–Ay, ¿qué pasó?...
– ¡Por favor suéltame, no fue mi culpa!
– ¿Hmm? Tú eres... Lo siento. No quería hacerte algo raro. Te seguí porque sentí que no era buena idea en que vagaras en la noche, por eso te seguí. Pero Jajaja nunca creí que podías defenderte bien. Cofh, cofh creo que me afectó tu patada.
–Usted me asustó de nuevo, ¿cómo se le ocurrió seguirme como un acosador?
–Pues mi plan era no ser percibido, pero al parecer tienes buena percepción del peligro.
– ¿Te duele mucho el estómago?
–No.
–Levántate.
Él intentó levantarse pero al parecer si lo golpeé muy fuerte, él se estaba quejando cuando intentaba levantarse. Parecía que se le dificultaba enderezarse, entonces le di mi hombro para sostenerse. Me di cuenta que en serio lo golpeé muy fuerte, debí haber practicado un deporte, quizás ahorita ya tendría más dinero. Él parecía que se le dificultaba un poco respirar mientras lo sostenía, entonces se me ocurrió pedirle su dirección para llevarlo. Él quería que lo dejara solo, se negaba en que yo lo llevara. Me sentía culpable de la patada que le di. Decidí convencerlo a que me dijera la dirección, él no quería decirme hasta que me fastidio, entonces se la pedí de nuevo pero se lo grite muy enojada. Él se sorprendió y dejó de darme tanto rodeo, me dijo su dirección.
Su dirección estaba cercas a su tienda, sólo caminamos como tres o cinco cuadras a dirección oeste. Abrió la puerta, los dos entramos a su casa, encendió las luces. Me sorprendí mucho el ver que su casa era muy hermosa, era muy limpia y ordenada en comparación a la mía. Él se fue acostando en la cama pero aún le dolía un poco el estómago. Me pidió quedarme y me advirtió que no era buena idea vagar de noche más porque soy mujer. Yo Sonreí e ignoré sus palabras entonces me acerque hacia la puerta para irme a mi departamento, pero de pronto él apareció atrás de mí. Me pidió que lo dejara acompañarme para que no me pasara nada. Yo seguí negándome. Él se le ocurrió no dejarme abrir la puerta, entonces me pidió que me quedara a dormir en su casa. Obvio que me negué, no quería quedarme a dormir en la casa de un desconocido. Qué clase de chica se queda a dormir en la casa de quien no conoce.
Yo seguí intentando abrir la puerta pero este no me dejaba abrirla. Le di un codazo entonces logré abrir la puerta pero de repente él me abrazó, no me dejaba salir, me sentí extraña. Nunca había sentido esta sensación con todos mis novios. Sentía como si una corriente recorriera todo mi cuerpo, tenía miedo pero a la vez me agradaba esta sensación. Sentía una sensación de peligro pero a la vez de placer como si quisiera que él me llevara a su cama. No comprendía el por qué pensaba de forma pervertida pero decidí quedarme, dejé la puerta cerrada. Él no dejaba de soltarme, parecía como si deseara hacerlo conmigo. Yo le seguí el juego para saber si hoy tendría algo de acción, ya que tenía tiempo en que no tenía tiempo en acostarme con alguien. Pasó un rato entonces me soltó y caminó hacia la cocina, preparó un poco de café y colocó algunas piezas de pan sobre una mesa. Él comenzó a beber pero al parecer aún no se sentía bien, mejor tomó un poco de leche. Yo lo observaba mientras merendábamos, él parecía muy extraño, estaba muy tranquilo. Cuando terminamos de merendar se llevó las tazas y las fue a lavar, me preparó una habitación. Yo me acosté. Él se despidió de mí diciendo "Hasta mañana", las luces se apagaron. Un momento, nunca hubo acción, ¿acaso es de los que les gusta entrar de noche? Lo esperé.
Abrí mis ojos al otro día y no pasó nada, nunca entró a mi habitación y nunca lo hicimos ¿qué le sucede a este hombre? ¿Por qué se preocupa hacia a mí y me invita que duerma a su casa? No lo entiendo. Parece interesarse hacia a mí pero no me ha tocado, sólo es amable y decente ¿qué le pasa a este hombre? Ahora que veo e incluso me trajo el desayuno a la cama, ¿qué estará planeando? No entendía el por qué hacía todo eso hacia a mí, entonces decidí buscarlo hasta que lo encontré, estaba saliendo del baño. Yo lo empujé hacia la pared.
