Habían pasado 41 horas desde que me habían sacado de Nueva York y ya no soportaba un minuto más estar encerrada en ese vehículo con ellos. Llegamos a uno de los suburbios más exclusivos de Los Ángeles, el auto se detuvo, baje mirando el frente de una gran casa con un gran patio delantero. Era una casa de color gris claro en sus paredes y gris oscuro en el techo, poseía varias ventanas y dos garajes.
Luego de mirar la casa me di vuelta para agarrar mis maletas pero antes de hacerlo Gisela me tomó del brazo llevándome a la casa, me guió por toda la residencia; desde afuera parecía ser una casa de una sola planta pero me sorprendí al saber que no era así, subímos las escaleras hasta llegar a una puerta, la abrío y me encontré con una habitación pintada de color rosa, cortinas el mismo color que cubrían el ventanal que tenía una vista perfecta a la calle y al patio delantero, además había una cama de dos plazas rosa con sábanas blancas, la observé detenidamente y lo único de aquel cuarto que realmente me gustaba eran los armarios y muebles de colores blanco y marrón
- ¿te gusta?- preguntó Gisela con una sonrisa, volví a mirar la habitacion que había sido decorada para una niña con un obsesivo gusto por el color rosa
-Me gusta mucho- menti
-Me alegra, pensé que quizás no te iba a buscar
-No, para nada - volví a mentir - ahora si me disculpan quiero acomodarme en mi nueva habitación
-Está bien, nos retiramos- dijo Michel dejando las maletas en el suelo
-Ten, aquí están las llaves de tu habitación- dijo Gisela entregándome el unico juego y marchándose
Después de que se fueron volví a ver la habitación que para mí era repugnante, no soportaba ver ese color tan vibrante en las paredes y cortinas. Mi primera semana con ella estuvo llena de cambios que revelaron que mi tío se equivocaba, en esos días Gisela se percató de mi forma de vestir y se notaba que lo odiaba, durante mi tercer mañana ella tomo toda mi ropa, la llevo al jardín rociandola con alcohol para luego tirar un fósforo encendido sobre ella. Luego de ver como se consumía ella se dio cuenta que yo la miraba desde el ventanal de mi habitación corrió a la casa y subio las escaleras con varias bolsas en la manos
-¿qué queres?- pregunté con los brazos cruzados y la mirada llena de furia
-Te traje ropa- respondió con falsa amabilidad y con una sonrisa victoriosa
-¿cómo te atreviste a hacer eso?- dije señalando hacia el patio con notable molestia
-Esa ropa no era para una persona decente- dijo con un gesto serio, borrando su sonrisa
-¡Deja las bolsas y vete!- dije volviendo a ver por el ventanal mirando tan solo lo que había quedado de mi ropa
Ella las dejó y se marcho, horas después me acerque a las bolsas, saque aquella ropa y pensé
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Busque en las otras bolsas y era todo lo mismo; en ese momento tomé una dura decisión, seguí el consejo que siempre me daba Vladimir "si no puedes contra ellos, uneteles" él amaba ese dicho pues describia lo había tenido que emplear desde muy pequeño. Con aquella decisión corría un gran riesgo... perderme a mi misma. Me tragué todo mi orgullo y desde aquel día comencé a agachar la cabeza pero sin antes llenarme de remordimiento y vergüenza. Había quebrantado todas mis reglas para vivir.
Regla número 1: sé siempre tú misma
Regla número 2: no dejes que te humillen
Regla número 3: nunca bajes la cabeza
Regla número 4: jamás permitas que te cambien
Regla número 5: se fuerte y resiste
Aquella tarde renuncie a todo lo que era, convirtiéndome así en lo peor de la sociedad, una persona sin voz ni voto.
En tan solo dos semanas " me transformó" por completo, mi maquillaje habia desaparecido de mi rostro reflejando mi belleza natural, aunque Gisela me había obligado a llevar anteojos, lentillas y una peluca, ella odiaba el color de mis ojos y el color de mi cabello, odiaba recordar a Maycol y su año junto a él, con esa peluca y anteojos ocultaba los rasgos que había heredado de ella pues tampoco le gustaba recordar que había tenido una hija con él.
