Samanta camina a pasos apresurados, ahora tendrá que presentarse sin previo aviso en la Empresa de su marido. Va segura de sí misma, manejando hacia allá.
Sin mas, se acerca a las oficinas de Empresa de Arquitectura Fuentealba, pasa por la oficina de su marido pero, él no se encuentra . Ella no sabe que fue a una cita de la página de infieles on line, para encontrarse con otra sumisa.
Robert, por su lado, en ese momento, va en su auto y recoge a una tal Elena, ya lo habia decepcionado Claire, era una de esas admiradoras de "50 Sombras de Grey", quien ingenuamente pensaba que esas aficciones eran un juego, luego de sentir su látigo, llorando suplicaba que la dejara en paz, dejándola ahogada en llantos, aunque disfrutó haciendola sufrir, no era lo que quería como pareja BDSM. Ahora veremos que tal es esta otra. La mujer, entra a su vehiculo, pero esta mujer era Patricia Espinoza, la amiga de Carolina. Quien conocía muy bien a Robert a través de las conversaciones con Carolina, y conocía tambien, las bajezas de ambos en contra de Samanta Santibañez. Pero él no la conocía a ella.
Desde hace una semana no sabe nada de su amiga, no contesta el teléfono y en la Empresa Fuentealba, le dijeron que ella había renunciado a su trabajo. Patricia no es tonta y presiente, que algo no anda bien, Carolina, jamás se iría con nadie sin decirle nada a ella, sabe que Robert fue el último con quien ella salió el viernes pasado. Es obvio que Robert es el involucrado número 1 en la desaparición de su amiga.
Cuando lo vió en esa página de citas, rápidamente, hizo click para un encuentro haciéndolo parecer fortuito, ella es oficial de policia, como lo era su padre, ahora jubilado. Aunque ella es de gustos lesbicos, y ama profundamente a Carolina, piensa que él le debe una explicación por la ausencia de su amada Caro. Su nombre para el encuentro, como el de todos en esa página web, es ficticio.
Al verla Robert sonrie, no había tenido una morena como sumisa. La piel de Patricia era oscura como el ébano, y su figura muy espectacular, muy torneada por el gimnasio. Eso le agradó al pervertido hombre, cuando la recoge, enseguida y descuidadamente, la atrae y la besa, ella acepta. Quiere ver a dónde la va a llevar.
Ese encuentro, como el de Claire, fueron captados por aquel investigador privado, contratado por el padre de Samanta. Jerónimo Espinoza. Quien está furioso, porque ahora se trata de su propia hija, los sigue de cerca.
En el departamento, Robert lanza a la mujer sobre la cama con barrotes, quiere arrancarle ese vestido ceñido a su cuerpo que le queda como un guante.
Pero ella tenía otros planes...
Patricia, en la actuación de Elena, decide cambiar los papeles, ella se convertirá en la dominante. Se da la vuelta, y con un rápido movimiento le coloca las esposas que estaban en cada barrote a Robert, incluyendo las piernas, ella como policía, tiene conocimientos sobre defensa personal, y está muy bien ejercitada, él se molesta:
-¿Qué haces? ¡Esto no es lo que acordamos!-
- ¡Vamos, tranquilo! ¡Así será más divertido, solo tienes que relajarte!-Dice ella con una gran sonrisa, que reflejan sus dientes muy blancos, haciendo contraste con su piel negra.
-Nunca me ha gustado ser pasiva, me gusta más, cómo diría... sí, la verdadera acción- dice ella mientras lo va desnudando, quitando cada botón, con unas tijeras, mientras él está inmóvil, a la expectativa, jamás habia sido el pasivo, y está muy incómodo ante ese giro de los acontecimientos.
-¡Vamos a jugar el juego de la maestra, y el niño malo!- ella, encima sigue con las tijeras rompiendo los botones, dejando su fornido pecho al descubierto, lo acaricia, lo pellizca, le clava las uñas, baja hasta sus pantalones, rompe el botón y luego baja la cremallera, él está flácido, sin responder, pues se siente amenazado.
-¡Ay el niño, es tímido, creo que se está portando muy mal!- sigue en su papel, Elena, ella no quiere penetraciones.
Con la tijera rompe cada pierna del pantalón hasta llegar a la entrepierna de ambos lados, haciendo girones aquel pantalón marrón oscuro.
-¿Qué haces? ¡Estás destrozando mi camisa y este pantalón de miles de dólares! ¡Estás loca! ¡Suéltame inmediatamente!- grita Robert queriendo soltar sus muñecas y tobillos.
-¡Ay chiquito malo!, por más pataletas que hagas, tu maestra no te hará ningún caso, mientras más grites, más me enciende el deseo de castigarte- sigue diciendo con voz melosa. Lo deja en calzoncillos, los lleva bastante ajustados, pero no puede responder ante la posible agresión.
- ¡Oh no, esto está muertico todavía!- se lamenta, para luego aprietarle sin compasión, todo el equipo, lo que provoca un grito de dolor en el hombre:
-¡Ahhhh, me duele, no sigas haciendo eso, no me gusta, te dije que me sueltes!- continúa quejándose Robert, con ojos desorbitados, ella aprieta sus pelotas, con satisfacción con la clara intención de hacerle tanto daño, como él le provocaba a Caro.
Patricia se convirtió en la horma de su zapato, nada más y nada menos que en busca de su ansiada venganza.
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Updated 66 Episodes
Comments
Mildred Álvarez
Estoy de acuerdo,que lo reviente y lo haga sangrar
2024-12-27
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Aleyda
Que le dé hasta por el ojete si es posible, merecido se lo tiene
2024-11-12
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