Capítulo 18

"Un tallo que sostiene cinco copas, esa es nuestra idea"

"Sí, se puede usar para las fiestas, para no tener que pedir copas de vino o champaña cada vez"

"¿Cómo un candelero?", preguntó Aziel.

"¡Ujum!, ¡candelero!, ¡ese es el nombre!"

"Tenemos todo anotado por si olvidamos lo que debemos decir"

"Oh, se oye interesante", opinó Larry al oír la idea del candelero.

"¿Verdad?, ja ja ja"

En una heladería en el centro de la ciudad, Aziel llevó no solo a Larry, sino también a los dos alfas que conoció en la sala de reuniones, más bien, ambos lo habían seguido hasta aquí.

Después de terminar de dar su presentación, Aziel agradeció a los presentes, contestó algunas preguntas, salió de la sala de reuniones, y fue seguido por estos dos alfas hasta la heladería.

Aziel tuvo que comprar dos porciones más de helado.

"Hermano mayor, lamento otra vez haberte jalado y por romper el botón de tu camisa", se disculpó nuevamente uno de los alfa.

Por la emoción de seguir a Aziel, uno de los alfas tiró del omega y terminó por romper el botón de su camisa, fue un accidente, por lo que el alfa se disculpó en reiteradas ocasiones.

"Solo Aziel está bien, y ya no te preocupes por el botón de la camisa, termina de comer tu helado", indicó Aziel al alfa.

Tres grandes alfas comiendo helado sentados pacíficamente en los asientos de una mesa colorida, sin duda, era una escena extraña de ver.

Para Aziel, los tres alfas incluyendo a Larry, eran como niños.

"¿Ya no presentarán su idea del candelero?", cuestionó Aziel.

"No, tú idea es mejor, hermano, tenemos un poco de capital y quisiéramos invertir en tus ideas"

"Sí, creo que tus ideas serán de más ayuda, nuestra idea se ve tonta al lado de la tuya"

Dijeron ambos alfas.

"No es tonto tener ideas, no muchas personas tienen el valor de dar a conocer sus ideas y materializarlas, así que no ofendas a tu imaginación", refutó Aziel.

"... Eres genial, hermano Aziel", habló uno de los alfas con los ojos acuosos al sentirse conmovido por las palabras de Aziel.

"Te lo dije", asintió Larry en acuerdo con las palabras dichas por el alfa.

"Anda, come, come", deslizó Aziel la copa de helado hacia el alfa antes de que este terminara llorando.

"A propósito, ¿cuáles son sus nombres?", preguntó Aziel a ambos alfas.

"Yo me llamo Moe"

"Yo soy Curly"

Se presentaron ambos.

"... ¿Moe y Curly?", repitió Aziel.

"Larry, Moe y Curly", observó Aziel a los tres grandes alfas.

Después de observarlos por un momento, Aziel comenzó a reír.

"Ja ja ja ja, vaya coincidencia"

"¿Qué pasa?", cuestionó Moe confundido por la risa de Aziel.

"Ja ja ja, no es nada, es un gusto conocerlos, Moe y Curly, espero trabajar con ustedes"

...****************...

Un gran evento se llevaba a cabo en uno de los salones del hotel más importante de la ciudad.

"Ese hombre no dejaba de hablar, ¿cuánto tiempo más cree que teníamos que oírlo?", protestó la Señora Ember.

"Le gusta alardear de sus logros, me temo que hablará de ese tema todo el mes", suspiró el esposo de la Señora Ember, Harold Roosevelt.

La pareja iba caminando por el jardín, con la Señora Ember sujetándose del brazo de su esposo.

Tratar con varias personas en un evento puede ser agotador, por lo que la pareja decidió ir a dar un paseo por el jardín del hotel.

Luego de un corto paseo, la pareja fue a tomar asiento en los sofás acomodados en el exterior.

"Ha estado todo tranquilo estos días", mencionó el Señor Harold.

"Para nuestra tranquilidad, no hay nada mejor que vivir en paz sin tener que preocuparse por lo que pueda ocurrir", dijo la Señora Ember tomando un poco de jugo de su vaso.

"Es lamentable, el abuelo de la familia Kuznetsova era un buen hombre y realmente muy capaz, lástima que su hijo no haya heredado su capacidad"

"¿Por qué mencionas a esa familia ahora?", cuestionó la Señora Ember molesta.

"Hoy presencié algo interesante, puede ser que la capacidad del anciano Kuznetsova no se haya perdido por completo"

"Explícate mejor, sabes que no me gustan los rodeos", regaño la Señora Ember a su esposo.

"Después de la reunión de hoy en la empresa del Señor Dunn, hubo una presentación a la que fui invitado a presenciar", contó el Señor Harold.

"El encargado de llevar a cabo esa presentación fue ese omega, el nieto menor de la familia Kuznetsova, Aziel"

El Señor Harold no conocía muy bien a Aziel, ya que solo lo había visto un par de veces, siendo su esposa la encargada de tratar con el omega, pues así ella lo quería.

Estaba al tanto de la situación, así que ver a Aziel en esa empresa fue una gran sorpresa.

"¿Y?, ¿qué hacía ahí?, ¿pedir un préstamo?", preguntó la Señora Ember sin interés.

"Fue inesperado, pero interesante, puede que ese joven haya heredado la capacidad de su abuelo", dijo el Señor Harold.

"Debo admitir que es realmente muy brillante, puede que toda esta situación le haya beneficiado, quiero decir, que mantenerse alejado de Hadrian fue lo mejor que le pudo pasar a ese omega"

"No sería de extrañar que su nombre se hiciera conocido en un futuro cercano; y teniendo un padre con esa capacidad, será un buen modelo para esos niños"

"¿De qué niños estás hablando? Padre", preguntó Hadrian quién había aparecido de repente.

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