La raíz que Gabriel recibió floreció débilmente. Una pequeña enredadera de pétalos grises crecía al borde de la ventana. Nadie más en el inframundo había logrado algo así: hacer nacer vida donde solo existía el recuerdo de la muerte.
Gabriel la regaba en silencio. No hablaba de ella. Pero Atther notaba cómo se detenía a observarla cada mañana.
Y ese simple acto… le dolía.
Porque él no había sido capaz de lograr lo que una semilla pudo: devolverle una emoción.
Atther comenzó a soñar.
Algo que no le pasaba desde hacía siglos.
Soñaba con los dedos de Gabriel, cubiertos de tierra húmeda. Soñaba con su cabello ondeando bajo una luz que no existía allí. Soñaba que lo tocaba. Que él no se apartaba.
Y al despertar… algo en su pecho lo oprimía.
No era deseo. Era otra cosa. Más profunda. Más peligrosa.
…
Una noche, Atther encontró a Gabriel en la biblioteca del palacio. El dios menor hojeaba lentamente un libro antiguo sobre criaturas del mundo de la superficie. Sus ojos se detuvieron en la ilustración de un ciervo blanco.
Atther
*desde el umbral* Ese animal… existió hace milenios. Su corazón contenía luz líquida.
Gabriel
Lo sé. Yo lo vi nacer.
….
Atther
¿Por qué me hablas hoy?
Gabriel
*cerré el libro que estaba leyendo* Porque no quiero que me veas como un espectro más.
Atther frunció el ceño. Se acercó con cuidado, como si se acercara a una herida abierta.
Atther
No te veo como eso. Te veo… como algo que no entiendo.
Gabriel
*lo mire directo* ¿Y eso te molesta?
Atther
Me desarma. No sé qué soy cuando estoy contigo. *dijo en un tono bajo*
Gabriel parpadeó, lento, como si esas palabras hubieran traspasado una capa profunda en él.
Gabriel
Tal vez por primera vez… eres alguien real.
Atther retrocedió un paso, como si esas palabras lo hubieran herido. Había conocido el miedo en miles de formas, pero nunca así: no por un enemigo, sino por la posibilidad de sentir algo que no pudiera controlar.
….
Esa noche, se encerró en sus cámaras. Caminó de un lado a otro, los pensamientos enredados como serpientes.
Atther
💭: ¿Por qué me importas?
¿Por qué me duele tu dolor?
¿Desde cuándo temo perderte?
Atther
*Frustrado, golpeó la pared, agrietando la piedra ancestral. Mi propia sombra retrocedió de mi, como temiendo lo que estaba a punto de despertar en mi interior.*
Atther
* Y entonces lo comprendí* No solo deseo que Gabriel sea feliz. Deseo ser la razón de su felicidad.
…..
Atther
Pero no sé cómo….
…..
Mientras tanto, Gabriel se quedó solo en la biblioteca. Cerró el libro con lentitud. En su pecho, algo latía más fuerte de lo que quería admitir.
Gabriel
💭: No confío en Atther. No puedo quererlo. No todavía.
Gabriel
💭: Pero cuando lo había mirado…
no había visto al dios del inframundo…..
Gabriel
💭: Había visto a un hombre…. rompiéndose por mi.
Y por primera vez en mucho tiempo, no se sintió solo.
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