– ¿Por qué estas comportándote de esa manera hacia mí?
–No te preocupes no estoy interesado en ti.
–Pareces como si quisieras que yo fuera tu novia.
–No, te equívocas.
–Entonces explícate.
–Me recuerdas a mí, quizás por eso me acerque a ti.
–Habla como un anciano –pensé
– ¿A mí?
–Yo también era alguien como tú.
–Jajaja –lo solté– dices que eras como yo pero parecemos de la misma edad. Jajaja tú en serio das risa, deja de bromear.
–Veo que no me crees.
–Jajaja Obvio que no. Pareces de la misma edad que yo y no pareces alguien que se haya metido problemas en la calle e incluso te golpeé con mucha facilidad. Jajaja en serio das risa, en decir que nos parecemos.
–En realidad pienso que sí. Pareces alguien sola a pesar de tener amigos. Pareces como si hubieras huido de todos los problemas para empezar de nuevo, al menos no has ido al otro camino. Veo que eres muy fuerte.
– ¿Desde cuándo me estás acosando?
– ¡¿Qué?! No te estaba acosando, sólo era coincidencia en que nos encontrábamos.
–Entonces ¿por qué empezaste a venir más seguido al restaurante?
–Preparan buena comida en relación a otros restaurantes.
– ¿Por qué seguías insistiendo en que yo aceptara una cita?
–Ah eso. Fue porque nadie de mis amigos quería ir a ver una película de terror. Entonces observé que tú te parecías a mí en que no te da miedo vagar en la noche. Pero deberías tener cuidado, te podrían hacer algo malo si vagas sola.
– ¿Cómo sabías que caminaba por las calles en la noche?
–Quizás porque mi tienda está al lado de donde pasas cuando sales del trabajo.
– ¿Por qué me empujaste cuando te besé?
– ¿Hubo un beso?
–Sí, el beso.
–El beso...
–Aah
–Ya recordé. ¡Qué clase de persona besa a alguien cuando salen de ver una película de terror, donde una zombi mordió los labios de su amado, devorándolo!
– ¿Fue por eso?
–Obvio que sí. Yo te invité pero nunca dije que te invitaba como para ser mi novia, te dije que era una cita de amistad. Lo escribí hasta abajo de la nota.
– ¿Es en serio?
– ¿Leíste toda la nota?
–Si la leí pero creí que te referías a una amistad de amigos con derechos. Creo que debí preguntarte directamente.
–No estoy interesado en tener una relación con una niña.
– ¿Te gustan las mujeres mayores?
–Obvio que sí. Me encanta las mujeres de 40 años, ¿Crees que soy un pedófilo?
–Yo pensaba que te gustaban las mujeres de tu edad, pero nunca creí que las mayores a tu edad.
– ¡¿Qué?! Creo que te estás equivocando.
–Ya entendí sus gustos.
–Te equivocas. Yo...
– ¿Por qué vendes vestidos de novia? Si tú fueras yo, entonces nunca abrías tenido esta tienda.
–Jajaja tienes razón, yo nunca habría abierto esta tienda. Nunca fue mi estilo cuando llegué aquí.
–Entonces...
–Yo había huido también de mis problemas, pero en mi caso ya era demasiado tarde para arrepentirme. Yo vagué de calle a calle como un vago asqueroso. Entonces por una rara ocasión me detuve a ver esa tienda y pensé en la persona que más amaba. Esa persona deseaba formar una familia conmigo y algún día casarnos dentro de una iglesia. Pero lo arruiné todo, fui en tonto, yo comencé a llorar mientras miraba los vestidos de novia a través del vidrio. Las personas que iban pasando me veían como como una rata asquerosa. Pero de pronto salió el dueño de la tienda y me invitó a comer. Yo acepté, tenía hambre. Aunque quería beber algo de alcohol. El hombre de la tienda no me dio nada de alcohol y mucho menos dinero, pero me daba deliciosos postres y comida deliciosa. Cada día me invitaba a ir a comer y entonces me sugirió trabajar en su tienda. No tenía sentido, yo era un vago asqueroso cuando podría encontrar mejores candidatos al puesto. Acepté su trabajo, él me compró algo de ropa, y cada vez me sentía feliz. Era muy agradable trabajar con él. Me llegó a presentar en persona, a su diseñador de ropa, parecía un hombre alegre pero había algo que no me había dado cuenta entre ellos dos, eran homosexuales.
– ¿Te refieres a que son gays? ¿Y qué tiene que ver todo esto en que dirijas la tienda?
