Capítulo III. Engaño y ayuda

Durante todas las clases él estuvo viendo al frente, a la hora de la comida salió sin dirigirme la palabra, por un momento me sentí tranquila hasta que llego con un yogurt en mano, lo puso en mi mesa y me susurro

- Lo siento – me guiño el ojo y se sentó – ahora tienes que estar agradecida linda

No conteste nada y al terminar la clase le deje el yogurt en su mesa y salí del salón, ya fuera Mary quien era una de mis mejores amigas me abrazo mientras que me preguntaba curiosa

- ¿de donde conoces al chico nuevo?

- No lo conozco – respondí fría y me moleste al pensar que quizás lo había hecho intencional de darme el yogurt – no sé qué estaba buscando, pero no quiero ser parte de su plan

Fui directamente a casa y al llegar y revisar mi teléfono vi que ya estaba en el grupo y todas las chicas estaban escribiendo muchas cosas en el chat, me sentí agobiada y quise salir, ese hombre me había molestado y ya no quería saber más de él, al caminar por las calles vi a lo lejos a mi hermana con sus amigas y cuando me vio corrió directo a mí, sentí algo extraño, pero me acerqué, al estar de frente ella me dio en voz baja

- Linda, ¿recuerdas al chico con el que salía? El que dejé porque me aburria – asentí curiosa – pues me dijeron que estaba interesado en ti y que quiere invitarte a salir

Cuando dijo eso me sonroje, estaba tan feliz, pero recordaba en que se había convertido así que no sabía que hacer, ese chico era bastante lindo, pero me daba miedo solo el hecho de pensar en que podría hacerme ya que solo buscaba a las chicas por sus deseos, no tardaron ni cinco minutos de que mi hermana me dijera eso cuando me envió mensaje que decía

- Hola soy Leo, no sé si te acuerdas de mí, fui novio de tu hermana y quería invitarte a salir, si estas dispuesta te espero en una hora en el jardín para salir a platicar, la verdad eres muy linda y me gustaría que llegaras

Me sentí bastante feliz por eso, deambulé por el lugar en lo que se daba la hora, cuando faltaban 20 minutos decidí ir a esperar, estaba cerca y solo me hice cinco minutos, pero al llegar me llevé una sorpresa cuando lo vi sentado esperando con la mirad baja y juntas las manos, parecía que estaba nervioso y su rostro parecía el anterior, ya no parecía tener esa maldad en sus ojos, me dio vergüenza acercarme y lo vi desde lejos cuando una voz me llamo por detrás

- ¿A quién estamos espiando linda?

Me sorprendí bastante y se me puso la piel de gallina, al voltear me di cuenta de que era ese chico, solté un grito y me hice para atrás llamando la atención de todas las personas que estaban cerca, incluyendo a Leo, quien se acercó rápido pensando que ese chico me estaba intimidando, se postro en medio de ese chico y yo, y le dijo con una cara de molestia

- ¿Qué es lo que le tratabas de hacer?

Ese chico me vio como si fuese un cachorro siendo maltratado y me dijo de forma tierna

- Linda…

Hasta ese momento no me había percatado por completo, pero ¿por qué me llamaba linda?, la única persona que lo hacia era mi hermana Sonia, y era como odiaba que me llamara, aunque ya me había acostumbrado a ella, otra pregunta comenzó a crearse en mi mente y no dude en expresársela

- ¿te he conocido en otro lugar o por que me llamas linda como mi hermana?

Su rostro se vio un tanto confundido, pero antes de que me diera su respuesta Leo tomo mi mano y me llevo lejos, su mano se sentía bastante cálida y me hacia sentirme nerviosa que de inmediato olvide a ese chico, al pasar por el arco del amor, como normalmente se conocía se detuvo y me volteo a ver un tanto sonrojado

- Perdona mi escena de celos

¿estaba escuchando bien? Ese chico que fue el primero que me gusto decía que estaba celoso de que yo hablara con alguien más, estaba en una nube que no le preste atención a lo que decía, mis pensamientos estaban tan perdidos imaginando todo lo que podríamos hacer si fuésemos novios, cuando reaccione él me miraba esperando una repuesta sobre algo

- ¿entonces? – me dijo esperando la respuesta - ¿sí o no?

