Luego de aquella conversación salimos del café me subí a mi auto y él organizó una carrera. Provocó a todos los corredores que estaban allí y cinco de ellos cayeron en su trampa, furiosos se subieron a sus autos y condujeron hasta la línea de salida
- ¡Muy bien en esta carrera se apostará 1000 dólares por cada uno de los corredores! ¡El que quiera hacer apuestas que lo haga ahora! - se acercó a todos nosotros y cada uno le dio el dinero- ¡la carrera consistirá en recorrer toda la quinta avenida y regresar, tendrán que pasar entre medio de todos los autos que haya y pasar por los semáforos! ¡El primero que llegue gana!. muy bien ¡están listos!, ¡enciendan sus motores! 1, 2, ¡arranquen! - exclamó
Todos los autos arrancaron rápidamente uno a uno los pase antes de llegar al centro de la ciudad y después comencé a aumentar mi ventaja rebasaba todos los autos, pasaba los semáforos, se oían las bocinas de los que quedaban atrás, la adrenalina se apoderaba de mí y eso me gustaba. Cuando llegué al puente todos se sorprendieron al ver solo mi auto Jack se acercó a mi y baje la ventanilla un poco
- Enserio les ganaste- dijo muy sorprendido
- Te lo dije, quédate con el dinero de mis carreras, de ahora en más solo vendré a correr y luego me iré ¿esta bien?
- Sí - asintió y se alejó dejándome marchar
- Adiós- subí la ventanilla y me fui
Después de cuatro meses de correr en las calles todos los fines de semana y ganar me apodaron Luz porque comenzaba una carrera y después me iba tan rápido que nadie me veía además me había hecho muy famosa gracias a la apuesta que comencé a hacer después de algunas carreras, esta consistía en que si algún corredor me ganaba yo le daría una gran recompensa y saldría de mi auto pero a medida que los meses pasaban me daba cuenta que ninguno me iba a ganar e incluso los que venían de otras ciudades se iban derrotados.
Durante ese año de colegio me reencontré con mis mejores amigos ellos eran Mila, Mike, Alex, Nahu, Jes y Mar no los había visto en cuatro años desde que sus padres los habían mandado a los diferentes colegios privados y pupilos de la ciudad y no tenían tiempo para buscarme, al reencontrarnos nos contamos todo lo que habíamos hecho en esos años; ellos pasaban más tiempo en mi casa conmigo que con sus propios padres incluso mi padre los trataba como si realmente fueran sus hijos y eso significa que él aceptaba mis amistades y ellos lo respetaban. El tiempo pasó realmente rápido y cuando menos me lo espere ya había pasado un año.
En la mañana de mi quinceavo cumpleaños mi padre me llevo el desayuno a la cama como hacía todos los años, después me vendo los ojos y me guío por la casa, una vez que llegamos me quito la venda y gritó
- ¡¡Sorpresa, feliz cumpleaños princesa!! - lo miré sorprendida y él me miraba con una sonrisa
- Papá - dije todavía sin creerlo y con las manos en la boca por la sorpresa- es hermoso, pero no hacía falta
- Para mi hija, todo lo que tengo es poco, te mereces mucho más - mire mi regalo y seguía sin creerlo
Él me había comprado un auto, era un Audi R8 de color azul y negro, además también me había comprado una moto Kawasaki color negro increible. Nunca me había imaginado que que me regalaría eso, el me había enseñado a atesorar todos los momentos vividos con las personas que amaba y no lo material; él decía que "es mejor ser pobre y amado que rico y sin amor"; él siempre me regalaba cosas pequeñas y aunque eran de valor yo lo apreciaba por lo sentimental
- Ahora podrás correr - sonrió y me guiño el ojo
- Pero no tengo licencia- él me miró y me mostró un papel
- Con esto podrás hacer el examen, aunque con o sin licencia igual corres ¿no es cierto? - yo solo sonreí y mis mejillas se tornaron rojas- Si papá, gracias por dejarme presentar el examen- dije mientras lo abrazaba con fuerza
Un mes después había recibido mi carnet de conducir, luego de obtenerlo espere que llegara el fin de semana ansiosa y cuando al fin llegó ese mismo sábado por la noche me vestí, maquillé y subí a mi Audi R8 debía lucirlo, fui al mismo punto donde todas las noches nos reuníamos y cuando llegue una carrera iba a dar comienzo me acerque a la línea de partida junto con los otro cuatro autos ya que había un lugar libre, Jack tocó mi ventanilla la baje un poco y le di los mil dólares de siempre y una nota para que lo anunciará
- Muy bien señores, uno de los corredores me entregó esta nota y dice: buenas noches corredores soy la personas que hace dos años les viene ganando todas las noches solo quería decirles que he cambiado de auto y de ahora en más conduciré este Audi R8- después de que terminó hubo unos murmullos que se callaron cuando Jack explico el circuito por el cual debíamos correr, luego apareció una chica vestida muy atrevidamente que comenzó la carrera
Al pisar el acelerador la adrenalina invadió todo mi cuerpo desde los pies que sentían el pedal hasta mi último cabello y eso aumentaba con cada semáforo en rojo que pasaba a toda velocidad, la policía nos perseguía pero no podían hacer nada ante la potencia y la velocidad de nuestros autos, uno a uno los pasaba hasta que al final llegue en primer lugar, me había sentido como la primera vez que corría en la calle y cuando llegaron los demás corredores me fui.
