primo en común. ¿Cómo es que...?

—Mi tío Gabriel se metió con la hermana de Julio. Así nació él.

—Es un enredo. Todo esto de vivir en un pueblo, ser pobre, ser narco, ser adinerado, ser de la alta sociedad. ¿Por qué tantos secretos se esconden en gente como nosotros? Es una lástima que no podamos elegir en que casa nacer o a que familia pertenecer.

Asintió.

—Pero, al menos si hay otras cosas que puedes elegir.

Sus ojos se llenaron de picardía.

—Te he elegido a ti, a pesar de que eres de familia mafiosa —dije.

—Y yo te he elegido a ti, que eres de familia rica.

—¿Te imaginas si no existieran las etiquetas?

—El mundo sería diferente.

—De eso no hay duda.

—¿Ya decidiste que quieres hacer de ahora en adelante?

—Yo, decidí que quiero estar contigo.

Mis palabras le hicieron sonreír.

—¿Por qué quieres estar conmigo? —Su pregunta no tenía una respuesta difícil.

—Porque contigo descubrí que el amor no es ciego.

—¿No es ciego?

—Ambos estábamos ciegos. Tú no podías ver y yo, no sabía que era adoptada. Aun así, ambos logramos descubrir que teníamos sentimientos de enamorados y eso nos llevó a crear un romance tierno, trágico y dramático. ¡Por poco y terminamos como el Popocatépetl y la Iztaccíhuatl! Muertos por no poder amarnos bien.

—¿Te daba miedo morir?

—No, me daba miedo que mi padre te lastimara. Descubrí que es un hombre canijo.

—¿Lo viste durante estos días?

—No, pero, si me lo llego a encontrar, prometo que ajustare cuentas con él.

—Me da gusto verte bien. Te ayudare en todo lo que quieras hacer.

Sonreí, no tenía duda de ello.

—He preparado una sorpresa para ti —dijo él.

—¿Una sorpresa?

Asintió.

—Pero, necesito vendarte los ojos.

La oscuridad me hizo confiar en Nicolás. Su mano estaba entrelazada a la mía y el calor, su tacto, su alma, juntos éramos un par de corazones frágilmente enamorados.

La vida está llena de posibilidades. El tiempo avanza, las cosas cambian y el suceso imprevisto nos hace vivir de forma intensa. ¡Ahora estoy con Nicolás! Mañana quizá, la policía este encerrando a Julio en prisión. ¡Quién sabe! Cada día es único.

No Ordinary de Labrinth empezó a sonar. Nos detuvimos.

—¿Estas lista? —Su pregunta retumba por mi oído, su cercanía me hizo estremecer.

Teniendo vida, estando con el hombre que amo y aun a pesar de cargar con un pulmón perforado, me sentía completamente lista.

—Sí, estoy lista.

Me quito la venda de los ojos. La nitidez se hizo presente con la luz y entonces lo vi todo.

Me encontraba justo en medio del quiosco de herrería, todo estaba lleno de flores, claveles de muchos colores y Nicolás me miraba a los ojos, en sus manos sostenía un ramo de claveles rojos.

—¿Puedo ser tu novio?

Me sentía super chiveada, todo el mundo estaba mirando. Abuelita. Gilberto. Iker. Gabriel. Ernesto. Ellos estaban allí para hacerme saber que no estaba sola en esta vida.

—Sí, quiero que seas mi novio.

Se acerco a mí y me dijo:

...“Que las flores no se sequen tan rápido. Que nuestro amor pueda durar una eternidad”....

Y nos besamos antes de decirnos adiós por un tiempo.

...💐💐💐...

...FIN DEL LIBRO UNO...

...Desde que comencé a escribir esta historia, decidí que quería convertirla en una trilogía romántica, estos son los títulos que llevara cada tomo:...

...AFABLE donde el amor no es ciego....

...AFABLE contigo yo quiero ser....

...AFABLE el amor que nos merecemos....

...💐💐💐...

...¡Gracias por leer mi libro! Espero que te haya gustado....

...Este libro fue publicado de forma completa en NovelToon el 25 de febrero de 2024. ...

...🌻🌻🌻...

...NOTA DEL AUTOR ...

Como muchos de mis lectores saben, no me gusta el cliché, pero soy súper fan de escribir drama, romance y chiklit. Afable es una historia que nació de una leyenda de la ciudad de Puebla.

La Leyenda de la china poblana es la historia de una joven princesa de Agra, al norte de la India, llamada Mirrah. Un día, Mirrah fue capturada por piratas mientras recolectaba conchas y las llevaba en un barco a Cochin, al suroeste de India. Mirrah fue vendida como esclava y comprada por Miguel de Sosa, un capitán de Puebla, México, quien quería

una esclava china para su esposa. En ese momento, Mirrah fue bautizada y su nombre cambió a Catarina de San Juan. La muerte de Miguel de Sosa y de su esposa le concedió a Catarina su libertad y la oportunidad de perseguir sus sueños.

Janet es mi versión inspirada en la china poblana, por eso, el nacimiento de una trilogía con este personaje. Aún no comienzo la escritura del tomo 2, pero, tan pronto tenga algo, lo haré saber a través de mis redes sociales.

...Instagram: @irwin_saudade...

...Facebook: Irwin Saudade...

...Más títulos de Irwin Saudade:...