Comencé la escuela, mi primer día fue horrible, Gisela me levanto temprano, me obligo a bañarme y mientras lo hacía ella buscaba la ropa que me pondría, al salir del baño me hizo poner una pollera marron que me llegaba a las rodillas junto con una remera de cuello alto y mangas largas color negro, además de mis falsos anteojos, las lentillas y la peluca de color rubio que llegaba al hombro, me mire en el espejo, ella me tomo de los hombros
-Te ves como toda una señorita- me mire y era como estar frente a otra persona
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-No quiero ir así - proteste
-Irás asi porque no tienes otra ropa - dijo con voz victoriosa -
<< ¿De quien sera la culpa?>>
-¡iras a la escuela te guste o no!- exclamó seriamente
<< Con tal de estar lejos de ti, voy hasta desnuda>>
Bajamos las escaleras y fui a desayunar, al terminar agarre mi mochila para irme pero cuando iba a abrir la puerta Gisela me detuvo, me hizo subir a su coche y me llevo. Apenas baje todos me miraron y comenzaron a reírse me encamine al edificio y mientras lo hacía me ponía los auriculares con la música a todo volumen pero aún así podía oirlos; camine hacia la dirección donde el director me esperaba, el me dio la bienvenida a su institucion, me extendió las llaves de mi nuevo casillero y salí, camine por los pasillos hasta llegar al casillero que me habían dado, guarde unos cuantos libros pero mientras lo hacía una muchacha se me acercó
-Hola, mi nombre es Yasmín Harrison, encantada
-Hola, soy Mina Harris es un placer - la mire detenidamente, me parecio una chica amable, de más o menos mi estatura aunque un poco más alta, ojos verdeazulados, labios carnosos y cabello rubio lacio, era muy hermosa pero había algo que me incomodaba; vestía unas Vans blancas junto con un vestido rojo floreado
-¿eres nueva?- preguntó con una sonrisa
-Si- dije timidamente
-¿a que año entras?
- tercer año
-Qué casualidad, yo también estoy en tercero -dijo con alegría- ¿que materia tienes?
Mire el papelito que me había dado el director donde estaban los horarios y materias apuntadas
-Tengo ... física avanzada en el laboratorio 3
- Qué bien, vamos juntas
Comenzamos a caminar hacia el salón de ciencias mientras hablábamos un poco; entramos al salón y me di cuenta del porque tenía ese mal presentimiento, apenas paso el umbral de la puerta dejo de hablarme dulcemente, me entrego todas sus cosas como si fuera su sirviente, obligándome a llevarlas y ella se fue con sus amigas dejándome sola y desconcertada
-No te alejes- ordeno
Asentí y ella se fue con su grupo sentándose en uno de los mesones del fondo, observé a mi alrededor encontrando un mesón en el que nadie se sentada excepto dos muchachos, los excluidos de la clase, me dirigí y me senté frente a ellos; ambos hablaban casi en un susurro, aunque de vez en cuando dejaban de hablar y levantaban la mirada para verme, después de unos momentos el profesor llegó y comenzó la clase.
Él escribía en la pizarra con un fibron diferentes ejercicios, me intentaba concentrar en escribirlos y resolverlos pero los murmullos y miradas de mis compañeros no me dejaban tranquila
-chicos... - dije suavemente-...¿por que me miran? ¿sucede algo? - levantaron su vista, se miraron mutuamente y siguieron hablando como si no existiera, no le di importancia y seguí con lo que estaba haciendo, mire los resultados en la pizarra, levanté la mano - profesor, el tercer resueltado es incorrecto, ¿puede ser que usted lo halla resuelto mal o se halla confundido al escribirlo?- el profesor me miro fijamente miro el ejercicio hizo unas cuentas con su calculadora y después de unos minutos lo borro y corrigió
-Tiene razón, bien hecho- me felicitó el profesor
Al volver la vista a mi cuadernillo me sorprendí al ver una nota en la que decía " te veo despues de clases en la puerta del salón" mire a mi alrededor para ver quién la había mandado ya que no creia que los dos chicos frente a mi lo hubiesen hecho, pero no vi a nadie sospechoso así que continúe resolviendo con los ejercicios.
