Cinco días después, mi papá jugaba otro partido oficial con su equipo.
Y esta vez, yo iría a verlo.
Claro, mamá ya lo había visto jugar muchas veces, pero para mí era diferente.
No lo había visto desde que era pequeña.
Y aunque convivíamos todos los días, en la cancha parecía otra persona.
Cuando entró al estadio, uniforme oscuro, y mirada fija, sentí que estaba viendo a alguien completamente nuevo.
No sonreía.
No saludaba.
No se detenía.
Mi papá siempre ha sido serio… pero ahí arriba, lo era aún más.
Un alfa en su elemento. Intocable. Imparable.
Me giré hacia mamá, que aplaudía tranquila.
Ari Laskaris (O)
¿Siempre ha sido así de serio?
Celeste Volkova (O)
¿Así cómo?
Ari Laskaris (O)
Así… —hice un gesto con la mano—, como si fuera un muro con patas.
Ella soltó una risa suave.
Celeste Volkova (O)
A veces.
Ari Laskaris (O)
¿Le hiciste algo? —pregunté en broma.
Mamá me miró con esa sonrisa misteriosa que solo ella sabía hacer.
Celeste Volkova (O)
No, mi amor. No le hice nada.
Ari Laskaris (O)
Entonces… ¿por qué es así?
Ella suspiró.
Celeste Volkova (O)
Hace años, en su antiguo equipo, tu papá tenía un mejor amigo coreano. Jugaban juntos, entrenaban juntos, hacían todo juntos. Eran inseparables.
Un nudo se formó en mi garganta sin saber por qué.
Ari Laskaris (O)
¿Y… qué pasó?
Celeste Volkova (O)
Recibía mucho odio —continuó mamá—. Comentarios crueles, insultos por redes, incluso amenazas. Un día… no pudo más.
Le dejó una carta a su familia.
Y otra a tu padre.
Desde entonces, Evander… cambió.
Me quedé en silencio.
Celeste Volkova (O)
Trató de seguir, pero no podía jugar sin él. Se fue de ese equipo. Y desde entonces, decidió no apegarse demasiado a nadie. Al menos… no fuera de nosotros.
Me dolió pensarlo. No me imaginaba a mi papá llorando, pero tampoco podía imaginarlo cargando con eso.
Ari Laskaris (O)
Debe haber sido duro para él —susurré.
Celeste Volkova (O)
Lo fue. Pero no se lo digas. Nunca te contaría algo así, y no quiero que sepa que yo lo hice.
Ari Laskaris (O)
Lo prometo —dije, y lo decía en serio.
El partido terminó con la victoria de su equipo.
Papá, como siempre, no festejó con escándalo. Solo alzó el puño hacia el cielo, con una pequeña sonrisa en los labios.
Después se fue a cambiar.
Y cuando volvió, no lo hizo solo.
Evander Laskaris (A.D)
Ari —dijo al acercarse—quiero presentarte a un amigo.
El hombre que lo acompañaba era más bajo, pero con presencia. De ojos rasgados, cabello ligeramente canoso y una sonrisa amable.
Joon Song (A)
Joon Song —se presentó, extendiendo la mano.
Ari Laskaris (O)
Ari —dije, estrechándola con cortesía.
Joon Song (A)
Un gusto verte de nuevo Celeste—dijo Joon, inclinando un poco la cabeza hacia ella—. Sigues igual de radiante.
Mamá se rio.
Celeste Volkova (O)
Gracias, Joon.
Joon Song (A)
Me gustaría invitarlos a cenar pronto. Mi hijo también estará. Me encantaría que Celeste y Ari lo conocieran.
Papá y mamá se miraron.
Asintieron.
Celeste Volkova (O)
Claro, será un placer —respondió mi madre.
Yo no dije nada.
Solo sonreí suavemente…
sin saber que esa cena cambiaría mi vida para siempre.
★
★
★
★
No sé cómo terminé aceptando la idea de ir a una cena formal con un completo desconocido.
O bueno… no era exactamente “completo”.
Sabía su nombre, que era hijo del amigo de mi papá y que estaría presente esa noche.
Pero nada más.
Y, sinceramente, no esperaba gran cosa.
Solo quería verme decente, no morir de aburrimiento y fingir que no estaba deseando quedarme en pijama viendo K-dramas con Lyra.
Pero ahí estaba, frente al espejo, con dos amigas revoloteando a mi alrededor como estilistas profesionales.
Mila
No muevas la cabeza —me regañó Mila mientras intentaba peinarme.
Ari Laskaris (O)
Me estás jalando el alma —le dije.
Mila
Es que tienes nudos existenciales, no solo de cabello —respondió.
Lyra se reía desde la cama, estirando los zapatos que me había prestado.
Lyra
¿Y entonces? —preguntó con tono de chisme fresco—¿Es guapo?
Me giré hacia ella.
Ari Laskaris (O)
No lo sé. No lo conozco.
Lyra
Aaaaah… pero igual te arreglas, hmm —añadió, alzando una ceja.
Ari Laskaris (O)
Es cena con mi familia, Lyra. No voy a ir en crocs.
Mila
Hubieras llevado los rosados —bromeó Mila.
Negué con la cabeza, pero no pude evitar sonreír.
Ellas sabían cómo sacarme de mis pensamientos, incluso cuando no lo decía.
Lyra
¿Sabes cómo se llama al menos? —preguntó Lyra.
Ari Laskaris (O)
Damián. Damián Song.
Mila
Suena a problema —dijo Mila.
Lyra
O a protagonista de novela negra —añadió Lyra.
Mila
O a mafia coreana con traje y mirada que mata —agregó Mila.
Me reí.
Ari Laskaris (O)
¡Ni siquiera lo conocen!
Lyra
Y tú tampoco —dijo Lyra—. Pero algo me dice que esta noche… vas a dejar de no conocerlo.
Me giré a ver mi reflejo.
Mi maquillaje estaba suave, mi cabello ondulado, el vestido ajustado a mi estilo.
Comments