Al día siguiente como tenia planeado después de alistarse se dirigió a desayunar, ese tiempo pasó con calma, al terminar le ayudó a lavar los platos y se dirigió a tomar sus cosas, la acompañaron a la puerta y después de despedirse cuando intentó dar un paso Gao la detuvo con un abrazo.
—¿Puedo ir contigo onee-san?
—Lo lamento Gao pero no puedo llevarte -le correspondió el abrazo y dijo- será en otro momento.
—Gao déjala tranquila, -la señora se volteo a donde Mei- querida no le hagas caso, toma, te he preparado un poco de comida para el camino.
—No debió de molestarse podía comer algo fuera -cogió el recipiente ante la queja de la señora- pero gracias por todo.
—No es nada pequeña.
—Bueno me tengo que ir -los miro despidiéndose con la mano- asta luego.
Después de despedirse saco a Zeus y se dirigió a un bosque que había visto el día anterior mientras paseaba con el pequeño Gao, ahí podría practicar y también quería dominar una técnica que había visto y estudiado, unas técnicas de los 4 elementos.
Se adentró en el bosque y dejo al caballo en un lugar donde no la viera ya que no quería que se lo contara al chico, porque seria muy problemático y no quería dar explicaciones y aun no era tiempo de que los demás lo supieran, estuvo practicando varias horas una técnica para dominar el elemento del agua después de casi medio día por fin lo domino, feliz fue a donde el caballo a comer lo que le habían preparado y a llevar al animal a beber, después de eso practico sus artes marciales eso no le importaba si el caballo lo veía o no.
Después de un tiempo faltaban unas horas para que llegara el atardecer así que tenia que inspeccionar los alrededores para buscar puntos fuertes y débiles pues ella tenia un plan de largo plazo que tomaría venganza hacia su padre.
Mei llego a la casa de la señora, toco la puerta y el que la abrió fue Gao, el cual en cuanto la vio dio una bienvenida muy animada acompañada con un abrazo, Mei correspondió al abrazo y le pidió que la acompañara a dejar el caballo, Gao asintió y fue con ella antes de entrar a la casa.
—Gracias Gao, -ato al caballo- Gao ¿te puedo hacer una pregunta?
—Claro onee-chan -dijo el niño con una sonrisa- ¿qué es lo que quiere saber?
¿Por qué me tratas tan bien? Nos conocimos hace poco, ¿es acaso porque soy amiga de tu hermana?
—No onee-chan, la trato así porque es usted y me agrada mucho – baja la cabeza avergonzado y agrega- también usted es muy bonita onee-chan
—Gracias por el alago -lo abraza- eres el mejor, eres el primero aparte de tu hermana en tratarme así.
—¿Por qué? -ladea su cabeza- usted es muy buena.
—No creo que lo entiendas, -voltea a otro lado- mejor vamos a entrar tu madre debe de preguntarse donde estas.
—Esta bien ¡vamos!
Ambos entraron a la casa, el niño aún se preguntaba el que no entendería, pues en verdad se veía un poco triste al hablar de ello. Después de eso Mei fue a saludar a la señora Yumi y de ahí a la habitación a cambiarse pues al terminar la cena se marcharía, había tenido quejas debido a su decisión pero no era algo que pudiéramos decidir por ella, ¿qué es muy pequeña? Ni tanto, ¿qué podría pasar peligro? No saben de quién habrá, será que tiene un cuerpo pequeño y delgado pero con todo y eso era más fuerte de lo que podrías esperar…
Después de ducharse salió a cenar, esta aún tenia el cabello mojado, al parecer había llegado ya el señor y salió a darle la bienvenida, Gao la vio y sin esperar nada y mucho menos importarle nada corrió y la abrazo por la espalda, para ella era muy extraño el recibir este afecto, pero no dijo nada solo le dio una sonrisa sincera la primera desde el día en que nació, aunque ambos recibieron las riñas de Yumi, pero bueno, cambiando de tema, ella por lo general tenia un rostro serio o en caso de que debiera sonreír lo hacia mostrando una sonrisa falsa, ellos no notaban mucha diferencia y no lo hacia tan a menudo pues no era tan necesario, en cambio en este viaje le tubo que mostrar una de sus sonrisas falsas muy seguido en especial a la familia que le presto techo aunque ella quisiera darles una real no sabia como hacerlo pues esta había salido por si sola.
