Ellos al encontrar un buen lugar le dijo a Wyatt que no hablara, este asintió y entraron, pidieron res, sopa de verduras, entre otros platos, Wyatt era un barril sin fondo, Henry comía bien, y Ariadna comía lo de dos personas adultas en sus mejores días, en ocasiones comía como cualquier otro. Al terminar pagaron y salieron, Wyatt se subió al hombro de la chica y se acurrucó.
—Bueno, ¿Qué les parece si una vez en la capital nos registramos en el gremio de aventureros?
—¿Yo podre registrarme Ary?
—No lo se, pero no creo que puedan negarse, tu magia es alta al igual que tú fuerza, tus tipos de magia están al nivel 40, aparte aunque no te acepten igual irías conmigo si sucediera cualquier cosa Wyatt te protegería, para eso esta.
—¡Oye! No soy una niñera.
—¿Acaso no me arias ese favor si llega a pasarme algo?
—¿Puede pasarte algo? ¡Eres más poderosa que yo! ¡Y soy una bestia de nivel calamidad!
—Solo suponemos Wyatt, como sea, ya es tarde y esta algo animado aquí afuera ¿nos vamos a la posada? Después de mañana no se cuanto tiempo pasara para llegar a la capital así que quiero que descansemos.
—Ary tengo sueño -dijo Henry tallándose los ojos.
—Ven -dijo cargándolo- recuéstate y duerme.
Sin más se encaminaron a la posada, Wyatt había regresado a la bolsa, mientras caminaba se encontró con aquel chico del camino, este al verla se le acerco.
—Te estábamos buscando.
—¿Pensaron que me iba a escapar? No tengo por que escapar así que no te preocupes pero si te das cuenta estoy algo ocupada… ¿Cómo era que te llamabas?
—Kasir ¿lo olvidaste?
—Tengo mejores cosas en que pensar y recordar, así que si me permites quisiera ir a descansar.
—¿Te ayudo? Te acompaño.
—No gracias, estoy bien así que si me lo permite me retiro, mañana nos encontraremos al medio día en la torre del reloj para partir si no le molesta.
—Claro, mañana nos vemos…
Sin más Ariadna retomó su camino a la posada, al entrar al cuarto recostó a Henry en un lado de la cama, lo cambio, acomodo y cubrió, ella también se cambio, acostó, cubrió y poco después durmió. Al día siguiente hicieron un portal al río en el bosque negro y se bañaron ahí, se secaron, cambiaron y volvieron a la habitación, eran las ocho de la mañana, decidieron bajar a desayunar, cuando terminaron dieron un paseo mientras era hora, cuando faltaban diez a las doce para la hora que habían acordado se dirigieron al lugar, pasaron 30 minutos y no había señales del joven.
—¿Piensa que nos hará esperar más? Henry, Wyatt, vamos a comprar algún dulce, volveremos en media hora, haber si ya llego.
—¡Siii! -grito Henry- Yo quiero una manzana acaramelada.
—Bien, vamos a comprarla.
Ariadna se marchó del lugar y fue a comprar las manzanas, compro unos pinchos de carne para todos y se sentaron en una banca, tardaron diez minutos en comprar las cosas y buscar un lugar para sentarse, en esos diez minutos llegaron Kasir y sus acompañantes con los niños, al no encontrarla se molesto, comenzó a hablar sin parar pero decidió esperar a que apareciera, treinta minutos después de eso llego Ariadna riendo con su hermano, cuando Kasir la vio se acerco furioso a ella.
—¡¿Quién piensas que soy para dejarme esperando por media hora?! -dijo el chico cruzándose de brazos.
—Espera un momento, TÚ no tienes ningún derecho a reprocharme nada ¿no acordamos vernos al medio día? Es a MÍ a quien mantuviste esperándote ¿Acaso crees que tengo que hacerlo? No te debo nada, así que fíjate como me hablas que me puedo ir.
—¿Acaso crees que lo permitiremos?
—¿Pueden? Hahahaha, no me hagas reír, nunca nadie a podido detenerme, no importa el número.
—¡Tú! -grito el chico enojado sin saber que decir.
