La casa de los Morózov estaba en completo silencio, solo interrumpido por el crujido del reloj antiguo del salón. La madre de Ilya, Irina, se sentó en la cocina con las manos temblorosas. Su esposo, sergei, miraba por la ventana, como si esperara ver a su hijo regresar por el sendero cubierto de nieve.
Irina de morózov
No está en casa de sus amigos *dijo Irina, con la voz quebrada*. Tampoco fue a la escuela. ¡Alexei, ¿dijiste que lo viste anoche?!
Desde el sofá, Alexei se encogió de hombros sin siquiera levantar la vista del celular.
alexei morózov
Sí, mamá. Se fue con alguien. Un amigo, creo.
sergei morózov
¿Un amigo? ¿Quién? ¿Cómo se llama? *preguntó sergei, girándose de inmediato.*
alexei morózov
No sé. No pregunté. Solo dijo que iba a salir un rato.
Irina de morózov
¡¿Y no te pareció raro que no regresara?! ¡Tiene solo diecisiete años! *gritó su madre, desesperada.*
alexei morózov
*chasqueó la lengua.*
alexei morózov
Por favor... ya no es un bebé. Siempre le dan todo, ¿qué importa si se fue un día entero?
Irina lo miró con el corazón encogido. Sus ojos, normalmente llenos de amor por sus hijos, ahora mostraban algo más. Duda.
Irina de morózov
Alexei... ¿tú no le hiciste nada, verdad?
El chico levantó lentamente la cabeza. Su mirada era indiferente, hasta burlona.
alexei morózov
¿En serio crees que yo lo lastimaría?
Yuri se acercó, molesto.
sergei morózov
No es eso. Pero estás muy tranquilo para alguien que no sabe dónde está su hermano menor. ¿Acaso discutieron?
alexei morózov
No. Todo está bien *mintió Alexei, volviendo a mirar su celular*. Seguro aparece. Ya verán.
Irina sintió un escalofrío. Algo no cuadraba. El desinterés de su hijo mayor era inquietante. Siempre había estado celoso de Ilya. Desde pequeños, era evidente. Ilya era el dulce, el tierno, el que todos querían abrazar. Alexei… siempre estuvo a la sombra.
sergei morózov
No vamos a quedarnos aquí sentados *dijo sergei de pronto, con decisión*. Voy a la estación de policía. Vamos a reportar su desaparición.
Irina asintió de inmediato, tomando su abrigo.
Irina de morózov
Sí. Hay que poner una alerta roja. Ilya nunca se va sin avisar. Algo no está bien.
Mientras sus padres salían apurados, Alexei se quedó solo en el sofá, con una sonrisa apenas perceptible en los labios.
alexei morózov
No van a encontrarlo *murmuró para sí mismo*. Ya no es parte de esta familia perfecta…
Afuera, la nieve seguía cayendo. Pero con ella también se deslizaba la verdad, lentamente, como si el destino estuviera a punto de revelarse.
Lo que ninguno sabía era que su hijo menor ya no estaba bajo el poder de un viejo pervertido… sino bajo el ala del Diablo de Rusia.
Y ese Diablo… no compartía lo que le pertenecía.
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