Todos vieron la sonrisa, una sonrisa muy cálida y radiante, el chico al verla saludo y se fue directo a su dormitorio, Mei solo ladeo su cabeza y se dirigió a la cocina para ayudar con la cena, paso el rato pusieron la mesa y ella se encargo de avisarle a los chicos que era la hora de cenar primero fue con el más pequeño, el que con una gran sonrisa se dirigió al comedor, ahora seguía el mayor cuando iba a tocar la puerta este salió antes entonces ella le dio el aviso y se iba a dar la vuelta pero fue detenida, el joven quería hablar a lo que ella dijo:
—Hablamos después ahora nos esperan.
Al decir esto se dio la vuelta y se dirigió al comedor dejando atrás al joven, tuvieron una cena muy alegre, charlaron, preguntaron entre si el como habían sido sus días y cada uno contesto, al final Mei aprovecho para despedirse debido a que la hora se acercaba, no tardaría mucho en dejar esa casa y volver al palacio.
—Les agradezco mucho su hospitalidad en estos días y quisiera decirles que estaré eternamente agradecida por lo que han hecho por mi, nunca lo olvidare y cuando llegue el momento se lo pagare, también les quiero informar que como tenía planeado después de ayudarles con la loza me voy a marchar -dijo haciendo una reverencia.
Al escuchar esto Gao se levanto de un salto y grito.
—¡No te vallas! Quédate más tiempo
—No puedo Gao, ya se ha terminado mi tiempo de vacaciones pero algún día los volveré a visitar -le dio una sonrisa y continuó- así que espera mi regreso.
—¿En serio no hay otra manera de que puedas quedarte otros días mas? -dijo la señora.
—No la hay, si es que quiero regresar debo irme cuando se me dijo -pronuncio volviendo a su cara seria- pero no se preocupe algún día tendrá una sorpresa y no se le olvida la carta para cuando vea a Emi entregársela.
—Esta bien antes de tu partida te la daré y muchas gracias por ayudarnos. Y por levantarle el animo a Gao
—Gracias, y no se preocupe por él, casi le aseguro de que no volverá a lo mismo -dijo y se levanto- ahora si no es mucha molestia me retirare ahora al dormitorio pararecoger lo que me falte y poder ayudarle.
—Esta bien ve - recogió el plato- descansa un poco.
—Gracias
En la habitación recogió todas sus pertenencias y justo cuando terminaba llamaron y la puerta, dejando entrar a Shaoran.
—Hola -dijo haciéndose poniendo sus cosas a un lado- no pensé que tu serias el que vendría.
—¿Te molesto? -pregunto algo preocupado- si quieres puedo venir en otro momento.
—No nada de eso yo ya iba a tu dormitorio -dijo tomando asiento- así que siéntate.
—Gracias.
—Bueno vamos a ser directos -dijo seria- ¿conseguiste la información?
—Si -contesto y saco un papel- aquí esta lo que pude investigar.
—Gracias, -tomo el papel y leyó el contenido, en ningún momento su expresión cambio- estas seguro de que todo es verdadero ¿no?
—Si, yo ya había escuchado algunas de estas cosas pero el encontró muchas más.
—Bien espero que esto me sirva -susurro y siguió hablando- al parecer se convirtió en la esposa legal y tiene cuatro hijos uno que falleció al nacer…
—Si y lo que me sorprendió es que la hija difunta tiene el mismo nombre y edad que tu…
—¿Casualidad? No te lo diré pero ¿a acaso yo estoy muerta ya? -dio una risita y continuó- así que no hables más.
—Perdón -dijo avergonzado- sigue leyendo.
—Bien veamos, sus hijos son primera princesa Ying Mei al parecer tiene 15 años de difunta, primer príncipe y príncipe heredero Ying Tao 13 años de edad su nacimiento es el 29 de este mes, interesante, la segunda princesa Ying Kumiko tiene 12 años de edad su aniversario es el 6 de octubre después enfermo la señora Naomi y callo en cama por dos años y tiempo después tubo al cuarto príncipe al cual llamo Ying Mao que ahora tiene 9 años de edad el cual nació un 15 de diciembre… también me conseguiste información sobre las concubinas pero por ahora no me importar aun así la guardare para un futuro y esto es de mucha ayuda gracias.
