Pequeñas atenciones

Yin no estaba acostumbrado a tanta atención. Los deltas solían ser intensos o arrogantes, y él siempre había preferido mantenerlos lejos. Pero Silas era distinto. Tenía una forma sutil de acercarse, como si no buscara invadir su espacio, sino hacerse parte de él.
La siguiente semana, Silas comenzó a llegar temprano a clase, siempre con dos cafés. Nunca preguntaba si Yin quería uno. Simplemente, lo dejaba sobre su mesa con una nota breve garabateada en una servilleta: "Para mantenerte despierto. Silas." Era un gesto pequeño, pero constante. Yin sonreía, aunque a veces se preguntaba cómo sabía exactamente qué café le gustaba.
Silas
Silas
¿No duermes mucho, verdad? (mientras caminaban juntos por el campus.)
Yin
Yin
Lo justo (levantándo los hombros.)
Silas
Silas
Lo noto en tus ojeras. Te ves más cansado de lo que dices. (no lo dijo con burla, sino con genuina preocupación. Había algo inquietante en su forma de observar.)
Yin
Yin
(Intentó bromear) ¿Estás analizándome o vigilándome?
Silas
Silas
(Sonrió sin responder. Después de clase, lo esperó afuera del edificio bajo la sombra de un árbol. Sostenía un libro entre las manos.) Es tuyo, te vi leyéndolo el otro día en la biblioteca, pero tenía una página arrancada. Este está intacto. (Extendiéndoselo)
Yin
Yin
(Lo tomó, desconcertado.) ¿Cómo sabías que me faltaba esa página?
Silas
Silas
(Se encogió de hombros.) Lo noté cuando lo hojeabas. Me pareció que te frustró.
Ese día Yin sintió algo nuevo, un calor extraño subiéndole por la nuca. No era solo atención… era detalle, minucioso, cuidadoso, como si Silas conociera sus gestos antes de que él mismo los notara. A veces se encontraban sin planearlo, o eso creía Yin. En la fotocopiadora, en la fila de la cafetería, incluso en la lavandería de la residencia.
Silas
Silas
El destino es curioso Nos sigue cruzando (con su típica sonrisa discreta)
Pero Yin no sabía que Silas llevaba un registro de sus horarios, de sus rutas. Que había aprendido a leer sus rutinas como si fueran poesía. Una tarde nublada, mientras estudiaban juntos en la biblioteca, Silas deslizó un pequeño dibujo en su cuaderno. Era una ilustración en lápiz: él, leyendo junto a la ventana. Yin lo miró sorprendido.
Yin
Yin
¿Tú dibujaste esto?
Silas
Silas
Anoche,no podía dormir, pensé en ti. (con una calma inquietante, como si fuera lo más natural del mundo. Como si Yin siempre hubiera estado en su mente, incluso antes de conocerlo.)
Yin
Yin
Te estás esforzando mucho (bromeó , intentando aliviar la tensión que sentía en el pecho.)
Silas
Silas
No. No me cuesta Quiero que sepas que alguien te ve. Alguien de verdad. (mirándolo con intensidad)
Yin
Yin
(Bajó la mirada, esa frase se quedó vibrando en su cabeza por el resto del día. Tal vez Silas era distinto, tal vez, por fin, alguien lo veía como algo más que un omega tímido. Tal vez… era seguro bajar la guardia. No sabía que, mientras más bajaba la guardia, más hilos invisibles lo ataban a Silas.)

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play