Despues de presumir mi nuevo auto regrese a casa y me di cuenta que faltaban solo tres dias, estaba emocionada ya que iba a comenzar la temporada de carreras donde mi padre hacia cuatro años venía ganando; ese día me desperté con una sonrisa, me puse una blusa blanca con mangas Oxford que me llegaba al ombligo, un jeans negro roto y unas Vans negras, además me maquille como todas las mañanas un poco de sombra, me deliñe los ojos y me coloque un poco de lápiz labial morado que usaba solo cuando mi padre corria, baje a la cocina donde Beatriz me esperaba con el desayuno preparado
- Buen día nana - dije alegremente
- Buen día querida
- ¿mi padre ya se fue?
- Si, tomó su taza de café junto con una tostada- ella siempre me mantenía al tanto ya que Maycol se saltaba una que otra comida
- Esta bien, entonces desayunaré y me iré a apoyarlo como siempre - dije mientras tomaba un sorbo de café
- Muy bien Querida, yo lo estaré mirando desde aquí
Al terminar el desayuno me despedí de Beatriz con un beso en la mejilla, fui al garaje, me subí a mi saburu y salí. Minutos después llegue al estacionamiento del autódromo, entre al edificio me dirigí directamente donde estaba el equipo de papá y allí lo encontré, estaba hablando con Mark el jefe del equipo, al acabar se dio la vuelta dándose cuenta de mi presencia, se acerco me abrazo y me dio un beso en la frente
- Hoy ganaré por ti cielo- dijo con una sonrisa - te amo hija
- ¡Corredores a la línea de salida!- escuché que decía el anunciador, él se dirigío al Mclaren Senna rojo y negro repleto de estampillas de sus patrocinadores con el cual todos soñaban y al verlo subir un mal presentimiento se apoderó de mi.
Me quedé junto al equipo mirando la carrera que estaba a punto de dar inicio, los corredores se colocaban en sus posiciones y la bandera verde empezaba a hondear dando comienzo a la carrera. La primera parte fue tranquila los corredores ganaban posiciones, mientras mi padre se mantenía en el segundo lugar peleando por el primero, a medida que la carrera avanzaba mi inseguridad crecía; al entrar en las últimas cuatro vueltas mi presentimiento crecio aún más. Mi padre seguía luchando por pasar al primer lugar y en un instante un tercer auto apareció chocando con mucha fuerza a mi padre, el auto comenzó a dar vueltas en el aire por la fuerza del golpe, al dejar de dar vueltas este comenzó a incendiarse rápidamente mandaron a los bomberos y paramedicos pero antes de que llegarán el auto estallo con mi padre adentro, con aquella imagen en mi mente mis ojos se cristalizaron, me puse la mano en el pecho mientras sentía como me faltan el aire, Mark me sostuvo al ver que mis piernas se vencian, me hizo sentarme y me calmo. Al tranquilizarme entre en un estado de shock, no entendía nada mi mente estaba completamente en blanco, veía como la gente pasaba corriendo a mi lado, no percibía los sonidos, sin expresión en mi rostro me levanté de la silla y me dirigí al estacionamiento, mientras caminaba como un zombie las personas me chocaban pero no decía nada, al llegar divisé mi auto y regrese a mi casa
...
