Capitulo II. Ese chico

Un miércoles por la tarde cuando salí de clases camine hasta aquel árbol, pensaba en que era hora de comenzar a dibujar algo más difícil, quizás podría ser una persona, hasta ahora solo había dibujado paisajes y dibujo animados para mi hermana, lo primero que se me ocurrió fue dibujar algo para mi mama ya que se acercaba su cumpleaños y le encantaba que hiciéramos cosas manuales para poder atesorarlas

Eso me gustaba de mi mama, aunque una vez le dimos un regalo que compramos en la feria que se pone en estas fechas, ella se vio un tanto decepcionada, así que me acerqué a ella y le di mi primer dibujo que había hecho, sus ojos se llenaron de lagrimas y me dijo mientras me abrazaba con fuerza

- Me encanta demasiado, me gustaría que cada año hicieras un dibujo para mí – ella observo a los demás, incluyendo a papá y nos dijo – me gustaría que hicieran cosas como esto, quiero sentir el esfuerzo y cariño que le ponen a mis regalos, es el mayor regalo que me pueden dar, un abrazo puede ser suficiente para mí, no necesito estas cosas tan caras que hacen perder la humildad y cariño de las personas

Papá se acerco y la abrazo mientras le decía algo al oído, ella se puso roja al oír eso y comenzó a llorar, desde ese día los cumpleaños de todos tenemos que estar juntos como mínimo y en el caso de mamá, su regalo tiene que ser especial, una canción o algo sencillo, no necesitamos mucho dinero sino mucho esfuerzo

Pensando en todo eso me llena de mucha nostalgia, antes cuando mamá no trabajaba podíamos estar juntos, pero ahora la única forma es por una pantalla, siempre que pienso en esto las lágrimas comienzan a recorrer por mis mejillas y no lo puedo evitar, lo bueno de todo esto es que nadie puede verme, creo que seria demasiado vergonzoso que alguien lo viese, el camino se hace muy corto cuando pienso en cosas felices pero así como se hace corto también se hace largo cuando recuerdo que mi familia no esta unida y no tengo a mis padres cerca.

Cada vez me acerco mas a aquel árbol, el lugar ideal en el cual he invertido demasiado, literal, como esta muy esponjoso por fuera no se alcanza a notar dentro, por lo que he hecho arreglos para convertirla en una casa en el árbol, me lastime muchas veces llevando la madera y construyéndola, pero el esfuerzo dio frutos, ahora en esa casa logre meter un sillón pequeño, un puff de minion, un banco, el soporte para las pinturas, un pequeño mueble para guardar un poco de ropa y cosas que pudiese ocupar, y por supuesto que algunas cobijas por si llegase a quedarme a dormir

El subir las cosas no fue un trabajo sencillo pero después de arruinar un sillón y mucho esfuerzo lo logre, encontré la técnica perfecta para subir las cosas, esa casa solo era un cuarto con una gran ventana que daba al mar y justo al frente de la ventana se encontraba mi banco y el estante, la ventana tenia una pequeña repisa para poner todos mis instrumentos, al lado de la ventana estaba la puerta, en la esquina contraria a la puerta estaba el puff, a un lado el mueble y al lado el sillón acomodado en serie, la ultima vez que vine traje una mesa que puse enfrente del sillón para ver películas

Afuera de la casa hay un pequeño barandal y espacio para caminar, es un pequeño pasillo que en el barandal tiene amarrados unas cuantas ramas para ocultar la casa ya que tuve que cortar unas ramas para asentarla bien, solo esta descubierta la parte donde esta la ventana y muy poco para que no se note, la persona que me dio la idea fue mi padre quien me ayudo a traer el sillón y el mueble, es la única persona que sabía de ese lugar

Al llegar note algo raro, todo parecía normal pero sentía algo dentro de mí que me hacia ponerme cada vez mas nerviosa, mi ritmo se comenzó a acelerar cada vez que subía más esas escaleras, al llegar hasta arriba pude ver que la puerta no estaba bien cerrada, eso me pareció bastante extraño, había alguien dentro, tenia tanto miedo de asomarme y ver quien estaba dentro pero inconsciente de mis acciones abrí la puerta y me asome para encontrar un chico recostado sobre el puff durmiendo profundamente

