Dime A Quién Amas (NaruHina, SasuNaru, ShikaTema)
Encuentros Inesperados
Dos días después del incómodo reencuentro con Sasuke en el bar, Naruto se preparaba para una cita con Hinata. Habían quedado en verse en un restaurante nuevo que ella quería probar, y aunque el plan le parecía bonito, su mente seguía ocupada por pensamientos que no lograba ordenar.
Se miró en el espejo y suspiró. Llevaba la misma chaqueta naranja de siempre. Podría haberse esmerado un poco más, pensó, pero simplemente no tenía energía.
Naruto
*¿Por qué no puedo dejar de pensar en él?*
Sasuke no se le iba de la cabeza. Desde el roce de manos en aquella noche, su mente volvía una y otra vez a esa escena. A la forma en que se miraron. A cómo se sintió el mundo en pausa por un instante.
Se encontró con Hinata en la entrada del restaurante. Ella lo saludó con una sonrisa cálida, vestida con una blusa blanca de cuello redondo y falda azul oscuro. Sencilla, pero linda como siempre.
Respondió él, devolviéndole la sonrisa, aunque sus ojos parecían algo cansados.
El restaurante tenía una atmósfera íntima. Faroles colgantes, velas en las mesas, música instrumental tradicional. Los acomodaron junto a una ventana que daba al jardín inter
Naruto
Qué bonito lugar elegiste.
Comentó Naruto, mientras se sentaban.
Hinata
Me pareció tranquilo… y romántico.
Dijo Hinata con timidez.
Naruto rió suavemente.
Naruto
Sí… tiene buena pinta.
La conversación empezó con calma. Hablaron sobre las misiones recientes, los entrenamientos de Hanabi, y de lo tierno que era ver a Kiba enseñándole trucos nuevos a Akamaru, aunque ya el perro estaba mayor.
Pero Naruto no dejaba de mirar de reojo hacia la entrada cada vez que escuchaba el sonido de la puerta. Como si esperara que Sasuke apareciera otra vez. Como si su mente lo invocara sin querer.
Naruto
¿Eh? No, nada… solo estaba pensando en… ramen. Tengo hambre
Bromeó, intentando desviar la atención.
Hinata rió con dulzura, pero lo observó con atención. Su mirada era distinta. Ausente.
En ese momento, como por obra del destino, la puerta se abrió y una figura vestida de negro entró al restaurante. Sasuke. Solo, como siempre. Su expresión era neutra, pero sus ojos escaneaban el lugar con rapidez. Y, como era de esperarse, sus ojos encontraron a Naruto. Y Hinata.
Sentados juntos. Sonriendo. Como una pareja feliz.
Sasuke se detuvo. Por un segundo, pensó en sentarse en una de las mesas del fondo. Pero su pecho se apretó, un calor extraño le subió por el cuello, y decidió girar sobre sus talones. No. No voy a quedarme a ver eso.
Naruto lo vio justo en el momento en que se daba la vuelta.
Murmuró, casi sin querer.
Hinata también lo notó, y antes de que Naruto pudiera reaccionar, alzó la mano.
Lo llamó Hinata con una sonrisa amplia.
Naruto se atragantó con el agua.
Naruto
¡Hinata! ¿Qué haces?
Sasuke se detuvo, ya de espaldas, y giró lentamente.
Sasuke
No quise interrumpir.
Hinata
Vamos, acompáñanos!
Sasuke
Estoy bien. Ustedes sigan.
Añadió Hinata, con firmeza sorprendente.
Hinata
Naruto-kun no deja de hablar de ti. Seguro le haría ilusión verte.
Sasuke lo miró con una ceja alzada.
Naruto
Claro que no! O sea, sí hablamos… pero no es que… ¡No hablo de ti todo el tiempo!
Tartamudeó Naruto, poniéndose rojo.
Hinata soltó una risa divertida.
Hinata
Tranquilo, Naruto-kun. Es lindo que se preocupen uno por el otro. Son amigos desde hace tanto…
Sasuke caminó hacia ellos lentamente. Una parte de él quería rechazar la invitación otra vez, pero había algo en la reacción torpe de Naruto que le despertaba una punzada de curiosidad. ¿Qué era eso que tanto pensaba de él?
Se sentó frente a ellos, con aire relajado, aunque por dentro no lo estaba en absoluto.
Sasuke
Así que… ¿cómo van las cosas?
Preguntó Sasuke, tomando el vaso de agua que el camarero le ofrecía.
Respondió Naruto, evitando mirarlo directamente.
Hinata
Estamos aprovechando para pasar más tiempo juntos.
Agregó Hinata, tomando a Naruto del brazo con delicadeza.
Hinata
Ahora que él tiene menos misiones, es más fácil vernos.
Sasuke asintió, sin decir nada.
La conversación fue lenta. Hablaron sobre misiones, sobre el hospital donde Sakura trabajaba, sobre que Kakashi seguía llegando tarde a todo.
Pero la incomodidad flotaba en el ambiente como una nube persistente. Naruto no sabía dónde poner las manos. Sasuke se distraía mirando el jardín. Hinata, ajena a la tensión oculta, seguía sonriendo.
Hinata
Voy a invitar a Sakura. Seguro le encantaría venir. Así recordamos los viejos tiempos.
Preguntó Naruto, casi atragantándose otra vez.
Hinata
Sí. Está de turno en el hospital, pero seguro está cerca. Voy a escribirle.
Sasuke no dijo nada, pero bajó la mirada.
Naruto sintió que el corazón le latía más rápido de lo normal. Tenía a Hinata junto a él, sonriendo, tomándole el brazo. A Sasuke enfrente, observándolo con esa mirada suya imposible de leer. Y ahora… ¿Sakura también?
La noche que debía ser una cita tranquila se convertía en una escena cargada de tensión que él no sabía manejar. Y lo peor de todo era que no podía dejar de preguntarse:
Naruto
Como puedo zafarme de esta situación?!
Comments