Capitulo 14

Violett miró a Maxon con ojos llenos de emoción, acariciando suavemente su vientre mientras insinuaba con una sonrisa calculada:

—Ya que Lavender se ha ido definitivamente... creo que debería quedarme en la mansión. No tendría sentido ir y venir todos los días, Max. Podría ser perjudicial para el bebé —dijo, con una suavidad en su tono que buscaba manipularlo.

Maxon, aunque no tan de acuerdo con la idea, sabía que la salud del bebé era importante. Sin embargo, aún no quería que Violett se instalara allí hasta que el divorcio con Lavender fuera oficial. No deseaba alimentar rumores en la nobleza, ni dentro ni fuera del Ducado. Aun así, la preocupación por el bebé lo obligó a ceder.

—Está bien —dijo, tras una pausa—. Pero quiero que seas discreta, Violett. Mantente moderada. Los rumores podrían volverse incontrolables si la gente empieza a hablar antes de tiempo.

Ella asintió con una sonrisa triunfante, aunque, internamente, le molestaba profundamente que Maxon la tratara como una simple invitada, especialmente frente a los empleados del Ducado. Sin embargo, no dijo nada. No era el momento adecuado para mostrar su descontento.

Maxon, por su parte, dio instrucciones a los empleados para que trataran a Violett con respeto y cortesía, aunque la incomodidad entre ellos era palpable. Los sirvientes no podían evitar mirarla con disgusto y vergüenza, sabiendo la verdad detrás de todo aquel acto. A pesar de sus sentimientos, cumplían con su labor, incapaces de decir una palabra al respecto.

Ese mismo día, en el que Lavender había dejado definitivamente el Ducado, Violett se instaló en la mansión.

—Tráiganme papel y tinta—, ordenó, —debo escribirle a mi madre— Sonrió mientras pensaba en lo que escribiría, luego de eso, decidió salir a pasear por el que sería su nuevo hogar. Mientras recorría los pasillos con la arrogancia de quien se sentía dueña, su mirada se topó con un gran retrato en uno de los salones. Era Lavender, sola, en una postura noble y serena. Junto a él, otro retrato mostraba a Lavender y Maxon juntos, como los actuales Duques de Lehman.

La expresión de Violett, que hasta ese momento había sido de alegría victoriosa, se tornó oscura y amarga. La envidia ardía en su pecho, nublando su razonamiento. Su voz cortó el silencio al llamar con brusquedad a una doncella.

—¡Tú, ven aquí! —ordenó.

Una joven doncella llegó rápidamente, inclinando la cabeza con respeto.

—¿Qué se le ofrece, señorita? —preguntó con voz temblorosa.

—Quiero que bajen esos retratos —dijo Violett, señalando los cuadros con desprecio—. Y que los quemen.

La doncella se quedó paralizada, incrédula ante la orden. Sabía bien que aquello no estaba en sus manos.

—Lo siento, señorita, pero... solo el Duque puede dar esa orden —dijo, intentando mantener la compostura, aunque sus manos temblaban ligeramente.

Violett, cegada por su rabia y acostumbrada a ser obedecida sin cuestionamientos, no pudo contenerse. Con un movimiento rápido, abofeteó a la doncella y la agarró del cabello, tirando de ella con fuerza mientras le gritaba:

—¡Tú no eres nadie para cuestionar mis órdenes! Haré que te despidan y que no encuentres trabajo en ningún lugar más. ¡Maldita insolente!

El alboroto atrajo la atención de otros empleados que se acercaron al salón, atónitos ante la escena que se desarrollaba ante sus ojos. El mayordomo, horrorizado por lo que veía, intervino rápidamente. Entre él y otros empleados lograron apartar a Violett de la pobre doncella, que sollozaba mientras intentaba recomponerse.

El mayordomo, con una mezcla de prudencia y preocupación, se dirigió a Violett con una leve reverencia.

—Señorita Wagner —dijo con tono controlado—, me disculpo por el malentendido. ¿Podría decirme cuál es su deseo?

Violett, aún alterada, le lanzó una mirada furiosa antes de calmarse lo suficiente para hablar.

—Quiero que esos retratos sean retirados. No tiene sentido que sigan aquí. Y la razón de mi reacción —dijo con voz altiva— fue porque esa sirvienta tuvo el descaro de desobedecerme.

El mayordomo, a pesar de su propia indignación por el comportamiento infantil y caprichoso de Violett, sabía que debía guardar sus opiniones. Recordó la orden del Duque de tratarla con respeto, por lo que optó por resolver la situación lo más rápido posible.

