Nicolás

— Ok, ya voy— le digo a Gabi— Andru aguantarme que hay vengo—ella asiente con una sonrisa, se debe imaginar de que Nicolás se trata, entonces me levanto y salgo a ver si es él.

Que raro, que este acá justo en este momento...

Llego a la puerta emocionada y estába el, parado junto a la pared mordiéndose las uñas, esta un poco más delgado, pero sigue siendo rellenito... Aunque debo admitir que se ve muy bien, se ve tan adulto, alto, y su cabello rubio sigue intacto, definitivamente ¡¡Es mi Nicolás!!

—¿Nico?— Le pregunto, aunque se que es el.

— ¡Eve!— su mirada hacia mi es triste, entonces se acerca y me da un abrazo fuerte, lo necesitaba tanto.

— Gracias por venir, peroo ¿cómo supiste? ¿Cuando llegaste? ¿En qué viniste?

— ¡uououo! de a una pregunta por favor jajaj... primero estás vos igual ¿cómo estas?— me pregunta y se pega en la frente— que pregunta boluda hice, soy un tarado, perdona no se como consolarte en este momento, solo se que quería estar con vos...

— ¡eu! no seas tonto, solamente con que estés acá me hace sentir mucho mejor...— le digo— ahora, contesta lo que pregunté pavo.

— Supe por Facebook, no se cual de tus primas es la que publica hasta cuando se tira un pedo...

— jeje Macarena debe ser..—le contesto.

— ¡si si esa!... bueno, entonces supuse que estarías muy mal, hace muchos años años que no te veo, pero se cuanto la amabas...— le brindo una sonrisa tristona—... bueno solo, quise acompañarte en este momento, tome un avión anoche y acabo de llegar...— lo miro y lo vuelvo a abrazar...

Nicolás fue mi vecino, vivia de al lado de la casa de mis padres, lo conozco desde que tengo noción, siempre fuimos amigos y nos defendimos uno al otro... Tengo hermosos recuerdos de él

Es un año menor que yo, sus padres se mudaron a La Pampa un año antes que el terminara la secundaria, entonces se quedó ese año viviendo en mi casa para poder completar sus estudios, al terminar se fue con ellos a seguir la Universidad allá. Desde ese entonces que no lo veo, nos hemos comunicado varias veces pero cada vez fueron menos frecuentes.

Sin embargo ahora está acá, tomo un avión para estar conmigo...

Sin soltarme de sus brazos, le pregunto— ¿tus cosas?..

—¿eh? ahh si si, acá traje este bolso no más.— Lo señala al lado de el.

— Bien, vamos a guardarlo en el auto de mi viejo y después vamos a dentro, quiero que conozcas a mis hijos, va a Teo lo conociste de bebé, pero no sabes lo grande que está. Esta casi de mi altura jajaj

—... tampoco era mucho lo que tenía que crecer para alcanzarte— entre cierro los ojos para mirarlo.

—¿vos me estas diciendo enana Nicolás?..

— jajaja yo no estoy diciendo nada, lo dijiste vos— si, ese es mi Nicolás el mismo de siempre, que bien me siento.

— y vos, ya no tenes tanto cachete— le pellizco la cara—... y bajaste la pansita— le pellizco el abdomen— ¿qué está pasando acá? ¿Andas enamorado?— le digo en tono de burla.

— no no no no no y no jajajaj— se ríe con todo, que linda y cálida siempre es su sonrisa— en realidad después de Karen, no te da ni una pizca de ganas de tener otra relación jajaja.

Karen fue su novia muchos años cuando se fue de acá, no la llegué a conocer pero se que era insoportable, incluso sin conocerme me tenía celos la estupida. Una vez hasta me llamó, pero bueno ese es otro tema.

Mientras hablábamos, llevamos su bolso al auto y entramos a la sala velatoria.

— Pasa, acá están a Andru que ya la conoces, Gabi me hermano que no te reconoció el muy tarado, y mis hijos Teo, Milo y Gala...

— Tanto tiempo Nico— Andru lo abraza.

— ¿cómo andas Andree? Tanto tiempo ¿no?

— Bien todo bien por suerte, me alegra que estés acá, Eve se va a sentir mejor...— dice Andru, ¡como me conoce!