—Hay mas, -dijo el joven- también dice que cada año en el aniversario de muerte la cual también es el aniversario del nacimiento de la primera princesa por orden de la esposa del rey se realiza una gran celebración y todos están invitados seas de la provincia del norte del sur siempre y cuando demuestres respeto y le hagas una ofrenda, por cierto esta se llevara a cabo en tres meses, el 6 de noviembre.
—No me lo esperaba… -dijo pensativa después de un momento- ¿qué tipo de ofrenda es la que se presenta?
—Una linterna flotante, flores, para los plebeyos, en cambio la nobleza le hace regalos lujosos a los reyes, o eso me parece ¿por qué?
—Ya lo veras, en fin, gracias por tu ayuda y espero que me puedas seguir ayudando.
—Claro, si puedo lo are, también no olvides tu promesa, -dijo mirándola fijamente- estaré esperando la verdad.
—No te preocupes no la olvidare, pero por ahora -se puso de pie y se dirigió a la puerta abriéndola y cambiando con ello su forma de hablar- si me permites onii-chan quisiera partir.
—Esta bien… nos vemos -sin respuesta escucho la puerta cerrarse- ¿Por qué cambia tan drásticamente?
Se pregunto y sin una respuesta se fue a su dormitorio, quedaban alrededor de 15 minutos para que ella se marchara, en realidad si planeaba irse de inmediato pero la señora se lo prohibió, por lo menos hasta que ella terminara de lavar los platos, una vez que terminaron la acompañaron a la salida y sin poder evitarlo ella monto su caballo y se dispuso a ir, pero antes le dijo al joven:
—Espero que no estuvieras preguntando nada a mis espaldas.
Después de eso no espero la respuesta pues aseguraba de que lo aria y ya que su caballo era un hablador no dudaría en decirle lo que vio y escucho. Tomo camino y corrió con el caballo a que se le hizo más tarde de lo que pensó por suerte tenia en su poder a un caballo rápido si no podría ser ejecutada.
Después de unas horas llego, el sol comenzaba a salir, en cuanto pudo entro y llevo al caballo al establo real, sin demora se dirigió al palacio a reportarse, al llegar hizo una reverencia al rey, acababa de terminar su reunión matutina.
—Mei saluda a su majestad, me presento ante usted para reportarme después de mi viaje y aquí le entrego el dinero que me fue entregado maestro.
—Dejarlo, eso es un regalo, ahora a partir de mañana empezaran tus practicas, espero y des tu mejor esfuerzo, puedes retirarte.
Ella agradeció y se retiro, al hacerlo fue a donde Emi a entregar su carta, estuvieron hablando un rato y después e fuero a hacer sus tareas, al día siguiente empezarían sus practicas y con ellas otro escalón para su objetivo.
Paso el tiempo, ya faltaban dos semanas para el festival en la provincia del norte, entonces ella le pidió permiso al rey Wing para poder salir por dos semanas él ya que la chica había “mejorado” en las practican se lo permitió entonces ella habló.
—Maestro quisiera pedirle permiso para llevar conmigo a una sirvienta para que me haga compañía.
—¿Una sirvienta? -dijo el rey- ¿no prefieres mejor un soldado? ¿Por qué motivo una sirvienta?
—Se lo agradezco pero me sentiría mejor con una mujer -dijo y repitió- al lugar donde voy necesito una acompañante ¿tengo permiso de que una de las sirvientas me acompañe?
—Esta bien, ya tienes a una ¿o quieres que busque una para ti?
—No se moleste maestro ya se a quien llevar -dijo son expresión alguna- sin mas por el momento le agradezco su majestad y le pido permiso para retirarme.
—Bien, pero ya sabes las reglas.
Dijo el rey Wing a lo que Mei asintió después se fue. Paso la semana casi volando Mei ya le había dicho a Emily que seria su acompañante, la chica estaba muy emocionada y también confusa, no era normal que cumplieran esa clase de pedidos a los soldados pero ¿Quién era ella para decir algo?, entonces sin ningún imprevisto el día de la partida tomaron camino a la provincia del sur, pasaron las horas este viaje duro mas que el anterior ya que Emi no sabia cabalgar y Mei iba tirando de su caballo ya en su casa durante la semana le enseñaría a montar.
Una ves que llegaron a la casa de Emi, Mei llamo a la puerta, después de un momento abrieron la puerta, la abrió la señora ya era de noche, al ver la señora a Mei la saludo pero para su sorpresa se dio cuenta de su acompañante, al verla dio un grito de alegría y corrió a abrazar a su hija, cuando los demás escucharon los gritos de la señora salieron a ver que pasaba entonces vieron a Emi y la abrasaron.
