Capítulo 6

La cena se sirvió en menos de una hora, crema de verduras acompañada con pechuga de pollo.

Los platos sobre la mesa del comedor, fueron acomodados perfectamente por Aziel, sentándose en el centro del comedor, Aziel se dispuso a disfrutar de la deliciosa cena preparada por Sophia, la mujer quien cuidaba de los niños.

El pequeño bebé ya se había quedado dormido, por lo que descansaba tranquilo en su habitación, solo Aziel, Sophia, y la malhumorada niña, se encontraban sentados en las sillas del comedor.

Después de prohibir la pizza como cena, Sophia se encargó de cancelar el pedido y preparó la cena en su lugar, algo por lo que la pequeña niña estaba molesta, no decía nada, pero era evidente su enojo.

Esta situación, era aún más difícil de manejar para Aziel.

"Gracias por la deliciosa cena, Sophia", agradeció Aziel a la mujer.

"... Es uno de mis deberes", asintió Sophia con cautela al encontrar extraña la actitud de Aziel, pues el omega de la casa nunca le había permitido sentarse a la mesa para comer, es más, él siempre solía comer en su habitación y pedía no ser molestado.

Lo más extraño fue su intervención al no permitir que la niña comiera pizza y que en cambio cenara algo más adecuado, cuando al omega nunca le había interesado lo que la pequeña hiciera.

Aziel estaba al tanto de la situación, pues su personaje no podía considerarse un padre atento ni excelente persona, pues su prioridad era buscar siempre maneras de llamar la atención del padre alfa de los niños.

Con hambre, Aziel empezó a comer con gusto, con bastante educación y elegancia, como si los cubiertos en su mano bailaran con cada movimiento.

Sophia también empezó a comer, incómoda, pero no podía hacer nada más en esta situación, solo la pequeña niña no se movía, sentada en silencio mientras miraba con desagrado la cena servida en su plato.

Tratar con niños puede ser más difícil que tratar con un adulto, ya que la percepción es diferente.

Aziel esperó a que Sophia persuadiera a la pequeña niña para que comiera, pero no salió ni una palabra de los labios de la mujer que se mantenía ocupada cenando.

"Ahem", aclarando su garganta, Aziel se decidió a tratar de hablar con la pequeña.

"Si no comes adecuadamente, no crecerás"

"No me gusta el pollo", habló la pequeña al oír la retórica de Aziel.

En busca de respuesta y un tanto confundido, Aziel miró a Sophia.

"... No le gusta, pero no había nada más que carne de pollo para preparar en la cocina", explicó Sophia.

'¿A qué niño no le gusta la carne de pollo?', pensó Aziel, por lo que sabía, a los niños les gustaba en especial el pollo frito.

"... Bien, entonces puedes comer solo la crema de verduras", dijo Aziel dirigiéndose a la niña.

"No quiero ver el pollo", señaló la pequeña el pollo en su plato.

Quitando Aziel el pollo del plato de la pequeña, esta empezó a comer, cuidando siempre de que su ostentoso vestido no se ensuciara, era una pequeña bastante quisquillosa.

El nombre de la pequeña niña era Heidrun, y el nombre del bebé era Harlan, nombres puestos por Aziel en el libro, ya que eran los hijos del alfa dominante Hadrian Roosevelt.

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"¿No se internó en el hospital?"

"El auto regresó a medio camino, según el guardaespaldas que lo transportaba, fue el Señor Aziel quien pidió ser llevado a casa al asegurar que se encontraba bien"

"¿Qué clase de broma es esta?, ¿desde cuándo un paciente puede tomar esa decisión?, ¿no te aseguras de contratar buenos guardaespaldas?"

"Lo siento Señora, es un asunto que ya estoy manejando", se disculpó el asistente.

"Ese omega solo me causa dolores de cabeza", suspiró la mujer apoyando su cabeza sobre su mano.

La mujer era la Señora Ember Roosevelt, abuela de los pequeños Heidrun y Harlan, madre del alfa Hadrian Roosevelt.

Hace exactamente cinco años, Aziel se había convertido en una gran molestia para su familia, especialmente para su hijo, llegando a dar a luz a dos pequeños con el apellido Roosevelt.

Por seguridad, la Señora Ember realizó los estudios necesarios para comprobar que los dos pequeños fueran hijos de Hadrian, al comprobar los resultados, la Señora Ember los reconoció como niños nacidos fuera de la familia Roosevelt, pues los pequeños no formarían parte de la familia al no ser alfas a pesar de llevar la sangre de los Roosevelt.

Al ser internado Aziel en el centro especializado, los niños continuarían bajo el cuidado de su niñera Sophia, ya que la Señora Ember no los aceptaría bajo su seno familiar, y a la familia de Aziel tampoco les interesaba los pequeños al no ser estos alfas, pues no tenían utilidad.

Después de una gran suma de dinero dada a la familia de Aziel, la Señora Ember pudo finalmente conseguir internar al omega en un centro especializado, ya que Aziel tenía un deterioro en su salud mental al no conseguir a Hadrian, razón de su existencia y obsesión.

"No quiero que ese omega se acerque a mi hijo"

"Sí, Señora"

"Ese omega puede ser un inútil, pero es bastante insistente cuando se trata de mi hijo, ya nos ocuparemos de llevarlo de vuelta para internarlo"

"Sí, Señora"

En dos ocasiones, Aziel había conseguido embarazarse de Hadrian utilizando aceleradores de ciclo de calor y rut, todo con la ayuda de la familia del omega.

Al no dar a luz a un descendiente alfa que fuera de utilidad, la familia de Aziel dejó de lado al omega aceptando una gran suma de dinero por su internación a un centro especializado.

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