Evelyn Davis y Dixon Torriceli
NovelToon tiene autorización de Rachel M. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 11
Evelyn
El lugar está muy lleno, demasiado, he dejado de recibir reservaciones y me he puesto ayudar a Lexi y los demás a servir, voy atiendo y llevo todos estamos de aquí para allá y de allá para acá.
—Evelyn ve a la mesa del señor lombardi y atiéndelo— me dice Lexi.
—¿El señor lombardi está aquí?
—Si, llego hace unos minutos, ve rápido y atiéndelo yo no puedo.
—Está bien — digo y ella se va a llevar una orden.
Camino hasta la mesa y allí encuentro a Dixon con una mujer.
—¿Desean ordenar algo? — pregunto.
La mirada de Dixon recae en mi, mirándome de pies a cabeza, se queda mirándome sin decir nada y la verdad me pone nerviosa no saber que pasa por su cabeza, la mujer de cabello rubio me voltea a mirar y me detalla con desdén.
—Quiero la especialidad de la casa y una botella de champán— pide la mujer.
Me giro hacia el señor lombardi que mira la carta.
—¿Pedirá algo señor lombardi? — pregunto.
—Filete sobre puré de papa — responde sin dejar de mirar la carta.
—En un momento le traerán lo ordenado.
Me giro y camino por donde vine, siento la mirada de alguien detrás de mi, giro la cabeza y me encuentro con los ojos color miel de Dixon, los cuales me miran sin reparos ¿Necesita algo? No creo si fuera así me hubiera llamado, sin darle mucha importancia sigo mi camino.
Lexi se encarga de llevar lo ordenado, mientras yo sigo atendiendo, se hacen las seis de la tarde y es nuestra hora de salida, espero a Lexi en la salida mientras veo a los que les toca el turno de la noche iniciar con sus labores, Lexi sale después de un rato.
—¿Lista para ir de compras?.
—Si, hoy me fue bien con las propinas — le digo.
—Eso es bueno.
.......
Llegamos al departamento, estoy agotada nunca había trabajado tanto como hoy y para ser sincero no hice tanto desastre.
Se me olvidaron algunas orden, olvidé varias veces llevar los cuchillos, tenedores y cucharas, y casi me apuñalo varias veces con los cuchillos, ¡Ah! Y me lleve por delante a varios de mis colegas, que bueno que todos fueron bastantes compresivos.
Me despido de Lexi y entro a mi habitación, compré varias cosas, algo de ropa lo suficiente para la semana hasta que tenga mi primer pago, y algunas cosas para el uso personal.
Ordenó todo en el viejo tocador y luego voy al baño y me doy una ducha, luego de estar bañada y vestida me meto a la cama.
Me quedo mirando al techo, estar trabajando hizo que me olvidara un poco de todo lo ha pasado, no sé nada mi familia y no se por cuanto tiempo estaré así, ¿Cuando volveré a verlos? ¿Mis padre ya no estarán cuando yo vuelva? El pensar en que mis padres pueden morir en cualquier momento hace que mi pecho duela.
...----------------...
Ha pasado una semana desde que estoy aquí, Lexi me ha enseñado muchas cosas, claro ha tenido mucha paciencia y muchos platos y vasos se han sacrificado en el intento.
—¿Es enserio? — gritó frustrada al troperzarme y dejar caer una bandeja.
—Empezaré a comprarte por cada vajilla destruida— dice esa voz que ya he logrado reconocer a quilómetros de distancia.
—No es mi intención enserio, no se que me pasa— digo recogiendo los restos de vidrios esparcidos por el suelo.
—Deja eso, puedes cortar.........
—¡Ah!.
—Si, justo eso.
Se haga cuando ve que me sangra la mano.
—Estoy bien, no......
—Quédate quieta — hago lo que dice cuando el color miel de sus ojos se centran en mi — parece profunda ven. — dice poniendo un pañuelo sobre mi mano.
—Pero tengo que......
—Te he dicho que vengas — me corta y me hace seguirlo.
Entramos a su despacho y saca un botiquín de primeros auxilios.
—De verdad estoy bien, no hace falta......
—Cállate — ordena.
Me toma del brazo y me acerca a él, retirando el pañuelo que me dio hace unos minutos, toma un algodón con alcohol y empieza a limpiar toda la sangre y la zona lastimada.
—¡Ah! Eso duele — digo cuando pasa el algodón con alcohol por la herida.
Él solo rueda los ojos.
—¿Dices que no era grave? Si te hubieras quedado con esto allí dentro se pudo haber infectado— me regaña cuando saca un pedazo de vidrio.
No digo nada, solo dejo que limpie la zona, me quedo un par de veces, cosa que no le importa demasiado, y después de un rato termino con una venda alrededor de la mano.
—Gracias — le digo.
Y él no me responde.
—¿Sabe dónde está Paul? Tengo varios días que no lo veo.
—¿Por qué te importa? — pregunta con una mirada que me pone nerviosa al instante.
—No, solo preguntaba.
—¿Te gusta? — dice acercándose a mi.
—Claro que no, solo que aparte de Lexi es el único amigo que tengo aquí — respondo.
Él se queda mirándome por unos minutos, no se como interpretar esa mirada, me parece que está enojado pero....¿Por qué lo estaría?.
—Hoy te quedas haciendo cuentas, el dinero que cuentes lo separas en partes y luego le colocas una cinta con la cantidad y luego lo metes en una de las bolsas que están en el primer cajón y esperas aquí hasta que yo llegue.
Sale de la oficina sin decir nada más. Me quedo allí parada procesado lo que acaba de pasar, y luego de un rato salgo y voy hasta la barra donde están Lexi y Lucas.
—¿Que te paso? — exclama Lexi al ver mi mano.
—Me corte recogiendo la vajilla que deje caer, de nuevo — respondo.
—¿Está bien? ¿La desinfectaste? — pregunta.
—Si tranquila, el señor lombardi se encargó de limpiarla y de sacar el vidrio.
—¿El señor lombardi te ayudo? — pregunta un Lucas sorprendido.
—Si.
—Que raro — dice Lexi.
—¿Por qué? — preguntó.
—Ha ese señor no le importa si te estás desangrando —Respodne Lucas
—Bueno quien sabe tal vez y si tenga un corazón, además mírala crees que alguien pueda resistirse a ayudarla — dice Lexi tomando mis mejillas— es tan tierna que hasta al mismo diablo se le ablandaría el corazón.
—Si tienes razón — dice Lucas riéndose al ver como Lexi pellizca mis mejillas, pero deja de hacerlo cuando lo miro.
Me separo de Lexi y vuelvo a mis labores, no me sorprende que diga eso, mi hermano me lo decía a menudo al igual que mis compañeros de escuela en Estados Unidos.