Después de un rato los demás integrantes de la familia se dieron cuenta de Mei cuando la saludaron esta hablo con una leve sonrisa.
—He pagado mi deuda, -dijo tomando la mano de la señora- nada mas tiene permitido quedarse dos semanas ya que tiene que volver conmigo.
—Gracias por traernos a Emi -dijo con los ojos llorosos- muchas gracias tienes nuestra eterna gratitud.
—No se preocupe -limpio una lágrima de la señora- bueno vendré a visitarlos todos los días ya que tengo algo que pedirles así que asta luego.
—¿Cómo? ¿Ya te vas? -dijo el señor- ¿a donde iras?
—Voy a buscar una posada -recordó algo y dijo- solo le quisiera pedir que cuiden a los caballos si no es mucha molestia, yo mañana vendré a enseñarle a Emi a montar.
—¿Qué? -dijo Emi- quédate Mei.
—No me gusta causar problemas y lo sabes bien Emi -suspiro- también quiero que disfrutes tu tiempo en familia.
—Por favor quédate -dijo la madre- no permitiré que te vallas.
—Yo no pu…
—Quédese señorita por favor -dijo interrumpiéndola el señor padre de Emi- no puede negarse.
Después de un rato que todos le estuvieron diciendo al final no pudo negarse más ya que la obligaron a quedarse. Pasaron las horas y una ves duchada salió a donde el caballo a tomar el aire antes de ir a dormir, en su estancia estaría compartiendo la habitación con Emi.
Una ves afuera, estuvo viendo las estrellas acostada en el pasto acompañada por los caballos, en ello llego una persona ella se levanto para ver quien era, era Shaoran que iba a hacerle compañía a Mei, al verlo se tumbo nuevamente.
—¿Qué haces aquí?
—Te vi venir -dijo sentándose en el césped- y una ves que todos se fueron a dormir vine a hacerte compañía.
—Mmm… no la necesito pero gracias -dijo mientras lo miraba de reojo y siguió hablando- me ahorraste una ida a tu dormitorio.
—¿Me ibas a buscar? -pregunto y se acostó a su lado- ¿Ocupabas algo?
—Ocupo un favor, ¿me ayudaras?
—Claro, ¿qué ocupas Mei?
—Primero cuéntame como esta organizado el festival del aniversario de la provincia del norte.
—El día seis se celebra el festival donde invitan a todos al palacio, pero desde tres días antes empieza la organización -dijo recordando- el día del aniversario hacen una comida con el rey y sus esposas junto con todo el pueblo.
—Muy bien, es conveniente -suspiro- ¿conoces los alrededores?
—Un poco, allá tengo una tía y hemos ido algunas veces -dijo algo desconcertado- ¿por qué?
—Pasado mañana iras conmigo a la provincia del norte, -dijo seria para después hacer una cara suplicante- ¿puedes acompañarme onii-chan?
—Esto… -al ver su rostro se rindió- tendría que pedirle permiso a mis padres pero ¿y que gano con ello?
—¿No me aras el favor? ‐no obtuvo respuesta, suspiró y pregunto- ¿quieres algo en especial?
—La verdad -dijo sentándose- quiero toda la verdad sobre ti.
—Bueno… -se sentó y se puso a pensar después de un rato dijo- nada mas te puedo dar una parte lo tomas o lo dejas, yo me iré sola si no quieres.
—Esta bien -contesto al instante- te acompañare si convences a mis padres.
—Gracias onii-chan -lo abraza- mañana después de enseñarle a tu hermana a montar les diré.
El asintió avergonzado, después de un rato charlando fue hora de que se fueran a dormir, descansaron y al día siguiente en la mañana después de desayunar Emi y Mei se fueron a practicar, después de unas horas Emi por fin pudo montar sola, después regresaron a la casa. Al regresar Mei fue a hablar sobre el viaje que quería hacer, la madre dudo en su respuesta pero al ver la insistencia de la chica aceptó si el chico quería acompañarla, también aceptó ya que Mei dijo que si no le daba permiso ella igual iría sola así que lo dejo para que le hiciera compañía.
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Comments
Liliana Barros
Me gusta la personalidad de Mei. Y me intriga saber si Shaoran es el otro niño bendecido.
2024-10-25
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