—Sabes que, me dijiste que solo necesitas mi testimonio ¿no? Si es así luego iré y lo daré, espero en nuestro próximo encuentro seas más educado -sin más se voltio, miro a Henry y este tomo su mano, la guardias le gritaron que se detuvieran pero ella los ignoro- Adiós.
Al decir esta ultima frase se trasportó a su casa, todos miraron el lugar donde estaban con sorpresa, mientras que Ariadna una vez en su casa le dijo a Henry que en dos semanas irían a la capital pues usarían los recuerdos de Wyatt para llegar a un lago cercas de ahí, no lo habían usado desde el principio por que tenia las esperanzas de poder encontrar a los padres de los niños secuestrados por el camino, pero aunque no fuera los padres ese chico no fue inútil después de todo. Esas dos semanas pasaron con tranquilidad, ella reorganizo su almacenamiento espacial y puso dentro cosas que podría vender y no ocupaba, después de terminar, en el día que irían a la capital Ariadna hizo un portal al lago de Jade, un lago cerca de la capital, al estar ahí caminaron con tranquilidad hacia las puertas de la capital, claro esta que no sin antes cambiar el color del cabello y ojos de Henry así como el pelaje de Wyatt.
Al llegar a la puerta se formaron en la fila y esperaron a que fuera su turno, al llegar adonde estaban los soldados estos le pidieron una identificación, ella les informo que solo tenia la tablilla de su bautismo, le dijeron que la mostrara, cuando lo hizo los guardia la analizaron, se sorprendieron al ver sus estadísticas pero no dijeron nada, al no encontrar nada malo la devolvieron, después le pidieron que pusieran sus manos en una esfera de cristal para ver su historial, primero lo hizo Henry, al hacerlo apareció una luz blanca, al ver que estaba limpio le permitieron pasar una vez pagaron la cuota, después pidieron a Ariadna que lo hiciera, al poner la mano también apareció una luz blanca pero letras empezaron a aparecer en la esfera, las letras le informaron a los soldados de que Ariadna había asesinado a unos bandidos, secuestradores, estafadores y comerciantes de esclavos, todas estas personas muy buscados por el gobierno, al ver esto uno de los soldados corrió a donde su capitán, poco después volvieron los dos corriendo.
—Usted es Ariadna -articulo el hombre con dificultad mientras jadeaba.
—Si señor ¿Usted es…?
—Soy André Von Weist capitán del escuadrón de seguridad -dijo besando su mano- ¿Es verdad que tú asesinasteis a esos criminales?
—Mmm ¿si?
—¿Tienes alguna prueba?
—Tengo algunas identificaciones y armas… ¿sirven? -él asintió- ¿se las doy aquí?
—No, no, no, por favor acompañamos -dijo André- puedes dárnoslo en otro lugar, ¿vienes?
—Pero llevare a mi hermano y solo usted puede estar con nosotros…
—Claro, vengan es por aquí -dijo señalando una habitación y caminando atrás de estos- entonces ¿puedes dármelas?
Ariadna saco de su bolsa un puñado de identificaciones, eran alrededor de veinte, desde la muerte de sus padres se encontró con algunos bandidos y se encargo de ellos, mas aparte las que recolecto del otro día, también saco algunas flechas y arcos de diferentes modelos, eran alrededor de seis, tres de diferentes diseños al igual que sus flechas, también saco algunas espadas.
—Esto es lo que pude recoger que estaban en buen estado ¿sirven? -André estaba revisando las identificaciones y no noto que le hablaban- ¿Seños Weist? ¡Capitán Weist! -el hombre respondió sobresaltado contestando un “si”- ¿Pasa algo?
—Tu edad es de 15 años ¿Verdad? -Ariadna asintió- puedo preguntar ¿donde están tus padres?
—Mis padres fueron asesinados cuando tenia nueve, fueron asesinados por algunos de esos criminales, después de matarlos querían venderme así que tuve que encargarme de ellos…
—¿lo hiciste sola?
—En realidad recibí mucha ayuda de mi bestia… pero él no quiere salir…
—¿Es tímido? -asintió- esta bien, solo ponle un collar o algo para que no te lo roben… -ella agradeció- bueno, sigamos con el tema principal… en efecto estos son los criminales que buscábamos, ya que has traído evidencia y tu lo hiciste te daremos la recompensa por cada uno, tienes cuarenta identificaciones de estas solo 28 tienen recompensa ¿estas bien con ello?