—Entiendo, señorita. Me aseguraré de que los retratos sean retirados —dijo, inclinando la cabeza ligeramente.

Violett sonrió satisfecha, creyendo que había triunfado. Mientras se retiraba del salón, el mayordomo dio instrucciones para que los retratos fueran bajados, pero en lugar de cumplir completamente con la orden de Violett, decidió guardarlos en un lugar seguro. No tenía intención de destruir los cuadros sin antes consultar al Duque.

Lavender llegó al Condado de Tarth de manera imprevista. Los pocos empleados que trabajaban allí se sorprendieron al verla aparecer sin previo aviso. Aunque ella era la dueña y señora del lugar, no solía frecuentar la mansión, ya que su vida estaba dedicada al Ducado de Lehman. Sin embargo, ahora ese condado era su único hogar.

El carruaje se detuvo frente a la mansión y, cuando Lavender descendió, los sirvientes se miraron entre ellos con preocupación. No estaban acostumbrados a verla en ese estado: su cabello estaba desaliñado, su vestido arrugado, y sus ojos, normalmente brillantes y llenos de dignidad, ahora reflejaban un cansancio profundo. Algo terrible había sucedido, y aunque los empleados lo desconocían, podían asumirlo con sólo verla.

El mayordomo, un hombre mayor y fiel, fue el primero en acercarse. Con una inclinación respetuosa, preguntó con suavidad:

— Mi Señora, ¿ha ocurrido algo? ¿Podemos ayudarla en algo?

Lavender lo miró durante un instante, sus ojos parecían vacíos, perdidos en un mar de pensamientos que no compartía con nadie. Tras unos segundos de silencio, finalmente habló, su voz era baja, desanimada:

—A partir de ahora, viviré aquí definitivamente. No me iré más, así que preparen todo para ello. Ahora quiero descansar...

El mayordomo, aunque confundido, asintió de inmediato. Las palabras de Lavender, tan simples y carentes de explicaciones, llenaron de dudas y suposiciones a los empleados. ¿Qué había sucedido en el Ducado? Nadie sabía con certeza, pero el hecho de que la Duquesa de Lehman regresara sola y en ese estado solo podía significar que algo grave había ocurrido.

Lavender subió las escaleras hacia el segundo piso, moviéndose casi como un espectro en la vasta mansión. Cada paso que daba resonaba en el silencio del lugar, intensificando la soledad que la envolvía. Al llegar a la habitación principal, abrió la puerta y entró, sintiendo cómo el peso del mundo caía sobre sus hombros.

Se acercó a la gran ventana que dominaba la estancia y, al asomarse, vio cómo el carruaje del Ducado se alejaba por el largo camino que conducía a la mansión. Su corazón, aún herido, se encogió de dolor. Había sido su hogar durante tanto tiempo, pero ahora, el Ducado de Lehman era un lugar del que no quería saber nada.

Las lágrimas que había contenido durante todo el trayecto comenzaron a acumularse en sus ojos, pero no las dejó caer. Sabía que si empezaba a llorar, tal vez no podría detenerse. Se apartó de la ventana, cerrando los ojos con fuerza, intentando controlar el torbellino de emociones que la atravesaba. Todo lo que quería en ese momento era olvidar, escapar de la realidad y sumergirse en un sueño que le permitiera huir, aunque fuera por unas pocas horas.

Con un suspiro profundo, Lavender se dejó caer sobre la cama, sin siquiera molestarse en quitarse los zapatos o cambiarse de ropa. Estaba agotada, en todos los sentidos. El dolor que sentía por la ruptura con Maxon, por la traición de Violett, por todo lo que había perdido, la consumía. Pero en ese momento, la única solución que encontró fue rendirse al cansancio.

Se acurrucó en la amplia cama, abrazándose a sí misma como si así pudiera proteger lo que quedaba de su frágil corazón. Afuera, la mansión permanecía en silencio, como si respetara el duelo silencioso de su dueña. El carruaje se desvanecía en la distancia, al igual que la vida que una vez había conocido.

