...

Harold: El hecho de que ese niño lleve su apellido y que usted misma lo menosprecie de esa forma es un poco vergonzoso, señora.

Hui Ying no dijo nada y solo se limitó a fingir una sonrisa. Parece irónico, pero es lo único que ha hecho en toda la noche. Ella volvió al lado de su esposo, tomó una copa de vino y la levantó frente a todos los invitados.

Hui Ying: Sé que todos están aquí con la esperanza de emparentar con alguno de mis hijos. Lamentablemente, solo tengo tres y ellos solo se pueden casar una vez.

Todo el mundo sonrió porque, aunque esa era la idea, todos ellos sabían que ella solo los comprometería con los tres reinos que están a su mismo nivel social.

Todos empezaron a marcharse y, al final de la velada, solo quedaron las cuatro familias. Entraron a una habitación más lujosa que la anterior. Los hijos de Hui Ying estaban dormidos en sus cunas, mientras que los tres príncipes estaban parados en la puerta, esperando que los adultos terminaran de hablar.

Yixin se acercó lentamente a las tres cunas y, poco a poco, se acercaron Harold y Hussen, parados y viendo dormir a los tres pequeños. No pudieron evitar fijarse en Feiyu: su carita rosada, sus pequeñas manos y esa sonrisa mientras dormía los dejaron perplejos.

Hussen: Es lindo.

Yixin: La belleza no lo es todo.

Harold: Aunque la belleza no lo es todo, a nuestra edad es lo que más llama la atención.

Yixin, a pesar de su frialdad, se acerca un poco y toma la pequeña mano de Feiyu, mientras que Harold se acerca para ver más de cerca su rostro. Hussen aprovecha para tocar sus pequeños pies y, en ese momento, Feiyu sonríe fuerte, asustándolos un poco.

Yixin ríe nervioso mientras le habla con cariño al bebé que acaban de despertar por su curiosidad. Al escuchar las voces, los adultos regresan y ven a los tres príncipes llenando de mimos a Feiyu, mientras que al costado lloraban sin descanso los hijos de Hui Ying.

Su rostro cambió completamente. Era como si en ese momento fuera a estallar. Chen se encontraba con los hombres organizando la dote y esas cosas, mientras que las mujeres, sin que sus esposos lo notaran, pensaban en la manera de no permitir que Feiyu se comprometiera con uno de ellos.

La reina del norte estaba sorprendida de ver a Yixin tan cercano a un niño y más sabiendo que este era omega. Rápidamente, todas tomaron a sus hijos y miraban con desprecio al pequeño bebé, que sin saberlo seguía riendo feliz.

Hui Ying: Mis niños, por el momento, solo vamos a comprometerlos con Yichen y Yinuo. Prometo tener un bebé lo más pronto posible y así tendremos lo que queremos.

Harold: ¿Por qué tienes que tener otro si ya tienes tres? No sería demasiado sospechoso esto para la sociedad? Mostrará lo que realmente sientes por este niño que no es tuyo y empezarán los chismes. No sé si yo quiera emparentar con alguien que esté visto de esa forma en la sociedad.

Yixin: Si no lo querías, ¿por qué hiciste todo esto? Creo que no era necesario. Porque incluso si lo que querías era humillarlo, ni lo notará porque es un bebé.

Hussen: Pueden hacer lo que quieran. Yo decidiré quién será mi compañero de vida.

Todas se quedaron en silencio.

Pero se dieron cuenta de que sería un problema mayor, aunque ya Hui Ying tenía un plan B. De todas formas, ellas estaban tranquilas porque aunque no se lo habían dicho. Ya ellos sabían que no era un niño de sangre pura, y conociéndolos, sabían que jamás estarían con alguien así.

En ese momento, entraron los hombres. Ya iba a hacerse efectiva la unión de estas familias.

Hui Ying: Bien, entonces, escojan a sus prometidos.

Una sonrisa de satisfacción iluminó su rostro, pues ella quería ver la desilusión de Chen cuando notara que nadie quería a su bastardo.

Los tres niños dijeron en coro: "A él", señalando a Feiyu.

El tiempo se detuvo. Chen, orgulloso, miraba a su bebé, quien aún tenía una sonrisa en el rostro. Hui Ying ya no podía disimular su enojo y, sin darse cuenta, gritó:

"Hui Ying, ¿cómo pueden poner sus ojos en ese bastardo?"

Chén le dio un fuerte golpe en el rostro, tan fuerte que la tiró al suelo.

Chén: Te lo advertí, mi hijo no será menospreciado por nadie y mucho menos por ti.

Nadie dijo nada. Hui Ying seguía en el piso, mientras las otras madres fingían que todo estaba bien.

Rey del sur: Los tres no se pueden casar con él. Deben decidir quién lo hará.

Ninguno de los tres iba a ceder.

Chén: Bueno, haremos algo. Por el momento, pueden conocer a mis tres hijos. Vendrán a verlos y pasarán tiempo con ellos. Dentro de 9 años, volveremos a tomar esa decisión. ¿Les parece?

Los tres príncipes estuvieron de acuerdo.

Luego de esta conversación, los reyes se marcharon, quedando Hui Ying y Chen solos en la sala.

Chen: No importa cómo me trates a mí, pero si te vuelves a meter con mi hijo, no tendré respeto por ti.

Hui Ying: ¿Y cuando me has respetado? Hablas de respeto cuando tu amante vive en mi patio. Maldito infeliz. ¿Por qué no me dijiste que amabas a alguien más cuando acepté casarme contigo? Me rogabas tanto... Si no me querías...

Chen: Te amo, solo es que Qiang es mi vida. No puedo vivir sin él, y mi hijo es la prueba de que él es y fue mío.

Hui Ying: ¿Te atreves a decir que amas a alguien más en mi presencia?

En ese momento, entra el guardia.

Señor Chen, el joven Qiang pide verlo. Dice que desea estar con usted.

Sin darse cuenta, su rostro se iluminó y olvidó por completo lo que acababa de suceder.

Chen: Dile que ya voy, que me espere en casa.

Hui Ying estaba sin palabras. Sintió como en ese momento Chen se olvidó de su existencia.

Hui Ying: Chen, estoy aquí.

Chen: Lo siento, debo irme.

Le da a Feiyu a la nodriza y se marcha a la casa de Qiang, quien por primera vez en este año pide verlo.

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Comments

Sofi

Sofi

gracias por actualizar. lo esperábamos ansias. 😍😍😍🥰🥰🥰/Drool/

2025-04-01

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