—Si, en realidad no me importa…
—Bueno solo decirme algo, tenemos la sospecha de que algunos de estos hombres secuestraron a niños hace algunas semanas ¿tu sabrías quienes son?
—Si, mire son estos, ellos dijeron que eran cinco magos, seis espadachines y tres arqueros -dijo separando las tarjetas en su grupo correspondiente- las demás son más antiguas.
Si sabes quienes son ¿donde están los niños?
—Los niños los trae un joven que se hace llamar Kasir… -pensó por un momento- no recuerdo sus apellidos… pero la ultima vez que los vi fue hace dos semanas en el pueblo… ¿Schekc? Me parece que así se llama… ellos venían atrás de mi…
—Oh, si se donde, entonces vendrán llegando hoy por la noche o más tardar mañana.
—Si… bueno… ¿Podría irme? Quisiera dar un recorrido y buscar alguna posada, así como hacer algunas otras cosas…
—Esta bien, pero antes de irte te entrego esto -le entrega una carta- pasa al gremio, te recomiendo que se registren y después cambien esta carta, con ella le entregaran la recompensa.
—Muchas gracias, entonces nos marchamos, hasta luego.
Al despedirse el hombre le dio indicaciones de como llegar al gremio, en cuanto salió se dirigió a este mientras miraba con atención las calles, en ellas encontró a diversas razas, o mejor dicho la mayoría de las que existían, o eso creía, en el camino se encontró con elfos, enanos, semi-humanos, humanos, pero no encontró a ninguno de su raza o la raza demoniaca como ellos le llamaban. También encontró en el camino muchas tiendas, Henry la jalaba a ella, era su primera vez en un lugar así, por lo que lo emocionaba, a ella aunque no lo admitiera también lo hacía un poco aunque no era nada parecido a su antigua vida pero algo es algo ¿no? Más vale eso que nada, ellos siguieron caminando asta llegar a su destino después de unos diez minutos, al llegar entraron y fueron a donde la recepcionista, todos los presentes se quedaron mirándola.
—Buenos días señorita ¿en que le puedo ayudar? -dijo la mujer con amabilidad.
—Quisiéramos registrarnos ¿existe algún limite de edad?
—No, siempre y cuando puedan demostrar que pueden cumplir con las misiones ¿quieren registrarse ambos? -Ariadna asintió- primero deberán pagar una moneda de oro por el registro y llenar estar formas ¿saben leer y escribir o necesitan ayuda para llenarlas?
—Si sabemos señorita, nosotros la llenaremos -dijo dejando en el mostrados las dos monedas de oro.
Ariadna escribió lo que le indicaba el papel, pusieron su nombre, edad, raza, cual era su arma y habilidades, cuando terminaron le entregaron las hojas.
—Muy bien, Ariadna con 15 años de edad y Henry con cinco, ambos pueden usar magia y un arco, entre otras habilidades… bien ahora debemos medir sus niveles y magia.
—Ariadna y Henry asintieron a la vez, la chica fue por una esfera de cristal y la coloco frente a estos, les indico que pusieran sus manos en ella y esperaran, Henry fue el primero, Ariadna ya había bajado las estadísticas de ambos así que no deberían tener problemas. Poco después apareció el nivel de Henry, nivel 26, magia 400, fuerza 159 y todo tipo de magia al nivel 10, Henry originalmente pose nivel 35, magia 800, fuerza de 500 y cada una de las magias las cuales posen el nivel 30, pero un niño normal no tendría esas estadísticas…
—Muy bien pequeño… -dijo un poco nerviosa- pasas esta prueba, pero aun falta una demostración de tus habilidades -el niño asintió y la chica siguió con Ariadna.
Cuando paso un momento aparecieron las estadísticas de la chica, la chica se sorprendió un poco por las estadísticas anteriores pero al ver las de Ariadna su sorpresa aumento, la chica siguió ocultando su sorpresa y anoto sus estadísticas, su nivel era 158, la magia 1500 y la fuerza a 800, cada magia la en nivel 50 y nuevamente podía usar todas las magias.
