Capítulo 3

...Descubrí en ese momento que para ella siempre fui algo que podría remplazar fácilmente....

^^^-Kaleani W.^^^

Miro la entrada con incomodidad, siempre he odiado este lugar aunque no quiera admitirlo, no quiero admitir esa parte de mi pasado que hizo los cimientos de la persona que soy hoy, siempre he deseado que hubiera sido diferente pero ahora creo que debería agradecerles.

Al entrar de inmediato veo niños corriendo por todo el lugar, escucho risas y pequeños gritos de gozo provenientes de los niños. Camino entre ellos y algunos me miran con curiosidad.

- Señorita.-me giro al escuchar esa dulce voz.

Le sonrío.

- Hola cariño.- digo agachándome a su estatura.- estoy buscando la biblioteca, ¿me ayudarías?-le pregunto.

Asiente rápidamente.

- Si.- responde.

- Gracias.-le digo.

- Por aquí.- toma mi mano.

Me guía por todo el lugar, observo las aulas y sin poder evitarlo sonrió, esto ha cambiado tanto. El orfanato Hope no era ni la mitad de lo que es hoy cuando yo vivía aquí, era pequeño y sucio para tener niños pero lo intentaban, con lo poco que podían conseguir de donaciones y vender comida en la calle, todas las noches se aseguraban de que durmiéramos abrigados y sin hambre, pero los adolescentes eran crueles con los pequeños, de eso nadie podía salvarte cuando se apagaban las luces e iban por ti.

- Aquí es.- me dice señalando la puerta.

- Gracias cariño.- digo con una sonrisa.

- Adiós.- dice y veo cómo se va dando pequeños saltitos.

Entro a la biblioteca y veo a algunos niños sentados en mesas estudiando, mis ojos encuentran a alguien que hace años no veía, veo como camina hacia mí y ahora ha envejecido.

- Hola hija.- me dice con una sonrisa.

- Hola afrodita.- digo secamente.

- Quisiera que volvieras a decirme mamá.- dice.

- Mírame, ¿luzco como alguien que necesita a su mami?- pregunto herida.

- Yo... algún día debes perdonarme, lo hice por ti.- dice.

Veo lágrimas en sus ojos.

No puedo perdonarla.

- Dile eso a la niña que estuvo llorando por semanas porque su madre pude mantener un orfanato completo pero no cuidarla, adiós.- digo secamente.

Baja su cabeza apenada y yo solo camino lejos de ella. Camino lentamente entre los estantes de libros hasta que veo una cabellera rubia, me acerco a ella lentamente.

- Duraste demasiado.- dice Keysi girándose.- me preocupe, pensé que...- la interrumpo cuando la abrazo.

Escucho como solloza y eso me asusta.

Dejo de abrazarla.

- ¿Dónde están las chicas?-pregunto rápidamente.

Niega y levanta su blusa, veo una pequeña herida con puntos de sutura.

- Una apuñalada, no me veas así, estoy bien.- dice.

- ¿Dónde están las chicas?-vuelvo a pregunta nerviosa.

- Nadia nos pidió que hiciéramos un trabajo de emergencia, fuimos a donde nos ordenó y nos emboscaron.- empieza a decir.- no soy buena disparando kal, así que Kalsey y kristin me protegían, pero todo se volvió una locura cuando explotó una bomba, perdí a las chicas en medio de eso, pero...-se detiene.

- ¿Qué pasa?-pregunto.

- Creo que las perdimos.- su labio inferior tiembla y solloza de nuevo.- no puedo encontrarlas y tú eres la primera que viene aquí.- vuelvo a abrazarla.

- Están bien.-digo tratando de tranquilizarla.- son inteligente, aparecerán.- dejo de abrazarla.

Limpio sus mejillas húmedas.

- Lo harán, lo sé.- se dice a sí misma.

- Podemos con esto.- digo.

- ¿Qué paso contigo kal? No te ves bien.- dice.

- Nada, solo...- dudo antes de hablar.- tuve que girarme e inclinarme en un escritorio y quedarme quieta mientras me follaban.- digo con normalidad.

- Esa maldita bruja.- dice enojada.

- Me han pasado cosas peores, pero en ese momento me di cuenta que Nadia simplemente nos crío como sus prostitutas que trabajaban por un buen precio y que hacían el trabajo sucio para ella, no somos su familia.- digo con decepción.

- Lo sé.- dice.- siento que esto haya pasado, sé que eras muy unida a ella.- niego.

- Soy más unida a ustedes, ustedes son mi familia.- digo.

Veo como sonríe.

- Lo somos hermanita.- dice.

- Debemos irnos.- digo decidida.

- ¿a dónde kal? Nos encontrará y nos matará.- dice.

- A mí no, tuvo misericordia.- digo con sarcasmo.- yo seré tu escudo a donde quiera que vayamos.- asiente.

- Lo sé, pero ¿perdonaremos a Nadia?-pregunta.

Niego.

- No, nos traiciono.- digo.- pero  no podemos luchar contra ella ahora, no ganaríamos.- asiente.

- Estuve pensando en eso y creo saber que hacer.- me regala una pequeña sonrisa.- esta mañana uno de los socios de Nadia llamo muy enojado, al parecer el jefe de ambos está decepcionado porque fallaron en algo.- dice.

- ¿Cómo sabes eso?-pregunto.

- Intervine su celular, fue fácil.- responde.

- Das miedo.- digo.- ¿Cómo nos sería útil esta información?- pregunto.

- No es la información kal, es su socio, a Nadia le aterra ese hombre y eso lo podemos usar a nuestro favor.- asiento al entender.

- ¿quieres que hagamos que su socio sea nuestro escudo?-pregunto.

- Exacto.-dice.

- ¿Cómo lograremos eso?-pregunto.

- Fácil, averigüemos que le falta a su vida y ofrezcámosle eso.- asiento.

Niego segundos después mientras sonrió.

- ¿Qué pasa?-me pregunta confundida.

- Solo pensaba que Nadia nos preparó para luchar contra ella sin notarlo.- empiezo a decir.- te hizo estudiar informática por años y luego cursos relacionados, pero nunca pensó que lo amarías tanto que te convertirías en esto.- digo.

- Y a ti, te hizo estudiar psicología y leer libros sobre el comportamiento humano.- dice.

- Exacto, creo a dos monstruos sin notarlo.- digo.- vamos a usar lo que nos enseñó en contra de ella y al final tendremos su cabeza tan bien sujetada que apenas podrá respirar.- sonrió.

- Me gusta esa idea.- dice.- vámonos, debemos volver a tu lugar favorito.- la miro confundida.

- ¿a las vegas?-pregunto.

- Si querida, nuestro objetivo vive en las vegas.- sonrió al escuchar eso y la sigo.

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