Nuestra relación y mi madre

—¿Hasta cuándo vas a seguir viviendo a mi costa, Helen? Dos años manteniendo tus gastos y ni una moneda veo—Ahí vamos de nuevo con el sermón económico—. Y esa excusa de que los estudios te tienen secuestrada ya no funciona conmigo.

—¿Vaga? ¿Solo porque no aporto dinero merezco ese título? Dime tú, ¿quién limpia este caos? ¿Quién prepara el desayuno y la cena como si tuviéramos un chef personal? ¿Quién se encarga de la emocionante tarea de pagar las facturas? ¿Tú? Tendrás tus ocupaciones, no lo niego, pero cada vez que te veo, estás plácidamente instalada en ese sofá viendo telenovelas.

—Eres una desagradecida. Con todo lo que hago, ¿ahora también quieres que salga a la calle a trabajar? ¡Por Dios! ¿Qué pensarán las vecinas de mí? Una mujer de mi edad debe dedicarse a su hogar, en paz y con buena compañía.

—No pongas palabras en mi boca. Cada uno tiene su rol aquí. Papá es quien trae el sustento. Solo intento que veas que no soy una carga. ¿Y quién dictaminó que a tu edad hay que vivir encerrada como en un convento? Tita —la abuela de Lilly— tiene setenta y cinco y aún dirige su florería. ¡Hasta arma los arreglos! Admite que te da pena hacer algo tan normal como trabajar porque en tu mente eso únicamente lo hace la "clase trabajadora"—Dejé caer mi bolso con frustración y fui a la cocina por un vaso de agua—. ¿Quién dejó la jarra más seca que el Sahara?

—A mí no me mires, seguro fue tu padre.

—¿Y no pudiste llenarla?

—Yo no consumí el último sorbo—Respiré hondo, reprimiendo el impulso de recordarle la incontable cantidad de veces que he llenado la dichosa jarra cuando ella la deja exhausta.

—Seguro Javier está por llegar. No quiero escenas, por favor.

—Mira, hija. Esta es mi casa y digo lo que me plazca. Y no he dicho nada ofensivo para que me hagas ese reproche.

—No, pero que cada vez que puedes saques a colación el tema del matrimonio me da indigestión. Entiéndelo: ¡no nos cases antes de tiempo en tu cabeza!

—Eres tan fría, Helen. Deberías valorar más a ese muchacho, Javier. Un hombre tan dedicado, atento, cariñoso... Si no te avivas, cualquier lagartija te lo va a arrebatar—Su comentario me encendió la sangre, justo en este delicado momento de nuestra relación.

—Ya basta, no voy a seguir con este debate. Me retiro.

Y así me libré de un sermón materno digno de un culebrón venezolano. Vive bajo la tiranía del qué dirán y se deslumbra con los billetes verdes. Simplemente no lo soporto.

Aproveché para darme una ducha exprés y revisar mis apuntes, por si acaso la universidad intentaba sorprenderme. El timbre resonó con insistencia, anunciando la llegada de mi "Romeo".

—Hola, mi amor. ¿Cómo estuvo tu día?—saludó con un beso fugaz que apenas rozó mis labios.

—Lo habitual—respondí con el entusiasmo de un caracol en sal.

—Traje el arma secreta para conquistar corazones—dijo alzando la caja de la pastelería con una sonrisa que intentaba ser magnánima.

—Adelante, conquistador—me hice a un lado para que entrara.

—¿Y tu madre?

—Meditando con sus plantas.

—¿No te ha soltado alguna de sus predicciones matrimoniales?—Se acercó a la mesa y tomó asiento en una de las sillas giratorias. Lo seguí y busqué platos y cubiertos para el banquete dulce.

—Nada que no hayamos escuchado en bucle. ¿Cómo te fue en el trabajo?—pregunté, sentándome a su lado.

—No creí que te importara, estando en modo "erizo espinoso"...

—Que esté molesta no significa que no me importes. Pero sí, sigo en plan anti-Javier—Él se inclinó para limpiarme una mota de crema de la nariz.

—¿O sea que el manjar celestial no ablandó a la fiera?—No respondí, y captó la indirecta de que no estaba para juegos edulcorados. Suspiró antes de hablar—. Normal. Reuniones, hablar con gente influyente, organizar la agenda y esas cosas que te hacen bostezar. En dos semanas tengo que viajar un par de días, nada trascendental. Te aviso con tiempo para que no digas que guardo secretos—Concluyó con un mordisco considerable a su trozo de pastel.

—¿Y llevaste a la "huésped" a la oficina?

—¿A quién?

—No te hagas el amnésico selectivo, Javier, sabes perfectamente a quién me refiero—Mi tono era afilado, y su incomodidad, evidente. La conversación se dirigía al abismo, pero en ese momento me daba igual, incluso tenía ganas de discutir. Mamá diría que eran los síntomas pre-menstruales. Javier chasqueó la lengua y miró el pastel como si fuera un tratado de paz.

—Celosita—murmuró. Instintivamente, le di un suave empujón con el hombro—. Sí, la llevé, ¿qué esperabas? ¿Qué la dejara sola en el apartamento y corriera el riesgo de que se llevara el jarrón de la abuela?

—Ah, qué noble gesto. Eres un verdadero samaritano moderno—mi sarcasmo era más punzante que un alfiler—. ¿Y por qué no pensaste en esa nobleza antes de invitarla a tu... acogedora morada?

—Helen, te lo he repetido hasta la saciedad: yo no la invité. Apareció de la nada. No sabía de ella en años. Y estaba hecha polvo, así que...

—¡Así que te coronaste como el salvador! ¡Qué original! ¿Quieres que te compre una capa con una "J" brillante?

