Reyna de las abejas

Rosina muy enojada, tomó por el cabello a Anastasia, quien no lloró ni nada por cómo fue tomada por el cabello, sino que la dejó terminar de lo que hacía.

Eso enfurece más a Rosina, quien al ver que ella no hace nada, le da un par de bofetadas y la arroja al suelo.

—Te he dicho cómo se hacen las cosas en esta mansión, yo soy la duquesa de este lugar, y tú solo eres mi criada, conoce tu lugar, niña mugrosa— dice la mujer cruzada de brazos.

Anastasia decide que es el momento del gran show, y por esa razón, decide hablarle a esa bruja sus cuantas verdades.

—Oye bien lo que te diré mujer inmunda, tú aquí solo eres quien calienta la cama de mi padre, no eres más que una mujer ofrecida, quien tuvo la desgracia de encontrar un pobre infeliz que se haga cargo de ti y de tu mugrosa hija, yo soy la heredera de esta mansión, y soy la única que lleva el apellido Alborán, y ya me canse de ti y de tu hija— dice demasiado enojada, y de un momento a otro, por la ventana entró un ventarrón y con él una colmena de abeja grande y se posaron alrededor de ella, como símbolo de protección.

Nadie sabe lo que pasa allí, y menos Anastasia, pero tal vez, esas abejas están ahí, como parte del extra que dijo la diosa en la noche de ayer.

La pequeña rata no pudo resistir las palabras de Anastasia, y por eso dice.

— Anastasia, tú eres la fea de esta mansión, y todo me pertenece, yo seré la dueña de todo y tú no tendrás nada— dice Sabrina con enojo. Anastasia deseó que una abeja se entrara en su boca y le picara la lengua, para que no digas tantas tonterías y pasó exactamente así.

Una de las abejas fue a Sabrina y le picó la lengua y esta lanzó un grito de dolor.

“Ya veo, parece que soy la reina de las abejas, esto es nuevo, pero me gusta” piensa ella mientras mira mal a Rosina.

—Yo ya no seré la fea, no seré la sirvienta, y todos los que me han hecho daño lo pagarán al cien, tú eres la primera — dice y ordena que algunas abejas piquen a Rosina y luego hace que las abejas devoren su ropa y está lo hacen, sin hacer daño a su piel, y luego se forma a su alrededor un escudo, para tapar toda su desnudes.

Las abejas pican a Rosina y la mujer mientras llora comienza a defenderse de aquellas pequeñas abejas, pero no podía. Lo último que se le ocurre, es huir del lugar, y tras ella salieron también su hija y los aliados de estas, ya que estaban muy asustados como para quedarse.

Anastasia al ver eso ríe con burla de la situación, pues todo salió mejor de lo que esperaba.

Tras reír lo suficiente, ella se va a su habitación y las abejas dejan de taparla y se ponen a un lado.

—Esto es maravilloso, ahora vamos a someter a los sirvientes — dice ella feliz, mientras toma un vestido nuevo y hermoso del closet y se lo coloca, luego de eso, sale de su habitación con su colmena detrás de ella, y al salir en el pasillo ve como los aliados de Rosina llegaban con palos y espadas, estos son dirigidos por las doncellas de ambas mujeres. 

Es claro que no desean dialogar.

—Tu mugrosa, no sé qué brujería has usado, pero debes de pagar por lo que le ha hecho a mi ama. ¡Ataquen!— grita la doncella de Rosina y todos corren al ataque.

Anastasia al ver eso, ordena a las abejas atacar a todos los atacantes y estas le dan con todo a esos rebeldes empleados.

Mientras las abejas atacan, ella concentra su magia en sus manos, y también ataca.

Las abejas, al igual que Anastasia estaban dándole problemas a esos empleados, y no pasó mucho para que todos estén gritando de dolor, y lo más raro de todo esto es, que las abejas no murieron.

Ella por su parte, solo estaba un poco cansada, y su vestido y peinado estaban arruinados, pero en comparación con los empleados quienes estaban hinchados hasta la médula, ella estaba perfecta, por lo que con una sonrisa, ella dice.

—Piensen antes de irse en mi contra, y para que lo sepan, no los quiero ver aquí nunca más, todos ustedes tomen sus cosas y váyanse de esta mansión, aquí no existe espacio para traidores— dice ella y nuevamente se regresa a la habitación, y cierra la puerta y deja a las abejas en ella por si alguien entra, se lleve la picada de su vida.

Con todo seguro, ella se va al baño, y allí se baña nuevamente mientras tararea una canción.

En esta ocasión, ella se tomó su tiempo, y hasta se lavó su cabello con esmero.

Cuando terminó, se sentía renovada, como si su magia quitara todo el pequeño cansancio del pequeño enfrentamiento que acaba de tener y en realidad es así, pero es algo que ella tendría que descubrir por ella misma.

Luego de un tiempo, Anastasia salió de su habitación, y se fue a la planta baja, en donde estaban los empleados reunidos con sus cosas en manos.

Estos al verla, pusieron cara de pánico, pues la paliza que se acaban de llevar, no es para menos.

—¿Quién de ustedes es el mayordomo de esta casa?— pregunta Anastasia y nadie responde — ¿Qué pasó con el mayordomo de esta casa?— vuelve y pregunta ella, y uno de los allí presentes con un poco de temor habla.

—La duquesa Rosina lo despidió hace algunos años— dice el hombre mirando al piso, ese es el jardinero.

—Ya veo, ¿por qué despidieron al mayordomo?—dice ella y el hombre habla.

—Bueno… Según dice la señora Rosina, aquel hombre era mayor, ella es quien administra la casa— dice el hombre.

— Bien, ya pueden irse de esta mansión, en un mes vengan por sus prestaciones, aún debo de hacerme cargo de la contabilidad de la casa— dice ella y los empleados rápidamente salen de allí asustados, con la intención de nunca regresar al lugar.

Ella al ver eso, busca por la casa a su madrastra y, conociendo lo dramática que es, debe de estar en su recámara, por lo que a ese lugar fue que llegó por ella.

Era tal cual pensó Anastasia. La mujer estaba en su habitación recibiendo un tratamiento de manos de un doctor, quien le decía que debía eliminar a Anastasia antes de que las cosas llegaran a mayores. Seguida de la conversación, el doctor deja un beso en los labios de la mujer.

Ella al escuchar eso, entra a la habitación de manera violenta, lo que hace que todos allí se asusten y dejen de besarse.

—Veo que tendré que enseñarle a usted doctor, a no meterse en lo que no le incumbe, ¿que diría mi padre si supiera que su doctor de siempre es amante de su esposa? y tú, veo que solo eres una ramera, no se sabe durante cuanto tiempo tú y este medicucho son amantes — dice ella, y el doctor rápidamente toma un par de tijeras y se va al ataque de la joven, pues cree, que de esta manera, la eliminará.

❤️Así me imagino yo que se ve nuestra Anastasia con sus amigas abejas al rededor

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🐝Nota 🐝 🐝 🐝

Sean bienvenidos a esta nueva historia, una historia de lobos, reencarnación, mucha acción y pasion.

Me gustaría pedir una vez más su apoyo.

Sin más, nos vemos en el próximo capítulo. Se vienen cosas muy emocionantes; esta chica no se detendrá hasta vengarse.

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