Corte un pedazo del árbol y me acerque para observar de cerca, al estar frente a él vislumbre su rostro que por cierto era hermoso, quede fascinada, su piel era clara pero no tanto, sus labios eran no tan carnosos pero si te hacían desear querer besarlos, su nariz era perfecta, nunca había visto una así de bonita, sus pestañas eran largas y chinas que lo hacían ver mas atractivo, su cabello era corto y lacio, el tipo de corte era el normal de todos los chicos, en verdad le quedaba bien, este chico era delgado y un poco alto ya que no pudo entrar dentro del puff y tuvo que recostarse sobre el y con una manta se cubrió del frio, al verlo de cerca me percate de que sus mejillas estaban rojas

En un inicio creí que solo soñaba pero al tocar su frente supe que en realidad tenia fiebre, tome una botella con agua que tenia y disolví una pastilla que tenia en poquita agua y se la di, no se como llego ese chico, lo único que sabía es que necesitaba ayuda, después de terminar de darle el agua baje y corrí hasta un pozo que había y saque agua fría, por suerte el agua estaba bastante fría para ayudarlo, regrese corriendo y moje una blusa para ponerla en su frente y poder disminuir su temperatura, así dure toda la tarde, corría por agua cada vez que sentía que esa ya no era apta y regresaba a seguir tratando de bajarle la fiebre, por la noche estaba bastante cansada y me quede dormida no sin antes haberle dado otra pastilla

Cuando abrí los ojos estaba recostada a un lado de él, toque su frente para ver si su fiebre había disminuido y me alegre al saber que eso fue lo que paso, de pronto sentí un brazo rodeando mi cintura y por instinto solté un grito, ese chico hizo un gesto de molestia y dijo

- Podrías no gritar tan recio, me molestan los ruidos fuertes

Lo observé fijamente un tanto sorprendida de que había despertado, fue más la impresión de verlo despierto que no me di cuenta de que seguía tomando mi cintura, él me vio fijamente y me pregunto seriamente

- ¿esta es tu casa?

Asentí sin apartar la vista de su rostro, sus ojos eran color miel que hacían que no pudiera apartar mi vista, después de un momento reaccione y me separe, se sentó y me vio directamente analizándome de pies a cabeza, se levanto e hizo una reverencia mientras hablaba

- Eres una muy buena persona, aunque no me conocías, me ayudaste y me curaste, en verdad gracias

No pensé bien y lo primero que salió de mi boca fue

- Hambre

- ¿tienes hambre? – me dijo mientras me observaba con su rostro sonriente – podemos regresar al pueblo e ir a un restaurante a comer

No podía creer que estaba hablando con alguien tan lindo como él, quería contestar, pero no salían palabras de mi boca

- Eres muy tierna, ven vamos… pero antes

Estiro su mano y me ayudo a levantarme, de pronto me jalo y me tomo de la cintura, se acercó, mordió mi odio mientras comenzó a bajar su mano, me exalte, lo empuje, le di una cachetada y le exclame bastante molesta

- ¿Quién te crees que eres?

Su rostro se vio bastante sorprendido de mi rostro, después de un momento su rostro se relajó y sonrió, se disculpo

- Perdón, creí que solo eras de esas mujeres que solo buscan tener relaciones, soy nuevo aquí y no estoy familiarizado con nada, en donde vivo si una mujer hace eso solo busca acostarse contigo por el rostro

Vi sinceridad en su rostro y decidí hablar un tanto tímida

- Ayer cuando llegue y te vi recostado por un momento me asuste, pero después me preocupe porque estabas ardiendo en fiebre, recordé que mi hermana pequeña estuvo a punto de morir por eso y me asuste, así que reaccione por eso

Comenzó a observar todo el lugar y vio el cuadro que había pintado hace días, se acerco y lo vio, estaba a la defensiva con él, ya no podía confiar en ese hombre

- Puedes salir de aquí, me siento incomoda contigo aquí

Él me volteo a ver y con una sonrisa en su rostro salió no sin antes decirme

- En verdad lo siento, no debí juzgarte solo por tu belleza

Esas palabras me hicieron sonrojarme lo bueno es que ese chico estaba volteado, después de decir eso se marcho y espere un poco para cambiar mi blusa para ir a clases, mas tarde al llegar a la escuela se presento un nuevo chico que acababa de ser trasferido de la ciudad, al entrar me percate que era el mismo chico de la mañana que seguía vistiendo con la misma ropa y quien me reconoció de inmediato, lo peor es que el lugar disponible era el que estaba frente a mi

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