No sabía de que hablaba, pero asentí, él se acerco lentamente, con una mano toco mi rostro y con la otra tomo mi cintura, se comenzó a acercar para darme un beso, yo no sabia que hacer ya que era mi primer beso, lo único que hice fue cerrar los ojos y esperar que sus labios se juntaran con los míos, en verdad no podía creer que mi primer beso seria con el chico del que estuve enamorada, era como un sueño, estaba muy nerviosa que entre mas se acercaba más comenzaba a temblar

Después de un rato abrí los ojos para verlo, pero me encontré con una escena diferente, una mano estaba interponiéndose entre nuestros labios, cuando voltee a ver era ese chico, era tan molesto que arruinara mi primer beso con el chico que me gustaba, el solo me volteo a ver y me sonrió, al voltear la mirada a Leo su rostro se puso oscuro y le dijo con una voz demasiada intimidante

- No vas a jugar con ella y tampoco le vas a quitar su primer beso por venganza – me jalo y me abrazo mientras continuaba hablando – escuché cuando hablaba con un chico sobre vengarse de una chica con la hermana, no creí que fueras tu linda

Sentí una punzada en el corazón, me dolía demasiado que comencé a perder el conocimiento, lo ultimo que vi fue el rostro de ese chico un tanto preocupado, comencé a soñar con mi familia, mi hermana mayor siempre había sido la mas querida por mis padres, siempre le daban los mejores regalos y asistían a sus eventos, a los eventos míos y de Ceci no asistieron ya que comenzaron a trabajar, nunca pensaba en eso, prefería pensar en el tiempo que estuvimos felices conviviendo pero aun así me martirizaba no tener el cariño de mis padres

Al despertar lo primero que vi fue el rostro de ese chico quien me miraba con un rostro de preocupación, al verme despierta se vio como su expresión cambiaba y mostraba una sonrisa, se levantó rápido y fue hasta el otro extremo de la habitación por agua y me trajo un poco, me senté y le pregunté

- ¿Cómo llegue aquí?

Él me respondió mientras me daba el vaso con agua

- Te traje cuando te desmayaste, no sabía donde vivías así que te traje a mi casa

Tome el vaso con agua con ambas manos y lo mire mientras que disimuladamente veía a ese chico que abría la puerta ya que alguien la estaba tocando, era la sirvienta que le traía unos bocadillos para mí, los tomo y los puso en el mueble que se encontraba a un lado de la cama, tomo un sándwich y me dijo

- Abre la boca y di aaa

Me pareció bastante gracioso que comencé a sonreír

- No es necesario que hagas esto

- Por supuesto que es necesario – me dijo con una determinación – te desmayaste linda, debes estar débil

Su preocupación me hizo sentirme feliz, abrí la boca y le di un mordisco al sándwich haciendo que el rostro de ese chico se viese bastante feliz

- por cierto, ¿Por qué me llamas linda?

Él me miro directo a los ojos y me dijo un tanto avergonzado

- hay dos razones; la primera es que te me haces una persona muy bella, tanto por fuera como por dentro y la segunda – se puso mas rojo y dijo bajando la voz – no se me tu nombre.

Eso me hizo reír bastante, ese chico quien en un momento me había molestado ahora se me hacia una persona bastante simpática, la primera impresión había quedado atrás, ahora que lo conocía creía que no era una mala persona y que no tenía que estar a la defensiva con él, así que le dije mi nombre

- mi nombre es Samanta, ¿Cuál es el tuyo?

El sonrió feliz y contesto

- mi nombre es Alejandro, pero puedes decirme Ale, mucho gusto en conocerte Sam

Ese chico se vio un poco apenado en seguir hablando, pero al final se decidió

- se que te deje una mala impresión, pero no he tenido muchos amigos, ¿podríamos ser amigos?

No había notado que desde que se disculpo había querido ser mi amigo y por eso me había comprado aquel yogurt, solo buscaba alguien con quien platicar sin que estuviesen detrás de él como todas esas chicas, fui tan tonta en pensar que estaría enamorado de mí, solo quería alguien con quien platicar y salir

- por supuesto, y perdona por ser tan grosera contigo, estaba equivocada.

Él sonrió y comenzó a hablar de como era el lugar de donde venia, también hablaba de sus amigos que tenía y que hacían en su tiempo libre, tenia tanto de que hablar que no me di cuenta de la hora hasta que comenzó a sonar mi teléfono

- ¿Qué pasa?

- no llegaste a dormir noche y no has llegado aún, le dije a mamá que estabas con una amiga, pero está molesta de que lleves dos noches fuera, así que espero que regreses a dormir mañana sino mamá estará furiosa

- no te preocupes, volveré.

Cuando colgué la llamada vi el rostro de preocupación de Alejandro, me vio y sostuvo mi mano

- no creo que deberías salir a esta hora, seria muy peligroso para los dos si saliéramos, puedes quedarte en mi habitación, mañana temprano te acompaño a tu casa.

Lo pensé por un momento y tenia razón, esa pandilla operaba por la noche y podríamos ser atacados, y aunque de ida no pasara nada, en su regreso podría topárselos, no quería arriesgarme y arriesgarlo así que solo asentí y le di las buenas noches, él apago la luz y salió de la habitación, tuve un sueño bastante extraño donde veía una serpiente en la puerta de mi casa, después recuerdo haberla confrontado tratando de defender a alguien, un sueño bastante raro, eso es lo que fue.

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