SALIENDO DEL FANGO. DESCUBRIENDO EL AMOR

🗨️ Violeta recuesta su cabeza en el asiento del piloto y se va quedando dormida, el movimiento del auto hace que se vaya deslizando para al final acomodarse en el hombro de Ángelo, que no supo cómo reaccionar.

Deseó que el tiempo se detuviera, tenerla tan cerca, poder sentir su fragancia, temía despertarla si movía su brazo para controlar el carro, así que muy sutilmente decidió orillar el auto a una bahía lateral.

Sin saber que hacer o como brindarle la comodidad requerida, movió el asiento hacia atrás para que estuviera más cómoda, disfruto de la vista que le ofrecía, verla ahí a su lado, esa mujer le inspira una inmensa ternura, aunque su corazón le suplica que la bese, desea probar esos sensuales labios, pero no es debido.

Violeta cambian de postura, dejando su brazo libre, permitiéndole que pueda continuar manejando.

El carro se pone en marcha nuevamente, la lluvia ha cesado y unas calles antes de llegar se detiene nuevamente después de observarla por un instante, con una sutil caricia en su rostro la despierta.

—Señora Violeta el servicio de transporte le informa que ya estamos por llegar a su casa.

🗨️ La expresión de Violeta es una mezcla entre ternura y sensualidad que hace que la mente de Ángelo vuele al espacio, por un minuto no puede apartar la vista del escote que ha dejado ver un poco más por el movimiento que ha hecho al despertar.

—Que pena contigo, creo que no soy una muy buena como compañera de viaje, pero el ruido de la lluvia siempre me arrulla, gracias por darme tu mano cuando me asuste por los truenos.

—Tranquila, disfrute viéndola dormir y por mi mano no se preocupe, esa venía incluida en el servicio de transporte, puede quedarse con ella si así lo desea.

—Sabes que no está mala la idea, y si mejor llegamos a un acuerdo y contrato el servicio de transporte, prometo no siempre quedarme dormida.

— Yo acepto encantado, me da sus horarios y estaré disponible para usted todo el tiempo.

—Eso estaría muy interesante, pero y cuáles serían las tarifas.

—Le parece bien si discutimos ese punto en un almuerzo, aunque usted ya me debe un par, estaría bien si mañana la invito a almorzar, hay varios temas de los que quisiera hablar con usted.

— Aceptó el almuerzo, con una sola condición.

— ¿Cuál sería esa condición?

—Tranquilo, no hagas pucheros, únicamente te quiero pedir el favor que dejes de hablarme de usted, aunque no lo creas has sido de gran ayuda, ya te siento como parte de mis amigos y no sabes lo agradecida que estoy contigo.

—Está bien, pero advierto, tengo muy pocas amigas cercanas, en realidad son dos, una mi compañera de estudios de toda la vida y mi compañera de aventuras, mi hermana menor, tiendo a ser muy cariñoso con ellas y suele prestarse para malos entendidos.

—No hay problema, yo también tengo pocos amigos y puedes ser todo lo cariñoso que quieras conmigo, estoy dispuesta a recibirlo.

🗨️ Por un momento un silencio se apoderó del auto, sus miradas se cruzaron, sus ojos brillaron y aunque ambos desean probar sus labios es Ángelo quien toma la iniciativa y le da un tierno beso en la frente, para luego poner el auto de nuevo en marcha.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

— Claro pregunta, soy todo oídos.

— ¿Es cierto que estás soltero o tienes algún amor escondido por ahí que aún no le presentas a Ian?

—Es cierto, estoy cien por ciento soltero, no he tenido mucha suerte en el amor, aún espero encontrar la mujer que aunque pueda ser libre acepte quedarse conmigo, pero las mujeres así están casadas, casi siempre con hombres que no las valoran.

—Gracias por lo que me toca.

— Y te toca bastante, eres una mujer tan completa.

—¿Te parece? Siempre he pensado que no soy lo suficientemente buena para merecer alguien que de verdad me quiera.

— No vuelvas a repetir eso, tú mereces que te amen y que estén dispuestos a darlo todo por ti.

🗨️ El auto se detuvo y están frente a la casa de violeta, es el momento de despedirse, un tímido beso esta vez más cerca de los labios, hizo que Violeta se bajará velozmente del auto, no sin antes pedirle que en cuanto llegue a su casa la llame, para entrar apurada a su casa, quizá huyendo de todo aquello que teme, pero que desea sentir.

Ángelo esperó a que entrará para continuar su camino, con una mezcla de sentimientos y de deseos incontrolables.

Al entrar observa que su carro está en el garaje, pero que falta el de Omar, un suspiro de alivio sale de su interior, va hasta su cuarto y a pesar del frío, abre el balcón y se sienta a ver el cielo que aún luce nublado, lleva su mano a su mejilla, y luego a su frente, la fragancia masculina que se ha impregnado en su mano hace que recuerde lo sucedido en la última hora.

Desea llevar ese beso de su frente a su boca, su olor la lleva nuevamente a su auto, se imagina como sería sentir sus labios junto a los suyos, sus manos recorriendo su cuerpo.

El teléfono suena y ella no sabe dónde lo dejó, cuando logra hallarlo la llamada se ha cortado, presurosa devuelve la llamada y se tira en su cama, aún con la ropa que llevaba puesta, al escuchar su voz, aprieta fuerte la almohada que tiene junto a ella.

—Señora Onetti, para informarle que ya he llegado a mi casa, espero logra descansar.

—Si me vuelve a decir señora Onetti, cancelaré cualquier almuerzo programado con usted, señor Morgan.

—Perdón, perdón, prometo no volverlo a hacer, mejor contaré las horas que faltan para verla nuevamente.

—Perdonado, espero lleve una buena propuesta de negocios, tendrá que hacer méritos para que los diálogos continúen.

🗨️ Un juego de palabras, con un mensaje oculto que ninguno de los dos quería descifrar, fue alargando la conversación, hasta que ambos se quedaron dormidos con el teléfono en la mano.

El día no prometía ser distinto a la noche anterior, gotas suaves caen durante toda la mañana, aun así Violeta siente calor en su cuerpo durante la primera jornada de trabajo.

Ian y Sonia la llamaron muy temprano, estaban preocupados, pero al saber que Omar no amaneció en su casa estuvieron más tranquilo, ahora la curiosidad de saber que había pasado en el camino de regreso a casa ocupaba una de sus prioridades.

—No nos dejes con intriga, dime que por lo menos hubo un beso.

— Si, pero en la frente.

—No amiga, eso que me estás contando no puede ser verdad, a este paso seré abuela cuando ustedes dos se decidan a tener algo.

—Ten paciencia, déjame disfrutar de ese amor bonito que se da poco a poco, si es cierto que él siente algo por mí, yo estaré dispuesta a dejarme conquistar.

—Está bien amiga, pueda que tengas razón, pero ni pienses que voy a esperar años para verlos felices, ambos merecen disfrutar de amor bonito.

🗨️ El sermón de su casamentera amiga, solo podía causarle risas, aunque en el fondo sabe que tiene razón, siempre la ha tenido, no se equivocó cuando le dijo que su matrimonio con un hombre como Omar sería un error y acertó al aconsejarla para que iniciara un negocio que la hiciera independiente.