No respondió. Igual entraron. Primero Beatrice. Luego Roberto.
Ella estaba sentada en el borde de la cama, con una bata negra de satén, el cabello aún húmedo. Fría. Herida. Silenciosa.
Dafne Dickson
¿Vinieron a explicarme por qué el hombre que me enseñó a caminar acaba de entregarme como si fuera mercancía?
Roberto Dickson
No es así, Dafne —dijo con tono firme, pero contenido.
Dafne Dickson
¿Ah, no? ¿Entonces qué fue eso? ¿Un chiste de mal gusto?
Roberto Dickson
Una decisión necesaria —repitió-
Dafne se levantó lentamente, con esa elegancia involuntaria que siempre tuvo… y que ahora parecía hecha de filo.
Dafne Dickson
Tú me dijiste que yo era tu princesa, papá.
Roberto Dickson
Y lo eres.
Dafne Dickson
¿Entonces por qué me diste como un trofeo?
Roberto Dickson
—Él suspiró. Dio un paso —No entiendes ahora, pero con el tiempo…
Dafne Dickson
¡No! —gritó ella—. No lo justifiques. Tú eras el que me leía cuentos, el que me decía que merecía lo mejor. ¡Tú eras el que me hacía sentir intocable!
Roberto Dickson
Y sigues siéndolo —insistió él—
Dafne Dickson
¡No lo soy! ¡No cuando me entregas al diablo con una sonrisa!
Roberto Dickson
Alexander no es ....
Dafne Dickson
¡No lo conoces! ¡Y yo tampoco quiero hacerlo! —se cruzó de brazos, temblando de rabia—. Pero eso no importa, ¿verdad? Porque lo único que quieren es controlar todo. Hasta mi vida.
Dafne Dickson
¿Desde cuándo una princesa se encierra en una jaula para cumplir órdenes?
Roberto Dickson
Tú no estás atrapada.
Dafne Dickson
¡Lo estoy! ¡Y tú lo sabes! —dio un paso al frente, frente a su padre—. Lo hiciste para asegurar poder, para que los Dickson y los Park controlen todo. ¡No fue por amor, ni por mí! Fue por ustedes.
Roberto Dickson
—alzó la voz, seco.—Te vas a casar con él.
Dafne Dickson
No
Roberto Dickson
Vas a hacerlo. Porque así lo decidí.
Beatrice Dickson
Mi niña hermosa simpre queremos lo mejor para ti, y creemos que esto es lo mejor para todos
Dafne Dickson
— los mira con los ojos fijos.—Entonces no soy su princesa. Soy su peón
Ellos suspiran y se van a los ojos
Dafne Dickson
Pueden irse. Ya no son bienvenidos en mi habitación.
Beatrice abrió la boca, pero Roberto la detuvo con un gesto. Salieron en silencio, cerrando la puerta detrás.
Dafne se quedó sola
Dafne Dickson
—cae al piso, como si no tuviera control sobre su cuerpo, agarra sus piernas tan fuerte..., las lágrimas empiezan a salir una tras otra sin detenerse —
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Dzakwan Dzakwan
Ya lo metí al historial
2025-05-12
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