Cuando baje del auto vi a mi nana en la puerta estaba esperandome con una mirada llena de preocupación. Camine a la puerta pasando a su lado ignorandola, subí a mi cuarto sin decir una palabra, al llegar cerré la puerta detrás de mí y le puse seguro. Mire aquella puerta blanca que tenía en frente por unos segundos para luego lanzar un grito desgarrador tan fuerte que pudo oírse en toda la casa, las lágrimas brotaron de mis ojos inmediatamente mientras mis gritos llenos de dolor y desconsuelo dejaban mi boca una y otra vez.
- ¡NOOOO! ¡¿porque?! ¡porque mi papá!- gritaba mientras golpeaba una pared cercana con todas mis fuerzas dejando marcas color carmesí en el fondo blanco. Al sentir el entumecimiento en mis manos caí de rodillas al suelo gritando ahogadamente - ¡no, el no pudo haber muerto! - me levanté, fui a mi mesita de noche y grite mientras arrojaba un jarrón de porcelana que había allí - ¡El no está muerto! - decía mientras arrojaba todos los objetos que tenía a mi alcance por los aires. Mis lágrimas rodaban por mi rostro y la sangre que salia por mis nudillos era esparcida en pequeñas gotas por toda la habitación al arrojar los objetos, cuando me cansé estaba en el centro de la habitación de rodillas en la madera
- Hija - exclamó preocupada mi nana al oír los ruidos
- ¡No entres! Estoy bien, tan solo quiero estar sola- exclame y me levanté para sostener la puerta
- Mina, déjame pasar, no debes estar sola; tus amigos han venido a ver cómo estas, abre la puerta por favor - suplico
- ¡quiero estás sola Beatriz! Solo déjame y dile a mis amigos que no se preocupen- en las últimas palabras mi voz se quebró
- Está bien pero no cometas ninguna locura, voy a estar aquí si me necesitas- dijo y se fue
Después de que se fue caí de rodillas nuevamente, mis lágrimas y sollozos se habían convertido en un lamento sin fin que se oía en toda la casa y parecía no acabar.
Esa primera noche fue realmente dolorosa, las horas pasaban con gran lentitud, el recuerdo del accidente me atormentaba a cada segundo, lo revivía una y otra y otra vez, esa memoria era lo único que me decia que lo ocurrido no era una pesadilla, sino, la dura realidad. El entumecimiento de mis manos llenas de sangre con pedazos de vidrio y porcelana incrustados, junto con los nudillos ya sin piel que palpitaban como un segundo corazon tambien me lo recordaban, no podía creer que él se hubiera ido.
Los rayos del sol que traspasaban las cortinas de seda que cubrían el gran ventanal me anunciaba el nuevo día revelandome tambien que no había dormido en toda la noche, le di la espalda al sol naciente me acomode e intente dormir. Al cabo de unos minutos abrí los ojos al oír que alguien tocaba la puerta, era mi nana que me avisaba que eran las nueve de la mañana dándome cuenta que había dormido apenas tres horas
- Querida- dijo desde afuera de la habitación- es hora de irnos
- Ahora me cambio y vamos- dije expresando mi tristeza
Quince minutos más tarde salí de mi cuarto con un vestido sin margas con escote en U de color negro que me llegaba a la mitad de mi muslo.
Baje las escaleras donde se hallaban mis tios, primos y mi nana Beatriz se me acercó para ayudarme a bajar, miro mis manos notando mis heridas, rápidamente me agarró del brazo, llevandome a la cocina, me sentó en una silla de la isla y trajo el botiquín me quito todos y cada uno de los vidrios que tenía incrustado por toda las manos, para luego curarmelas
- Ay mina, como pudiste hacerte tanto daño- dijo mi tia llena de preocupación al verme las manos completamente vendadas
- Hay que irnos- dije encaminandome hacia la puerta y evitando la pregunta de Lina
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Comments
Sonia de la Torre
Uff muy duro, cuanto dolor 😥
2023-11-19
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