—Usted también pasa, si me disculpan le hablare a quien les dará la siguiente prueba…
La mujer estaba muy nerviosa al ver las estadísticas de Ariadna, era la primera vez que ella presenciaba algo así, por lo que le debía informar al maestro del gremio y que este decidiera el que hacer. Algunos minutos después volvió un hombre musculoso y se poso frente a ellos.
—Yo seré el que les dará la siguiente prueba, síganme por favor. -ambos asintieron y fueron a un campo de entrenamiento, en el podías ver espadas, arcos, hachas, entre otras cosas- bien díganme ¿Qué arma usan?.
—Usamos arcos -dijo Ariadna.
—Bien, traen su propio arco o tomen uno -asintieron y fueron a tomar un arco- ¿les parece que empiece el niño? -volvieron a asentir- lanzare una serie de discos tú deberás dispararle, se te proporcionarán un número de flechas igual al numero de discos, tu calificación dependerá de a cuantos consigas darles, deberás estar atento.
El niño asintió, el hombre tomo una pila de discos y comenzó a lanzarlos de uno en uno a una gran velocidad, tiro un total de 20 discos, el niño solo fallo 3, el hombre se sorprendió pues con la velocidad en que los tiraba pensó que fallaría más, pero lo dejo pasar. Al terminar y limpiar los discos que estaban en el suelo le dijo a Ariadna que era su turno, le advirtió que con ella utilizaría más discos, ella solo asintió sin hacer preguntas, el hombre tomo 50 discos, al ver que estaba lista comenzó a lanzarlos, ningún disco iba al mismo lugar, él hombre los lanzaba a donde el quisiera y viera que ella no podría notarlos así como a la mitad comenzó a lanzar mas de uno a la vez, ya sea que lanzaba uno, después tres o dos, cuatro, solo él lo sabia por la velocidad en que lo hacia y por como lo hacia, aun así ella al ver esto comenzó a usar las flechas más rápido, y cuando veía varias intentaba coger las flechas que eran, si, los lanzaba rápido pero ella había practicado mucho y al romper el limite consiguió detectar en número de discos en este caso, y automáticamente cogía las flechas y las lanzaba, en fin, al terminar con el entrenamiento o prueba contaron los discos que acertó.
—Bien hecho niña, 50 de 50, calificación perfecta, y al parecer te han sobrado las flechas ¿Cómo lo has hecho? No he visto que te movieras mucho ¿en verdad eres humana?
—¿Qué esta intentando decir señor? -dijo Henry- claro que mi hermana es humana ¡no diga tonterías!
—Calmante Henry -dijo la chica dando palmaditas en su cabeza- no debes alterarte, él señor no lo a dicho con mala intención.
—¡Exacto chico! Yo solo bromeaba, nunca había visto a alguien como tu hermana, -rasco su cabeza- bueno han pasado, vamos a mi oficina.
Al salir del campo pasaron por algunos pasillos antes de llegar a la oficina del hombre, este abrió la puerta, los invito a pasar, les indico con un gesto que tomaran asiento y una vez sentados comenzó a hablar…
—Verán, tienen buenas habilidades pero aun así solo puedo darles un rango como a los demás, comenzaran en el rango G ¿les parece? Estas son sus identificaciones como aventureros, en la recepción pueden tomar misiones y también el cambiarlas por sus recompensas así como formar grupos -el hombre pensó por un momento- prácticamente eso es todo, si no cumplen una misión en el tiempo acordado se les multara, no deben dañar a otros aventurero, bien creo que es todo ¿alguna pregunta?.
—Que pasa si alguno nos ataca ¿no podemos defendernos? Y si nos defendemos de él ¿Quién será el que rompa las reglas?
—En caso de que alguno los ataque pueden defenderse y después deberán comunicarnos lo para así tome medidas con él ya sea una multa o el expulsarlo ¿esta bien? -asintieron- ¿tienen alguna otra pregunta?
—Si, un guardia en la entrada nos dio una carta, nos dijo que debíamos entregarla en el gremio… -dijo sacándola de su bolso- ¿se la entregó a usted o en la recepción?
—¿Puedes prestármela? -asintió y se la entrego, el hombre comenzó a leerla y al terminar tenía los ojos muy abiertos- ¿es cierto lo que dice la carta?
—No lo se, no la he leído…
—Dice que ustedes han asesinado a unos criminales…
—¿Si? ¿Hay algún problema?