Al sonar la campana junte mis cosas y sali, frente a la puerta había dos muchachos esperando pacientemente; uno era de estatura media, cabellos castaños, ojos azul cielo y labios algo carnosos, bastante seductor; aquel muchacho llevaba una camisa a cuadros con distintas tonalidades de azul, una remera, un jeans blanco y unas vans; en cambio el otro era un poco más alto con cabellos castaños claros casi rubios, ojos verdes, labios finos que provocarían a cualquier chica, llevaba puesto una remera blanca, unos jeans negros y unas Vans del mismo color; el mirar de ambos era misterioso y eso me agradaba mucho, los mire por unos segundos percatandome de que eran los chicos que habían estado hablando toda la clase, al verme ellos se acercaron
-Ven con nosotros - ambos me tomaron de los brazos y me jalaron
Caminamos hasta el campo de fútbol americano y al cansarme de caminar sin recibir ninguna explicación me solte de sus agarres
-¡ya basta, me pueden decir que es lo que pasa si se puede saber!- ambos se miraron y luego dirigieron su mirada a mi
-Mi nombre es Jake Logan - dijo el muchacho de cabello castaño - él es mi amigo Austin Hills - dijo señalando al rubio- por cierto ¿eres nueva en la ciudad? ¿no te he visto antes? Es que... me resultas familiar- mi piel se erizo al oirlo
FLASHBACK
Dos horas antes de ir a la escuela. Mientras me bañaba Gisela se acercó a la puerta
-Mina, escuchame no quiero que hables de tu pasado, esta es una nueva vida para ti por eso tienes que olvidarte de Maycol, de tus amigos y de Nueva York
-Está bien mamá- dije con voz cansada saliendo de la ducha
FIN DEL FLASHBACK
-¿cual es tu nombre?- preguntó el rubio
-Me... me llamo Mina Harris- odie decir aquella palabra
-Nos impresionaste- hablo Austin - eres muy inteligente- dijo con una sonrisa- es una pena que seas amiga de Yasmín
-No soy su amiga, soy nueva en la ciudad y solo busco tener amigos
-Con ella no los tendrás - dijo Jake
-¿porque lo dices?- pregunté mientras veía como ellos se sentaban y me hacían señales para que los acompañará
-Bueno, ella no es lo que parece, es una maldita que se divierte con el sufrimiento de los otros, disfruta tener "esclavos" que hagan todo por ella. No te le acerques yo sé porque te lo digo - dijo con seriedad Jake
-Gracias por el consejo - sonreí
-No bajes la guardia con ella y tampoco permitas que sepa sobre tu vida porque sino te hará sufrir - me advirtio Austin
Su consejo me susto pero quizás tenían razón y no tenía que hacerme amiga de ella, pero tampoco quería estar sin amigos, me levanté del césped donde estaba sentada, me sacudí
-Adios, muchas gracias por sus consejos - me despedí
-Si necesitas algo solo buscanos- dijeron ambos
-Gracias- los salude y me fui
Camine por los pasillos del colegio mirando todos los lugares hasta que llegue a uno de los baños de mujer y alli me encontre con yasmin y sus amigas
-¡¿donde estabas?!- preguntó Yasmin visiblemente enojada
-Estaba ... - dije pero me interrumpio
-No me interesa, vos no tenés que estar con nadie que no sea yo y mis amigas- dijo reprochandome
-Si- agache la cabeza mientras la sangre me hervía al tener que rebajarme y no poder contestarle
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Comments
Sonia de la Torre
Que horror de persona la Gisela, seguro le encanta que se junte con la tal Yasmin, son igual de odiosas 🤨
2023-11-19
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