— Te juro que no te reconocí Nico, estas cambiado— Le dice Gabi.

Interrumpo ya que mis hijos lo miran y no entienden nada.

— amores mío, el es Nicolás, un gran amigo de mami, desde que era como Gala más o menos— les explico.

Los nenes tiene su mirada triste aún, pero aún así lo saludan con una sonrisa.

Nico se agacha para quedar a la altura de ellos, les da la mano mano a Teo y Milo y juego levanta a Gala en sus brazos.

— Es una mini versión tuya, pero en rubia— me dice. Gala le sonrie de oreja a oreja, al parecer le cayó bien.

— jajaja todos dicen los mismo— Le contesto.

En eso entran mis viejos.

— ¡Nicolás querido! Tantos años...— habla mi viejo.

Nico deja a Gala en el suelo, para ir a abrazar a mis padres.

— Si, muchos años... Enrique, Mari un gusto volver a verlos.— le dice mientras los saluda.

Nos quedamos todos en la sala charlando, la gente iba y venía a despedirse.

Por alguna razón no puedo dejar de mirarlo mientras habla, es el mismo de siempre pero noto otra madurez, otro brillo. Pero me da una paz interior que hace mucho no sentía.

— ¿Me acompañas a verla?— le pregunto.

— ¡si! obvio— se levanta y nos dirijamos a la sala donde está en cuerpo de mi abuela.

No puedo describir lo que siento, es como algo irreal, como cuando estás en una pesadilla y lo sabes pero no podes despertar.

Sin pudor alguno, acaricios sus manos frías, después su rostro gris y depósito un beso en su frente dejando mis lagrimas sobre ella.

No lo puedo creer... mis piernas se debilitan ante la sensación de pánico y dolor. De pronto siento que Nicolás me toma la mano fuerte en señal de compasión. Lo miro para agradecerle, el me mira triste y con su otra mano limpia las lágrimas de mi rostro.

— No existen palabras en este momento, por eso te brindo todas mis fuerzas, apoyo y cariño... estoy con vos, no pienso soltarte— dice sin dejar de tocar mi rostro.

Me pierdo en su mirada sincera y penetrante, cuando de pronto un recuerdo vino a mi mente.

FLASHBACK

— no me retes viejita, soy un caso perdido, parece que tengo un imán para los pelotudos...

Mi abuela me reta, ya que ella me advirtió que no ande con cualquier fulano. Ahora estoy acá embarazada por tercera vez, pero esta vez de Leonel, un chico que conocí hace dos meses

No quiero entrar en detalles con mi abuela, si no voy a parecer cualquiera, pero con Leonel teníamos una relación de "TACH" nada serio, al parecer el forrito más forro, se pinchó jaja.

Cuando me percaté de mi embarazo, se lo comenté. En realidad le aclaré que no quería nada serio ni con el ni con nadie, que no pensaba abortar pero que era mi decisión tenerlo, y que el podía decidir lo que el quiera, sin obligaciones, pero le advertí que si decidía ser parte de la vida del bebé, que sea para ser un buen padre, si no que se de la vuelta y se valla.

El fue comprensivo, lo pensó unos días y decidió no participar en la paternidad. Fue lo mejor, aunque conmigo solo tenía sexo de vez en cuando y no lo conocía bien, yo podía percibir que no era un muy buen tipo. Así que mejor lejitos.

— Es que tuviste en tu narices a tu compañero de vida y lo dejaste ir...— me dice y suspira..

— ¿qué decís abuela? No te comprendo.— no se de que me habla ¿de Martín?

— No estoy hablando del difunto, bueno para nada de Martín— me dice, parece que me leyó el pesamiento— Hablo de Nicolás, el gordito que se derretía mirándote y siempre estaba con vos.

— ¡Abuelaaaa! ¿que cosas decís? Nico siempre fue mi amigo y nada más — le explico.

— Lo se, pero eso no quita, que ese era "tu verdadero destino"... Nada más que en esta vida, vivir es... como caminar con los ojos vendados y los cordones desatados, siempre dispuesto a no ver y a tropezar.

FIN DEL FLASHBACK

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