Chén: (con voz baja) Te advertí que no te metieras con mi hijo. Te advertí que no le hicieras daño.
Hui Ying se sintió atrapada, su rostro pálido y nervioso.
Hui Ying: (con voz temblorosa) Chén, por favor...
Chén no la dejó terminar. La agarró del brazo y la sacudió con fuerza.
Chén: (con voz baja) ¿Cómo pudiste hacerle daño a mi hijo? ¿Cómo pudiste golpearlo?
Hui Ying se sintió aterrorizada, su rostro lleno de miedo.
Hui Ying: (con voz temblorosa) Lo siento, Chén. Lo siento mucho...
Chén la soltó, su rostro lleno de desprecio.
Chén: (con voz baja) No te creo. No te creo nada.
Y con eso, Chén le dio una bofetada a Hui Ying, haciendo que ella cayera al suelo.
Qiang se sintió sorprendido, pero también aliviado. Al fin, alguien estaba defendiendo a su hijo.
Los hijos de Hui Ying, que habían estado durmiendo en sus habitaciones, se despertaron con el alboroto. Se levantaron de la cama y se dirigieron a la sala, donde escucharon la voz de su padre gritando y la de su madre llorando.
Yinou, se acercó a su padre, con una mirada de confusión y miedo.
Yinou: (con voz temblorosa) Papá, ¿qué pasa?
Chén se sintió abrumado por la culpa y la vergüenza. No había querido que sus hijos presenciaran esa escena.
Chén: (con voz baja) Lo siento, Yinuo. Lo siento mucho. Pero mamá hizo algo muy malo.
Yichen, se acercó a su madre y la abrazó, llorando.
Yichen: (con voz llorosa) Mamá, ¿estás bien?
Hui Ying se levantó del suelo, con la cara roja y llorosa. Miró a sus hijos con una mezcla de tristeza y vergüenza.
Hui Ying: (con voz temblorosa) Sí, Yichen. Estoy bien.
Qiang se sintió incómodo, sabiendo que había sido testigo de una escena muy privada y dolorosa.
Yinou se acercó a su madre y la miró con una mezcla de confusión y preocupación.
Yinou: (con voz temblorosa) Mamá, ¿qué hiciste?
Hui Ying se levantó del suelo y se acercó a sus hijos, con una mirada de tristeza y resentimiento.
Hui Ying: (con voz temblorosa) Hijos, su padre me golpeó. Me golpeó porque estoy defendiendo lo que es justo.
Yinou y Yichen se miraron entre sí, confundidos y preocupados.
Yinou: (con voz temblorosa) ¿Por qué te golpeó, mamá?
Hui Ying se volvió hacia Qiang, con una mirada de odio y resentimiento.
Hui Ying: (con voz temblorosa) Porque estoy defendiendo lo que es justo. Porque no quiero que su padre siga viendo a su amante.
Yichen se miró a Qiang, con una mirada de confusión y desconfianza.
Yichen: (con voz temblorosa) ¿Quién es él, mamá?
Hui Ying: Es el amante de su padre. Es la razón por la que su padre me golpeó.
Yinou se acercó a su padre.
Yinou: (con voz firme) Papá, ¿cómo pudiste hacerle esto a mamá? ¿Cómo pudiste golpearla?
Chén se sintió abrumado por la culpa y la vergüenza. No sabía qué decirle a su hijo.
Chén: (con voz baja) Yinuo, lo siento. Lo siento mucho.
Yinou se cruzó de brazos.
Yinou: (con voz firme) No basta con decir que lo sientes, papá. Tienes que hacer algo para arreglar esto.
Yinou se volvió hacia Qiang.
Yinou: (con voz firme) Y tienes que sacar a este hombre de nuestra casa. Ahora mismo.
Chén se sintió incómodo, sabiendo que su hijo tenía razón. No podía permitir que Qiang siguiera en la casa después de lo que había pasado.
Qiang se acercó a Chén, con una mirada de súplica y desesperación.
Qiang: (con voz temblorosa) Chén, por favor... solo un momento. Déjame ver a Feiyu. Por favor.
Chén se sintió incómodo, sabiendo que Qiang estaba sufriendo. Pero ya la situación estaba escalando y se iba poniendo peor.
Chén: Qiang, lo siento. Pero no puedo dejar que te quedes aquí.
Qiang se arrodilló en el suelo, con una mirada de súplica y desesperación.
Qiang: Por favor, Chén. Solo un momento. Déjame ver a mi hijo. Por favor.
Yinou y Yichen se miraron entre sí, con una sonrisa maliciosa en sus rostros. Saber que Feiyu era hijo de un sirvante los llenó de una sensación de superioridad y poder.
Yinou: (con voz baja y maliciosa) Ah, esto es perfecto. Un hijo de sirviente viviendo en nuestra casa. Es casi... divertido.
Yichen: Sí, hermano. Esto es un regalo. Podemos hacer lo que queramos con él y nadie podrá decir nada. (le susurró a su hermano.)
Yinou y Yichen se rieron entre sí, disfrutando de la sensación de poder y control que tenían sobre Feiyu.
Feiyu se paró en las escaleras, con una mirada de sorpresa y confusión en su rostro. Acababa de escuchar que Qiang era su padre, y no sabía qué pensar.
Se sintió como si su mundo entero se hubiera vuelto del revés. Siempre había pensado que era el hijo de Chén y Hui Ying, pero ahora descubría que su verdadero padre era un sirviente.
Feiyu se sintió abrumado por una mezcla de emociones: sorpresa, confusión, tristeza y curiosidad. Quería saber más sobre su verdadero padre y por qué había sido mantenido en secreto.
Qiang se dio cuenta de que Feiyu estaba escuchando y se sintió nervioso. No sabía cómo reaccionaría su hijo al descubrir la verdad.
Qiang se acercó a Feiyu, con una mirada de amor y preocupación.
Qiang: (con voz suave) Feiyu, hijo mío... lo siento. Lo siento mucho. No quería que lo descubrieras de esta manera.
Feiyu se acercó a Qiang, pero también se volvió hacia Chén con una sonrisa en su rostro.
Feiyu: (feliz) Papá... ¡estás aquí!
Chén se sintió conmovido por la felicidad de Feiyu. Se acercó a su hijo y lo abrazó con fuerza.
Chén: (con voz emocionada) Feiyu, hijo mío. Lo siento mucho por lo que te pasó. Estoy aquí para ti, siempre.
Feiyu se sintió seguro y feliz en los brazos de Chén. No había culpa ni enfado en su corazón, solo amor y gratitud por tener a su padre de regreso.
Qiang se sintió aliviado de ver que Feiyu estaba feliz de ver a Chén.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 26 Episodes
Comments