A Esta Vida Llegaste Tú - Capítulo 5 - Coincidencias que no se disimulan

El día estaba despejado. Una brisa ligera atravesaba las calles y las hojas de los árboles danzaban como si saludaran discretamente a los que caminaban sin prisa. Olivia no tenía sesión esa tarde, solo una reunión virtual programada más tarde con su agencia. Había dormido bien, desayunado con calma y decidido salir a caminar un rato para conocer mejor las calles de su infancia. Llevaba un conjunto deportivo blanco con detalles dorados, minimalista pero de diseñador, zapatillas limpias y su cabello recogido en una coleta baja perfectamente peinada. Olivia Montenegro no salía de casa sin arreglarse. Nunca. Ni siquiera si solo iba a respirar aire fresco. Tenía estilo sin pretenderlo. Entró a una librería-cafetería en una esquina con ventanales enormes, buscando un lugar tranquilo para leer un rato. Abrió su libro y pidió un té matcha helado. No llevaba ni diez minutos sentada cuando escuchó una voz familiar acercándose.

Nicolás Valencia Ambrosio

¿Olivia?

Levantó la mirada y ahí estaba Nicolás. Pantalón azul marino, camisa clara remangada, rostro relajado y gesto tranquilo… pero claramente sorprendido.

Olivia Montenegro Saldívar

Hola, que coincidencia

Nicolás Valencia Ambrosio

Bastante. Estaba cruzando la calle para recoger unos documentos y me pareció reconocerte por la ventana

Olivia Montenegro Saldívar

¿Vienes seguido?

Nicolás Valencia Ambrosio

No tanto, pero lo conozco. ¿Puedo

Olivia Montenegro Saldívar

Claro

Se sentó frente a ella. El ambiente entre ambos era liviano, pero contenía algo más. Algo que no se decía.

Nicolás Valencia Ambrosio

¿Tiempo libre?

Olivia Montenegro Saldívar

Poco. Pero hoy tuve suerte

Nicolás Valencia Ambrosio

¿Te estás acostumbrando?

Olivia Montenegro Saldívar

Poco a poco. A veces es raro… siento que todo sigue igual, pero yo ya no soy la misma

Nicolás Valencia Ambrosio

Te entiendo. Pasa más seguido de lo que uno cree

Olivia Montenegro Saldívar

¿Y tú? ¿Estas bien?

Nicolás Valencia Ambrosio

Bueno… supongo que sí

Olivia Montenegro Saldívar

¿Jimena?

Nicolás Valencia Ambrosio

No está mal. Pero tampoco está bien

Olivia Montenegro Saldívar

¿Por qué sigues ahí?

La pregunta salió sola. Sin filtro. Pero sin dureza. Él bajó la mirada. Luego la alzó.

Nicolás Valencia Ambrosio

Porque no siempre sabes cómo salir sin hacer daño

Olivia no respondió. Solo asintió, con comprensión.

Nicolás Valencia Ambrosio

¿Y tú? ¿Alguien en tu vida?

Olivia Montenegro Saldívar

No y así estoy bien

Nicolás asintió, aunque sus ojos parecieron preguntarle algo más. Y justo entonces, su celular vibró. Olivia lo revisó y algo en su expresión cambió. Se tensó, se le borró la sonrisa. Era un mensaje. ANDRÉS: Sé que estás en California. Podemos hablar, aunque sea por última vez. No te voy a molestar si me dices que no. Pero si me ignoras, sabré que sigues dolida. Nicolás notó el gesto.

Nicolás Valencia Ambrosio

¿Todo bien?

Olivia Montenegro Saldívar

Pero no estaba bien.

Casa de los Valencia — más tarde

Jimena llegó justo cuando Nicolás estaba por subir las escaleras.

Jimena Álvarez Palomares

¿Donde estuviste?

Nicolás Valencia Ambrosio

Fui a recoger unos papeles. ¿Por?

Jimena Álvarez Palomares

Nada. Solo que ya ni me dices dónde estás

Nicolás Valencia Ambrosio

No sabía que tenía que dar explicaciones de cada paso

Jimena Álvarez Palomares

¿Y a quien viste?

Nicolás Valencia Ambrosio

A nadie

Mintió. Pero fue automático. Como si algo dentro de él sintiera que decir la verdad solo traería drama innecesario. Jimena se quedó mirándolo, desconfiada. Luego fue hacia la cocina, donde estaban Chloe y Lara sentadas tomando té.

Jimena Álvarez Palomares

Hola

Lara Ambrosio Hernández

Jimena, qué bueno que vienes

Jimena Álvarez Palomares

Traje unos macarons

Lara Ambrosio Hernández

Que detalle

Chloe los probó.

Chloe Valencia Ambrosio

Están buenos. Aunque los que trajo Olivia el otro día estaban más suaves, ¿te acuerdas mamá?

Lara Ambrosio Hernández

Claro

Lara Ambrosio Hernández

Y esos venían con una nota escrita a mano, muy tierna

Jimena apretó el vaso de agua que tenía en la mano.

Jimena Álvarez Palomares

No sabía que estaba viniendo tan seguido

Lara Ambrosio Hernández

Vino solo un par de veces. Una vez con su mamá. Otra cuando Fernando le pidió asesoría para un catálogo de imagen para la empresa. Tiene muy buen ojo

Jimena Álvarez Palomares

¿Y Nicolás?

Lara Ambrosio Hernández

No coincidieron, creo

Mentira. Lara sí sabía que sí. Pero prefería no decirlo. Chloe, en cambio, no se aguantó.

Chloe Valencia Ambrosio

Ay sí, mamá. El otro día se toparon en el café de la librería esa de la esquina

Chloe Valencia Ambrosio

Yo vi en la tarjeta de consumo de Nico. Te dije que tenía la misma hora que la de Olivia

Casa de los Montenegro — esa noche

Madison Vega Sinclair

¿De quién era el mensaje de hoy?

Olivia Montenegro Saldívar

Andres

Madison Vega Sinclair

¿Otra vez?

Olivia Montenegro Saldívar

Sí. Me escribió. Dice que no me va a molestar si le digo que no quiere saber de mí, pero que si lo ignoro va a pensar que sigo dolida

Madison Vega Sinclair

¿Y si estás dolida?

Olivia Montenegro Saldívar

No sé. Creo que ya no por él. Sino por lo que permití cuando estuve con él. Por haberme apagado tanto. Por haberme creído menos de lo que soy

Madison Vega Sinclair

No necesitas decirle nada. Que piense lo que quiera. Lo importante es lo que tú sabes de ti

Olivia Montenegro Saldívar

Lo sé. Solo… duele un poco que algunas personas crean que pueden regresar como si nada. Como si no me hubiera roto en pedazos para reconstruirse

Madison Vega Sinclair

Pues tú te reconstruiste muy cabrón

Olivia sonrió, secándose el rostro con la toalla.

Olivia Montenegro Saldívar

Gracias

Dos días después