Cuando volvimos a ver la hora se nos estaba haciendo cada vez más tarde, en ese momento hubiera querido tener un auto o haber aprendido a andar en bicicleta, en este pueblo estaban prohibidos los autos, solo podíamos usar carretas o bicicletas que no contaminaran el medio ambiente, pero las carretas eran exclusivas para los turistas, solo teníamos derecho a utilizar las bicicletas o en su caso caminar, la mayoría preferíamos caminar, también las clases comenzaban tarde, todo se ajustaba a la disposición de los alumnos.
Esto me encantaba de aquí, era lo mejor que todos tuviéramos voz y voto, pero esos pensamientos de felicidad se fueron muy rápidamente cuando oí como reían tan felizmente, lo bueno es que ya había pasado por eso y había aprendido a controlar mis sentimientos, bastante buena para mentir, aunque no me gustase hacerlo
Llegamos justo a tiempo, un minuto más y se nos hacía tarde, las clases fueron las mismas de siempre, pero había algo diferente en mí, en cierto momento me di cuenta como veía a Alejandro más veces de lo común, mi cabeza comenzó a doler por el solo hecho de pensar en que pasaría si se hacía novio de alguien mas
A la hora del receso Mary se acercó a mí y me abrazo por detrás, sonreía ya que el chico nuevo la había volteado a ver
- ¿Cómo estás? – pregunto curiosa
- Supongo que bien, estoy un poco agotada
- Y no es para menos, ese chico te dejo agotada – me sonrió
- ¿de qué hablas?
- Dicen que ayer estuviste con un chico llamado Leo, ¿se divirtieron?
Sin que me diera cuenta, Alejandro se acercó por detrás y me beso en la mejilla
- Por supuesto que nos divertimos
Mary se sorprendió al ver a Alejandro tan apegado a mí y más porque yo no lo aleje, sino que me sonroje
- ¿ustedes dos están saliendo?
- Por supuesto – dijo Alejandro con una gran sonrisa en su rostro – justo ayer se quedó en mi casa a pasar la noche
Se comenzaron a escuchar los susurros de los demás que hablaban sobre nosotros, pero mínimo se había aclarado la mentira que Leo había inventado
- Veo que no somos tan amigas como creímos – dijo Betzy molesta
- Ella no tiene por qué contarnos todo – contesto Mary quien volteo de inmediato a verme – no te preocupes por ellas, están celosas de que tu novio sea este chico tan lindo
- Muchas gracias, Mary, veo que eres mi mejor amiga
- No hay de que, ahora vayamos a comer, tengo hambre
Me alegraba tenerla de amiga, era alguien muy confiable y sabía que no estaría celosa ya que ella ya tenía su novio con quien se habían enamorado desde pequeños, su historia era la típica donde se conocen de pequeños, se enamoran y llegan a un punto en el que se juntan, se hacen novios y viven su vida juntos
En cuanto a los rumores, para la hora de salida ya se había aclarado todo, sabían que era mentira que estuvo con Leo, y un nuevo rumor corrió, Alejandro y yo nos habíamos vuelto novios
Era algo que me hacía sentir bien, lo malo es que solo era una simple mentira… mientras caminábamos juntos él me sonrió y tomo de la mano
- ¿Qué estás haciendo? – pregunte un tanto nerviosa
- Eres mi novia, es normal hacer eso, ¿no crees?
- Eso solo fue una mentira
- ¿eso crees que era?
