Dime A Quién Amas (NaruHina, SasuNaru, ShikaTema)
Gestos Silenciosos
El mensaje de Sakura llegó minutos después de que Hinata lo enviara. Naruto lo leyó por encima de su hombro.
Sakura
📱 “Lo siento, Hinata. Tengo que atender varios pacientes de urgencia. Será para la próxima. ¡Disfruten ustedes!”
Hinata suspiró y guardó el comunicador.
Hinata
Parece que no podrá venir.
Dijo Hinata con una pequeña sonrisa.
Hinata
Está de guardia más tiempo de lo esperado.
Naruto sintió un pequeño alivio, aunque inmediatamente se sintió culpable por ello.
Naruto
Bueno, no pasa nada. Ya nos juntaremos otro día.
Sasuke no dijo nada, pero asintió. Durante el resto de la cena, la conversación se mantuvo en un tono amable, aunque superficial. Naruto trataba de mantener el ambiente relajado, Hinata seguía sonriendo con paciencia, y Sasuke intervenía lo justo.
Al terminar la comida, los tres se pusieron de pie.
Hinata
Creo que ya es hora de irnos.
Dijo Hinata mientras se colocaba el abrigo.
Sasuke se limitó a seguirlos con un asentimiento.
Ya en la calle, Hinata sacó su comunicador nuevamente y marcó un número.
Hinata
📱 ¿Hanabi? ¿Puedes venir a recogerme? Sí… estoy en el restaurante. No, no te preocupes, solo quería darte espacio para terminar de estudiar tranquila.
Dijo Hinata con suavidad, luego miró a Naruto y Sasuke.
Hinata
Hanabi vendrá por mí. Pensé que ustedes podrían quedarse un rato más. Seguro tienen mucho que hablar.
Naruto la miró sorprendido.
Naruto
¿Estás segura? Podría acompañarte a casa…
Hinata negó con una sonrisa amable.
Hinata
Estoy bien, Naruto-kun. Quiero que hablen. Es evidente que aún hay muchas cosas entre ustedes. No quiero interrumpir eso.
Naruto abrió la boca para replicar, pero luego simplemente asintió.
Dijo Hinata, haciendo una pequeña reverencia a ambos y luego caminando hacia la esquina donde esperaba a su hermana.
Sasuke y Naruto se quedaron en silencio unos segundos, hasta que Sasuke habló.
Repitió Sasuke, mirándolo directo a los ojos
Naruto
Ella es… buena conmigo. Es dulce, me escucha… Es fácil estar con ella.
Sasuke
Eso no responde a mi pregunta.
Naruto se cruzó de brazos, incómodo.
Naruto
No sé, Sasuke. El amor nunca ha sido algo claro para mí. Supongo que… no quiero hacerle daño. Ni equivocarme.
Sasuke entrecerró los ojos, como si intentara leerlo.
Sasuke
Eso tampoco responde.
Naruto
¿Y tú desde cuándo haces preguntas tan directas?
Replicó Naruto con una sonrisa nerviosa.
Sasuke no sonrió. Solo lo miró.
Sasuke
¿Quieres venir a mi casa? Podemos tomar algo.
Naruto
Eh… No sé. Kakashi me citó temprano mañana. Reunión de esas aburridas…
Sasuke giró ligeramente el rostro.
Sasuke
Entonces quédate a dormir en mi casa. No tendrás que caminar mañana. Mi apartamento no está lejos de la torre del Hokage.
Naruto
No quiero molestarte…
Sasuke
Si no quisiera que vinieras, no lo habría ofrecido.
Naruto se quedó callado unos segundos. Luego suspiró
Naruto
Está bien… Solo un rato.
La casa de Sasuke era sobria, ordenada, casi fría. Pero tenía un extraño aire de paz. Naruto dejó sus sandalias junto a la entrada y miró alrededor.
Naruto
Tienes más plantas que antes.
Sasuke
Me las dejó y no tuve corazón para dejarlas morir.
Naruto
Nunca pensé que cuidarías plantas.
Sasuke se encogió de hombros y fue a la cocina. Volvió con una botella de sake y dos vasitos pequeños. Sirvió en silencio.
Naruto
¿Desde cuándo bebes tanto sake?
Sasuke
Desde que empecé a necesitarlo para dormir.
Respondió Sasuke sin dramatismo.
Naruto frunció el ceño.
Naruto
¿Tanto te cuesta dormir?
Sasuke
A veces los recuerdos no te dejan. Ya sabes cómo es.
Naruto asintió en silencio. Tomó el vasito entre las manos, pero no bebió de inmediato.
Naruto
No creo que el sake sea la mejor solución.
Naruto
Si necesitas hablar… sabes que puedes contar conmigo, ¿no?
Sasuke lo miró, sorprendido por un instante. Luego desvió la mirada.
Sasuke
No soy bueno para hablar. Tú sí lo eres. Yo solo… escucho.
Naruto
Entonces empieza por escuchar esto: no estás solo, Sasuke. No tienes que pasar todo por tu cuenta.
Sasuke apretó ligeramente el vaso entre los dedos, pero no dijo nada.
Ambos bebieron. El calor del sake subió lentamente. Naruto comenzó a relajar los hombros. Sasuke se sentó más cómodo.
Naruto
¿Recuerdas la vez que Gai-sensei nos hizo correr 50 vueltas al campo de entrenamiento por llegar tarde?
Preguntó Naruto, sonriendo.
Sasuke asintió.
Sasuke
Y tú llegaste con una tostada en la boca, como en esos animes ridículos.
Sasuke
Siempre tienes hambre.
Siguieron hablando. El tiempo se desvaneció entre anécdotas, bromas secas de Sasuke, risas sinceras de Naruto. La botella de sake bajó lentamente, pero ninguno estaba ebrio. Solo lo justo para bajar la guardia.
En algún punto, Naruto empezó a cabecear en el sofá. Sasuke lo miró con una mezcla de ternura y nostalgia. Naruto murmuró algo entre dientes, giró sobre sí mismo y terminó apoyando la cabeza sobre el brazo del sillón, respirando profundamente.
Sasuke se quedó en silencio.
Lo observó dormir. La forma en que su cabello rubio caía desordenado sobre la frente. Las pequeñas marcas de cansancio bajo sus ojos. La paz con la que descansaba, tan diferente a la tormenta que sabía lo envolvía cuando estaba despierto.
Se levantó despacio, fue hasta su armario y buscó una manta. Volvió al sofá y se inclinó sobre él. Con suavidad, lo recostó mejor, acomodándole un cojín bajo la cabeza. Luego lo cubrió con la manta hasta los hombros.
Sus manos se detuvieron justo sobre el rostro dormido de Naruto. Dudó. Lo miró. Respiró hondo.
Una parte de él gritaba por hacer lo que había deseado tantas veces. Besarlo. Solo una vez. Sentirlo.
Pero en lugar de eso, se inclinó con lentitud y le dio un beso en la frente.
Sasuke
Descansa, usuratonkachi.
Murmuró con voz baja.
Luego se sentó en el otro extremo del sofá, en silencio, escuchando su respiración tranquila, dejando que el silencio hiciera lo que ellos no sabían cómo decir.
Comments