–Yo les diría homosexuales, ya que el término gay se utiliza más cuando los hombres se llegan a pintar o a comportarse como mujeres, pero en el caso de ellos era diferente, actuaban normal, actuaban como hombres. Me di cuenta cuando se besaron en escondidas. Yo sólo llegaba a darle ideas al dueño sobre mejorar la tienda, pero no se me ocurrió tocar la puerta antes de entrar. El diseñador salió rápidamente de su estudio dejando al dueño solo. Fue traumante ver eso, no sabía que decir, quería ofenderlos pero ellos me había dado un nuevo lugar en donde vivir, sólo me quedé callado y ya me quería retirar a trabajar de nuevo, se sentía incómodo. El dueño actuaba normal y empezó el diálogo conmigo. Al último me fui acostumbrando de ver su relación entre ellos dos, pero en el público se ignoraban como si no tuvieran ninguna relación. Pasaron los años y ambos hombres me habían enseñado todo en relación a la tienda de vestidos de novia. Me enseñaron como hacer los vestidos e incluso me explicaban el significado que tenía cada parte del diseño. Los dos decidieron viajar juntos a Estados Unidos para conocer otros diseños de ropa, pero nunca regresaron. Tuve que ir a identificar sus cuerpos.
– ¿Qué les pasó?
–El avión tenían una falla.
–Auch eso debió doler.
–A pesar de ser homosexuales y que siempre cerraba mi puerta con seguro, para mí siempre fueron mis mejores amigos.
–Es buena tu historia. Eso explica el por qué no te pareces a mí.
–Ellos dos me hicieron cambiar la forma de ver este mundo. Me hubiera gustado haber tenido unos padres como ellos.
– ¿Cómo eran tus padres?
–Mis padres siempre se peleaban y no les importaba que estudiara aunque tampoco a mí me interesaba. Me valía lo que hiciera con mi vida.
–Los míos no se peleaban entre sí, se peleaban conmigo, siempre me presionaban en que debía sacar las mejores notas. Si sacaba una mala nota, entonces me castigaban sin dejarme comer.
–Jajaja tus padres al menos se preocupaban en tu futuro. Los míos les valía.
–Pues no era agradable tenerlos como mis padres.
–Te entiendo. Pero al menos no te tocó unos padres como los míos, sino más probable ya estarías embarazada con tu segundo hijo y juntada con un vagabundo.
–Nunca había pensado en eso.
–Veraz si tus padres te presionaban mucho eso significa que vivieron algo que querían evitar en ti.
–No lo creó. Les gustaba hacerme sufrir.
– ¿A los cuántos años te obtuvo tu madre?
–Creó que ella tenía 22 años.
– ¿Tienes algún hermano mayor que haya metido la pata antes que tú?
–Ahora que lo pienso sí. Tenía un hermano mayor. Mi hermano nació cuando mi madre tenía 16 años pero siempre le daban mucha libertad, hasta que un día se fugó con una muchachita, tenían como 15 años. Se fugaron por un largo tiempo, después regresaron peleados y la muchachita ya estaba panzona. Fue un lío con esos dos, pero mis padres no permitieron que mi hermano volviera a casa por haber hecho esa locura. ¡Oh por dios! Eso explica el por qué mis padres eran muy estrictos conmigo, fue por la culpa de mi hermano.
–Eso parece.
– ¡Vaya! debiste haber estudiado psicología y no diseñador.
–Me gusta hacer vestidos de novia.
–Me voy. Gracias por el desayuno.
–Por nada pero si quieres volver a ver de nuevo una película de terror, entonces puedes buscarme en la tienda o en mi casa.
– ¿Eso es una cita?
–Es una cita de amistad.
– ¿Cuándo y a qué hora?
– ¿Qué tal el domingo a la 1?
–Ahí estaré.
Salí de su casa, caminaba dirigiendo a mi departamento, me gustó dormir en una habitación, el desayuno estaba muy delicioso y me encantó su historia del cómo se convirtió en el dueño de la tienda. Me encantó conocer a ese hombre pero algo está mal, algo se me olvido. No puede ser, por qué siempre se me olvida. Olvidé preguntarle su nombre. Él más probable conoce mi nombre por mi nombre que está escrito en mi uniforme, pero en mi caso no sé cómo se llama él. ¿Por qué no se me ocurrió preguntarle su nombre? ¿Tan tonta soy al no preguntarle su nombre cuando ya vamos a tener la segunda cita? Bueno para la próxima espero no olvidarme su nombre.
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