Me miro seriamente, con una mirada un tanto triste, sufrida, esperaba una respuesta sincera de mi parte, sentí un poco de miedo de responder, al ver mi mirada apartada me soltó y camino en una dirección diferente
Veía como se alejaba, trate de ir por él, pero mis piernas no se movían, al ya no verlo por las calles caí rendida al piso, suspire y me volví a levantar, necesitaba despejar mi mente, así que decidí ir a mi lugar
Camine un poco distraída hasta llegar, subí hasta mi casa y me senté a dibujar lo primero que viera, esa tarde la puesta de sol fue demasiado hermosa, me dispuse a dibujarla que cuando me di cuenta ya había oscurecido, la pila de mi teléfono se estaba terminando y no tenía mucho tiempo, lo mejor era volver caminando por la playa, así evitar caerme en algún lugar
El tiempo que me hice fue casi el doble, al pasar por las calles sentía un poco de miedo, mis manos me temblaban un poco y pensaba en qué hacer si algo me llegase a suceder, al pensar en eso tuve más miedo, así que decidí comenzar a correr, al llegar a casa, papa y mamá estaban molestos porque llegase tan tarde
Me disculpe con ellos, platique un rato y subí a mi habitación, aun con el miedo de abrir la puerta, me pare frente a mi puerta sin hacer nada, Sonia se dio cuenta y se acercó a mi
- Si quieres te puedes quedar en mi habitación
- Estoy bien, gracias, tengo que superar esto
- Si no puedes solamente toca mi puerta
Ella se acercó a su puerta y espero a que entrara en mi habitación, no quise mantenerla ahí por mucho tiempo, fue cuando abrí la puerta y encendí la luz, mi habitación estaba completamente vacía, así que entre…
El día siguiente cuando fui a la escuela pensaba en que decirle a Ale, ¿Cómo debía pedirle disculpas?, quería decirle que podíamos primero conocernos y ya después podríamos tener una relación, pensé en como seria ese momento, la declaración y esas cosas, sentía que hablar con él era la mejor opción
Cuando la campana del receso sonó, me acerque a él y le pedí que, si podíamos hablar en otro lado, salimos hasta un lugar que nadie nos escuchase para después comenzar a hablar
- Lamento lo de ayer, llevábamos dos días de conocernos, no creo que sería el momento indicado para comenzar a salir, podríamos…
No pude seguir hablando porque Betzy llego por un lado de él, le beso la mejilla y tomo su mano
- Vamos a comer, se acaba el tiempo
Antes de marcharse me dijo algo que no esperaba
- No te preocupes, no te volveré a dirigir la palabra
Él la siguió sin voltear a verme, mis ojos se llenaron de lágrimas y salí corriendo de la escuela dejando todas mis cosas, al llegar a casa le pedí a Sonia que pasara por ellas, le dije que me sentía un poco mal y que había regresado primero, unas horas después llego Sonia con mi mochila y entro a mi habitación
- ¿estás bien?... Se notaba que te gustaba ese chico… podemos ir a vivir con mamá
- ¿Qué pasara con Ceci?
- Su novio la seguirá a donde sea, no le veo ningún problema
- No creo que sea lo mejor, debo enfrentar todo
Sonia me abrazo hasta que me quede dormida, como ella es muy descuidada no me cobijo, solamente salió de la habitación al verme dormida, eso provoco que el día siguiente amaneciera resfriada
Odiaba resfriarme porque cada que ocurría terminaba en cama por más de una semana, había veces en las que el dolor era peor, los dolores de cabeza eran bastante intensos, pareciera que moriría ese día
Intente levantarme de la cama para ir al doctor, sin embargo, mis piernas estaban bastante débiles, caí al suelo haciendo un ruido que se escucho hasta donde estaban ellas, corrieron a mi habitación creyendo que trate de suicidarme y me encontraron tirada, esforzándome por levantarme, Ceci corrió hacia mi y me ayudo a sentarme en la cama, pronto se dio cuenta de lo que pasaba
- Sonia ve por el botiquín – dijo Ceci viendo mis rodillas rasgadas - ¿otra vez resfriada?
- Si, es un dolor de cabeza insoportable – conteste tocándome la frente
- Es muy raro que te enfermes, siempre eres cuidadosa, ¿fue Sonia otra vez?
- No es su culpa, ya la conocemos como es de descuidada, debí de cobijarme antes de quedarme dormida
Sonia llego corriendo y me trataron las heridas, poco después, se retiraban a la escuela, estaban un poco preocupadas porque no podía hacer casi nada, pero les recordé que había personas en la casa para cuidarme
Lo único que podía hacer era ver televisión o hacer unas tareas, para mi mala suerte el teléfono lo había dejado lejos de la cama y no podía acercarme, recibí más de diez llamadas antes de que se apagara, ya estando sola comencé a pensar el Alejandro y Betzy, ¿ya se habrían dado su primer beso?, ¿Por qué no lo seguí en ese momento?, parecía tonta pensando en él, después de unos minutos de estar pensando me quede dormida
Lo primero que vi al despertar fue el techo blanco del hospital, trate de enderezarme un poco, sentía como si me hubiese atropellado un camión, me enderece con cuidado, había recuperado un poco la fuerza, estaba más tranquila de ya no tener ese horrible dolor de cabeza, voltee a ver por la ventana y me encontré con un lugar que no conocía, no era el hospital de mi pueblo.
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