Más populares

Comments

Cruz Mejia

Cruz Mejia

Tanto dolor acumulado en algún momento tiene que explotar y llorar sería una buena manera de sacarlo, su pecado fue ser ingenua y confiar en las personas equivocadas, pero lo que no la mata la hace más fuerte. Violett fue tanta su envidia que se le metió por los ojos a Maxon pero el no está libre de pecado pues la dejo entrar en su vida, y la forma en que hicieron las cosas realmente solo lo hacen unas 💩💩💩

2025-04-11

4

Sandra Garnica

Sandra Garnica

Lavander es la que realmente esta embarazada y el imbecil del Duque cree que es su pu**😡 ojalá que la prota se reconponga rápido por su hijo y salga de ese dolor tan grande pero que vea que todo tiene solución

2025-04-10

3

Emiux Emiux

Emiux Emiux

Y de seguro la amante ni siquiera está embarazada, solo se le quiso adelantar con la noticia.
Pero ojalá y Lavander no esté embarazada, nada que la una a esa basura de hombre

2025-04-13

1

Total
Capítulos
1 Capitulo 1
2 Capitulo 2
3 Capitulo 3
4 Capitulo 4
5 Capitulo 5
6 Capitulo 6
7 Capitulo 7
8 Capitulo 8
9 Capitulo 9
10 Capitulo 10
11 Capitulo 11
12 Capitulo 12
13 Capitulo 13
14 Capitulo 14
15 Capitulo 15
16 Capitulo 16
17 Capitulo 17
18 Capitulo 18
19 Capitulo 19
20 Capitulo 20
21 Capitulo 21
22 Capitulo 22
23 Capitulo 23
24 Capitulo 24
25 Capitulo 25
26 Capitulo 26
27 Capitulo 27
28 Capitulo 28
29 Capitulo 29
30 Capitulo 30
31 Capitulo 31
32 Capitulo 32
33 Capitulo 33
34 Capitulo 34
35 Capitulo 35
36 Capitulo 36
37 Capitulo 37
38 Capitulo 38
39 Capitulo 39
40 Capitulo 40
41 Capitulo 41
42 Capitulo 42
43 Capitulo 43
44 Capitulo 44
45 Capitulo 45
46 Capitulo 46
47 Capitulo 47
48 Capitulo 48
49 Capitulo 49
50 Capitulo 50
51 Capitulo 51
52 Capitulo 52
53 Capitulo 53
54 Capitulo 54
55 Capitulo 55
56 Capitulo 56
57 Capitulo 57
58 Capitulo 58
59 Capitulo 59
60 Capitulo 60
61 Capitulo 61
62 Capitulo 62
63 Capitulo 63
64 Capitulo 64
65 Capitulo 65
66 Capitulo 66
67 Capitulo 67
68 Capitulo 68
69 Capitulo 69
70 Capitulo 70
71 Capitulo 71
72 Capitulo 72
73 Capitulo 73
74 Capitulo 74
75 Capitulo 75
76 Capitulo 76
77 Capitulo 77
78 Capitulo 78
79 Capitulo 79
80 Capitulo 80
Capítulos

Updated 80 Episodes

1
Capitulo 1
2
Capitulo 2
3
Capitulo 3
4
Capitulo 4
5
Capitulo 5
6
Capitulo 6
7
Capitulo 7
8
Capitulo 8
9
Capitulo 9
10
Capitulo 10
11
Capitulo 11
12
Capitulo 12
13
Capitulo 13
14
Capitulo 14
15
Capitulo 15
16
Capitulo 16
17
Capitulo 17
18
Capitulo 18
19
Capitulo 19
20
Capitulo 20
21
Capitulo 21
22
Capitulo 22
23
Capitulo 23
24
Capitulo 24
25
Capitulo 25
26
Capitulo 26
27
Capitulo 27
28
Capitulo 28
29
Capitulo 29
30
Capitulo 30
31
Capitulo 31
32
Capitulo 32
33
Capitulo 33
34
Capitulo 34
35
Capitulo 35
36
Capitulo 36
37
Capitulo 37
38
Capitulo 38
39
Capitulo 39
40
Capitulo 40
41
Capitulo 41
42
Capitulo 42
43
Capitulo 43
44
Capitulo 44
45
Capitulo 45
46
Capitulo 46
47
Capitulo 47
48
Capitulo 48
49
Capitulo 49
50
Capitulo 50
51
Capitulo 51
52
Capitulo 52
53
Capitulo 53
54
Capitulo 54
55
Capitulo 55
56
Capitulo 56
57
Capitulo 57
58
Capitulo 58
59
Capitulo 59
60
Capitulo 60
61
Capitulo 61
62
Capitulo 62
63
Capitulo 63
64
Capitulo 64
65
Capitulo 65
66
Capitulo 66
67
Capitulo 67
68
Capitulo 68
69
Capitulo 69
70
Capitulo 70
71
Capitulo 71
72
Capitulo 72
73
Capitulo 73
74
Capitulo 74
75
Capitulo 75
76
Capitulo 76
77
Capitulo 77
78
Capitulo 78
79
Capitulo 79
80
Capitulo 80

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play