DAFNE DICKSON
Tengo 20 años y nací en una jaula de oro. Soy la hija única de uno de los hombres más temidos del mundo: el número dos del narcotráfico internacional. Crecí rodeada de lujos que no pedí y bajo la sombra de un poder que nunca entendí del todo. Papá me dio todo lo que quise… excepto libertad.
Estudié en casa, en varios idiomas, rodeada de tutores, seguridad y paredes que hablaban más que mis propias amigas. Apenas conozco el mundo real. Mi vida social se limita a salidas breves con guardaespaldas a lugares ruidosos donde nadie me conoce, y donde puedo fingir, por unas horas, que no soy la princesa de un imperio de sangre.
Alexander Park
ALEXANDER PARK
Tengo 22 años. Mi nombre es temido, no por mí, sino por el hombre que me crió. Soy el hijo único del número uno del narcotráfico mundial. A los diez años aprendí a disparar antes que a confiar. Mi infancia fue una guerra disfrazada de entrenamiento.
Mientras otros niños iban al colegio, yo aprendía a pelear, a sobrevivir, a mantener la cabeza fría. Mis salidas al exterior eran como operaciones militares: escoltas, disfraces, identidades falsas. La normalidad es un lujo que jamás conocí. Estoy marcado, endurecido, acostumbrado a la oscuridad. No espero amor. Solo poder, respeto… y control.
Samuel Park
Mi nombre es Samuel Park. No necesito presentación: el mundo ya sabe quién soy. He construido un imperio con sangre y disciplina. No creo en las emociones, solo en resultados. Amo a mi hijo, pero no lo malcrío. Lo forjé con fuego para que sea más que yo. Porque en este mundo, o dominas… o mueres.
Roberto Dickson
Soy Roberto Dickson, el segundo hombre más poderoso del negocio… y el único al que Samuel respeta. No necesito levantar la voz para imponerme. Tengo una hija a la que amo, pero sé que este mundo no perdona a los débiles. Por eso, la crié entre oro… y espinas.
Beatrice Dickson
Soy Beatrice Dickson. Esposa de Roberto, madre de Dafne. Muchos me ven como una mujer fría, pero aprendí que la fragilidad se paga caro. Yo no elegí esta vida, pero la acepté. Mi única misión es proteger a mi hija de un mundo que devora hasta lo que ama.
Noemi Park
Mi nombre es Noemi Park. Soy la esposa de Samuel y madre de Alexander. Me acostumbré al silencio, porque en esta familia, hablar demasiado es un riesgo. No soy débil, solo sé cuándo actuar. Y cuando lo hago… nadie lo ve venir.
En el salón privado de un restaurante de lujo en Seúl, los apellidos Park y Dickson compartían una mesa adornada con copas de cristal y centros de flores rojas . El ambiente olía a dinero, acuerdos silenciosos y poder disfrazado de cortesía.
Todos se encuentran sentados
Dafne llega tarde
Dafne Dickson
lo siento mucho , se me hizo tarde -entra en la habitación -
Vestía de negro, sobria y segura.
Su padre, Roberto Dickson, le dirigió una mirada de advertencia cuando cruzó la puerta. Pero fue la mirada de otro hombre la que la detuvo.
Alexander Park.
Frio , perfecto con su traje azul marino que estaba como echo a su medida . Dueño de un silencio que pesaba más que las palabras de todos los presentes.
Roberto Dickson
Hija ven siéntate - con una sonrisa -
Noemi Park
Dafne como haz crecido, estas hermosa - con una sonrisa-
Dafne Dickson
Muchas gracias, usted sigue igual de hermosa como simpre señora park
Dafne se sienta al medio de sus padres y al frente de Alexander
Alexander Park
No sabia que los Dickson llegaban tarde a sus compromisos
Dafne Dickson
solo cuando no consideran el compromiso importante
Sus padres intercambiaron miradas rápidas, pero fue Beatrice Dickson quien intentó suavizar la tensión.
Beatrice Dickson
Ambos tienen carácter, eso es algo que debería preocuparnos- con una sonrisa nerviosa-
Samuel Park
-Con una sonrisa de satisfacción
-Eso es lo que hace la diferencia en los negocios. El carácter, la determinación.
Dafne Dickson
¿Te molesta que mi carácter sea tan... fuerte?
-murmurando ,dirigiendo su mirada a Alexander-
Alexander Park
No me molesta. Me intriga.-levantando la vista por fin, su mirada fija en ella-
La conversación continuó, pero era como si el mundo entero se hubiera desvanecido para ellos dos. Alexander la observaba, cada palabra que Dafne decía lo hacía más consciente de su presencia. No de su belleza, sino de su poder silencioso. Ella no era como las demás mujeres que había conocido. No buscaba agradarle. No esperaba nada de él
La noche avanzaba, y la cena terminó con risas vacías y promesas de futuras reuniones. Los demás se levantaron de la mesa, pero Alexander no se movió.
Dafne se quedó por un momento, vacilando, antes de levantarse. Pero antes de que pudiera dar un paso, escuchó su voz, tan cerca que la hizo detenerse en seco.
Alexander Park
¿La cena te pareció interesante?-su tono era casi un susurro, pero su presencia pesada como una condena-
Dafne Dickson
-girando lentamente para mirarlo, con una sonrisa ligeramente arrogante
—El vino fue decente. Lo demás, predecible. Excepto tú.
Alexander Park
No esperaba que lo dijeras. Pero me agrada que seas tan directa.
Dafne Dickson
No soy una niña que pueda ser decorada con palabras bonitas.
Alexander Park
- acercándose ligeramente, su voz baja y peligrosa - No. Eres algo mucho más interesante que eso.
Un segundo de silencio. Nadie en la sala respiraba. La tensión era densa, palpable. Alexander la observaba como si ya la poseyera, como si ya fuera suya, de alguna manera que no comprendía completamente.
Sin decir una palabra más, Alexander se dio la vuelta, caminando hacia la salida, dejando a Dafne sola en la sala, con el eco de su presencia resonando en cada rincón.
Esa noche, mientras se desmaquillaba frente al espejo, Dafne no podía dejar de pensar en aquella mirada, en lo que no dijo, en lo que no mostró. Algo en ella había encendido una chispa. Algo peligroso. Algo que sabía que no podría apagar.
Y Alexander… mientras cerraba los ojos esa noche, también pensaba en ella. En la mujer que, sin saberlo, había comenzado a arder dentro de él.
Comments
valentina 👑🖤📚
ta potente wey
2025-05-20
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