—¿Qué? ¿Preferías que la dejara tirada en la calle y luego me sintiera como el villano de la historia? Helen está embarazada de un tipo que la maltrata, ¿te entra en la cabeza?

—¡Pero es tu ex, Javier! ¡Tu EX! ¿Cómo esperas que celebre tu repentino acto de bondad dejándola entrar en tu casa? ¿Y encima me dices que te la llevaste al trabajo por si acaso tiene tendencias cleptómanas? ¿De verdad crees que me voy a tragar ese cuento? ¡Basta de rodeos!

—¿Entonces qué quieres? ¿Que me declare culpable ante el tribunal de tus celos? ¿Que diga que la acogí por puro capricho? Pues no, no lo voy a hacer. Porque las cosas no fueron así. No voy a disculparme por ser considerado. No quiero que luego me tilden de monstruo insensible. Tengo una imagen que cuidar, y tú lo sabes. Y tampoco voy a poner en riesgo la reputación de mi padre, que es figura pública. ¡Deberías disculparte tú por desconfiar así de mí! No puedo creer que hagas esta tormenta en un vaso de agua cuando esa pobre mujer ya ha sufrido bastante después de mí.

—Claro, claro. Olvidé que para ti y para esta familia, la opinión ajena es el evangelio. No importa. No tiene sentido seguir este debate si no vamos a entendernos. Lo mejor será que te marches. Seguro la dejaste sola en el apartamento, ¿no? No querrás que se lleve algún recuerdo "prestado"—Me levanté de la silla con una determinación recién descubierta y caminé hacia la puerta—. La próxima vez, elabora una narrativa con menos agujeros argumentales. No me escribas ni me llames. Lo haré cuando mi nivel de ira baje a niveles civilizados. Ahora mismo solo quiero desahogar mi frustración estampando mi puño en algo... como tu cara.

Capítulos
1 Prólogo
2 Lilly y Daniel
3 Nuestra relación y mi madre
4 Primer encuentro
5 Adiós, Llorona
6 El hermano de Iván
7 El Restaurante de sushi
8 Primera clase
9 Amarrado a la silla
10 Mini obsequio
11 Los dos favores
12 Gran noticia
13 Videollamada
14 Encuentro incómodo
15 Competencia de dulces
16 De regreso a casa
17 Dolor estomacal (parte I)
18 Dolor estomacal (parte II)
19 Palabras de la autora
20 Discusión
21 El premio
22 Me agrada
23 cálido beso
24 Sorpresa
25 Restaurante de lujo
26 Propuesta
27 Golpiza
28 Me confundes
29 Incidente en la silla
30 Primos
31 Lo que pasó
32 Descubiertos
33 Medidas
34 La verdad
35 Aprobé
36 ¿Amiga?
37 Descubierta
38 Sin comunicación
39 Confesión
40 Panqueques
41 Beca
42 Ethan
43 Invitada
44 Miedo
45 Sobre
46 Llamada
47 Último plan
48 Fiesta de Graduación
49 Pídemelo
50 Accidente en el vestuario
51 Adiós...
52 La vida después de ti
53 Tu, de nuevo
54 Banquete
55 "Negocios"
56 Tacón
57 ventanilla del baño
58 clínica
59 Humo
60 Visita inesperada
61 La novia
62 Platillo
63 Amenaza
64 Afecto
65 La visita de Lilly
66 La verdad sale a la luz
67 Saludos
68 No puedo
69 Presa
70 Promesa
71 Invitación.
72 Helado
73 Te amo
74 Divorcio
75 Descubiertos
76 Amantes
77 Mentiras
78 Llamadas perdidas
79 Llamada importante
80 De vuelta a casa
81 Negación
82 Revelación
83 Revelación (parte II)
84 Adriano
85 Nueva Promesa
Capítulos

Updated 85 Episodes

1
Prólogo
2
Lilly y Daniel
3
Nuestra relación y mi madre
4
Primer encuentro
5
Adiós, Llorona
6
El hermano de Iván
7
El Restaurante de sushi
8
Primera clase
9
Amarrado a la silla
10
Mini obsequio
11
Los dos favores
12
Gran noticia
13
Videollamada
14
Encuentro incómodo
15
Competencia de dulces
16
De regreso a casa
17
Dolor estomacal (parte I)
18
Dolor estomacal (parte II)
19
Palabras de la autora
20
Discusión
21
El premio
22
Me agrada
23
cálido beso
24
Sorpresa
25
Restaurante de lujo
26
Propuesta
27
Golpiza
28
Me confundes
29
Incidente en la silla
30
Primos
31
Lo que pasó
32
Descubiertos
33
Medidas
34
La verdad
35
Aprobé
36
¿Amiga?
37
Descubierta
38
Sin comunicación
39
Confesión
40
Panqueques
41
Beca
42
Ethan
43
Invitada
44
Miedo
45
Sobre
46
Llamada
47
Último plan
48
Fiesta de Graduación
49
Pídemelo
50
Accidente en el vestuario
51
Adiós...
52
La vida después de ti
53
Tu, de nuevo
54
Banquete
55
"Negocios"
56
Tacón
57
ventanilla del baño
58
clínica
59
Humo
60
Visita inesperada
61
La novia
62
Platillo
63
Amenaza
64
Afecto
65
La visita de Lilly
66
La verdad sale a la luz
67
Saludos
68
No puedo
69
Presa
70
Promesa
71
Invitación.
72
Helado
73
Te amo
74
Divorcio
75
Descubiertos
76
Amantes
77
Mentiras
78
Llamadas perdidas
79
Llamada importante
80
De vuelta a casa
81
Negación
82
Revelación
83
Revelación (parte II)
84
Adriano
85
Nueva Promesa

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play