CEO, DOMINANDO TU CORAZÓN
soy Alicia Parker mi hermano es Erick Parker nuestros padres fallecieron el administra su empresa desde entonces aunque tiene su propia empresa la empresa de nuestros padres se basa el remodelaciones , mi hermano me a puesto a prueba y para ello tengo que firmar un contrato con Alexander Russo un ceo italiano muy importante en el mundo entero con varios negocios empresas clubes y demas su especialidad los clubes de BDSM que me depara este encuentro con este personaje , si no logro cerrar mi contrato con el jamás podré ser la ceo de la empresa de mis padres .
Amor Prohibido
Si pensaste que los vampiros y hombres lobos no se cruzaban, cuan equivocados estáis, estas razas por siglos han estado en disputa por qué ambos quieren poder, soy Layla Suvillan, mi destino ya está escrito aunque no tenga ni idea de este, solo se que una vez mi destino me alcance la vida como la conozco hasta el momento cambiará.
La Villana Falló En Abandonar Al Protagonista
Reencarne en la villana de mi novela favorita, quien muere luego de acechar a su esposo durante 10 años. Claro que quería vivir, así que intente divorciarme antes de que apareciera la verdadera protagonista, pero mi esposo dijo "¿divorcio? de ninguna manera" y destrozó los papeles de divorcio haciéndolo polvo irreconocible.
Un Monstruo en mi Cama (+18)
Parte 2 Ana Se levantó aterrorizada y vio al Ryan riendo como loco "¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? ¡Llamaré a la policía!" "Creerán que estas loca, solo tu puedes verme __ Ryan hizo una pausa acer
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El Susurro del último amanecer
Bajo un sol abrasador que parecía derramar el tiempo en destellos de fuego, la ciudad se debatía entre el bullicio del presente y el eco silente de un pasado olvidado. Las calles, otrora llenas de ri
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🔥Un secreto entre los dos🔥 parte 1 ...
🔥Un secreto entre los dos🔥 parte 1 Mi madre y mi padre son las personas más ordinarias que puedas imaginar, mi madre es enfermera y mi padre abogado, por lo que casi no están en casa, mi hermano gemel
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"Síndrome de Estocolmo, supongo"
Cuando me secuestraron, pensé en todas las maneras en que podría escapar. Grité, pataleé, incluso intenté sobornar a mi captor con mi tarjeta de crédito, hasta que él me miró, incrédulo. —Señorita,
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