—¡No! Claro que no, esperen un momento -dijo poniéndose de pie y saliendo de la habitación, algunos minutos más tarde regreso con una charola- denmen sus identificaciones por favor -ellos se las dieron, este la paso por una piedra la cual brillo y después se las regresó- han subido al rango F, y aquí esta su recompensa, son 28 criminales, 13 de 500 monedas de oro, 10 de 200 y 5 de 100 monedas de oro eso es un total de 9000 monedas de oro, estos eran trabajos de rango C, cierto lo olvidaba solo pueden tomar misiones dos rangos arriba de ustedes y un rango abajo del suyo…
—Si, no se preocupe… ¿algo más?
—No, sería todo, pueden irse… cuídense…
Ellos tomaron el dinero y salieron, una vez en la calle comenzaron a buscar una posada, mientras andaban le preguntaron a una mujer en la calle por una posada, esta amablemente les indico de una cerca de donde se encontraban, caminaron un rato hacia donde les habían indicado, al entrar encontraron varias personas las cuales los observaban con curiosidad.
—Buenas tardes señorita ¿En qué le puedo ayudar?
—Deme una habitación por favor.
—Claro, ¿Cuántos días planea quedarse?
—Una semana por el momento.
—Muy bien, serian 14 monedas de oro...
Ariadna sacó las monedas de su mochila y se las entregó, le dijo que la acompañara y subieron las escaleras, al llegar a la habitación la mujer de la recepción habló.
—El desayuno se sirve a las 8 de la mañana en punto y la comida a las 2 y 30, la cena a las 8 y cuarto, todo va fuera del costo de hospedaje, se les proporciona un balde de agua por habitación si quiere otro deberá pagar 1 moneda de oro ¿alguna duda?
—No, todo está claro gracias.
La mujer asintió y acto seguido se marchó sin despedirse, los hermanos entraron en la habitación, Henry lo primero que hizo fue correr a la cama y lanzarse en ella.
—Es muy lindo el cuarto ¿verdad Wyatt?
—No está mal, por lo menos la cama es cómoda -dijo tirándose en esta- espero que la comida sea lo bastante buena para cobrarla aparte y mantengan limpia la habitación para que valga la pena lo que cobran...
—Sabes que no me interesa el dinero, este te consume Wyatt así que no te fijes y aparte estamos en la capital, aquí todo es muy caro.
—Aún así en las posadas que nos quedamos no hace tantos días solo era 1 moneda de oro con desayuno incluido.
—Ya basta Wyatt, si es por la comida podemos buscar un mejor lugar o hacerla nosotros ¿Cuál es el problema?
—Bien, pero espero que por lo menos encontremos buena comida.
—Solo piensas en comida... -dijo negando con la cabeza- bueno, Henry... -miro a su hermano y este ya estaba dormido- no aguanto más este niño.
—Aún es pequeño, estaba muy emocionado viendo todo a su alrededor y gastó energías demasiado rápido.
—Bueno, aprovechando que esta dormido saldré ha averiguar, se supone que hoy o ha más tardar mañana llegará aquel tipo, no creo que nos dejen andar con tranquilidad ¿Qué dices?
—¿Vas a buscar algo sobre tu raza?
—Si, como sabes tengo una misión, tengo que proteger mi raza, la raza de mi madre...
—Aunque te dijera que no lo hagas igual lo vas ha hacer así que ve, yo cuido al niño solo no salgas por la puerta no des a saber que has dejado a un niño "solo".
Ella asintió y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba en un callejón cerca de las puertas. Mientras ella buscaba información Kasir y los niños se acercaban cada vez más a la capital, el joven aún estaba furioso, nadie nunca antes lo había dejado como Ariadna lo había hecho, si salvo a los niños, a su hermana y primo pero ¡lo dejo hablando solo! Cuando se lo había prohibido ¿quién pensaba que era? ¿Cómo se atrevía a hacerle eso a él? Primero dejarlo esperando durante media hora y después dejarlo hablando solo como si fuera cualquier cosa, como si estuviera loco.
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Updated 41 Episodes
Comments
Alma Delia Morales
de seguro es un príncipe que piensa que se lo merece todo
2024-04-16
1
Ana Yasbel Cuevas Cuevas
vaya el ego de éste muchacho
2022-02-15
14