Capítulo 18

Son las diez de la noche y casi no terminamos ese ensayo, me sentía cansada, agradecía estar con Bella y no en la casa de locos de mi papá.

La pelirroja llega con una botella de vino y dos copas, para celebrar que logramos terminar este trabajo.

- Bueno castaña celebremos que aunque ese idiota arruinó nuestra noche con este trabajo, logramos terminarlo.

- Salud cariño. - chocamos nuestras copas. - Bella hay algo que yo no entiendo, yo sé que a ti te encanta el sexo, pero como te convenció mi tío.

- Ay no Mía, es en serio, yo quiero disfrutar la noche, no recordar cosas que no tienen sentido ahorita. - necesitaba saberlo.

- Perdóname, pero tú sabes todo de mí y si te soy sincera la intriga me está ganando. - yo solo podía reírme de su cara. - Ya amiga relájate.

- Sabes, de todos tus pretendientes, el profesor Cortes no me agrada y menos en este plan. - siempre hace lo mismo cuando no quiere hablar de algo.

- Tú lo adorabas, y no me cambies el tema, te escucho. - se toma la copa de vino de un solo sorbo.

- Está bien, fue en la fiesta de tu cumpleaños, discutí con tu hermano ese día y te diste cuenta que me pase de tragos, y tu tío tiene los ojos de Salvador y me deje llevar.

- Te cogiste a mi tío, en mi fiesta, en mi casa, porque te peleaste con Salvador.

- Si lo sé, pero necesitaba desahogarme y tú estabas ocupada con Felipe, y una copa, una charla y ver a tu hermano con Kany pues no ayudaban a pensar.

- Lo siento, sé que me necesitabas y yo solo pensaba en Felipe y no me di cuenta de lo que te estaba pasando con Salva.

- No te preocupes, después de eso tu tío insistió en verme, tu tío quería algo más, pero yo no le podía dar eso, yo estaba enamorada de Salvador como me iba a meter con alguien que no amaba, sería engañarme a mi misma.

- Definitivamente, yo estaba bien ciega con tu hermano, que no me di cuenta de nada de esto, pero haber Bella ya pasó, fue hace un año y bueno Salvador no era nada tuyo, él tiene que entenderlo.

- El problema Mía es que tu hermano me lo preguntó días después, y yo le dije que no, me hice la indignada, como le voy a decir ahorita que le mentí y que si me acosté con él.

- Porque hiciste eso. - Ya llevaba tres copas de vino que se había tomado de un sorbo. - no tomes así.

- No sé, para mí fue algo sin importancia, además tú sabes cómo es tu tío, para el era solo sexo, no le vi importancia, hasta que salió con que quería más.

- Pues porque era evidente que no era solo sexo, rechazaste a mi tío por Salvador, y le negaste a este que estuviste con él. - esto estaba mal, muy mal- pero bueno hagamos como en Sicilia, lo que pasó allá se queda allá, y lo que hiciste con mi tío se quede solo con mi tío, no creo que él quiera dañar su relación, además no creo que vaya a durar mucho tiempo aquí.

- Años Mía esperando que esto pase, yo no quiero que se dañe. - me decía en pucheros, sabía perfectamente que no quería perder a mi hermano.

- No se va a dañar tranquila. - nuestra conversación se vio interrumpida por mi celular, me había llegado un correo. - lo mató.

Un tres, había calificado mi trabajo en un tres, me había matado por horas leyendo para hacer un buen ensayo para que esté hijo de puta me pusiera un tres.

- ¿Qué te paso?

- El cabrón me puso tres en el ensayo, un tres Bella. - esto era demasiado. - ¿A ti ya te califico?

- Déjame ver. - toma su celular y revisa a ver si también tenía nota. - No, a mí no me ha llegado nada, creo que reviso solo el tuyo.

- Este es mucho hijo de, ush, no lo soporto. - me sirvo más vino y de un solo sorbo me lo tomo.

Saco mi celular para llamar a ese imbécil.- Que estás haciendo. - me pregunta Bella.

- Pues llamando a ese idiota, quiero que me explique por qué esa nota.

- Mía mira las horas que son, además recuerda que Pamela puede sospechar.

- No contesta. - vuelvo y le marco. - Y Pamela se puede ir a la mismísima mierda si quiere.

- No te va a contestar, si te quieres desahogar envíale una nota de voz, de pronto así si te contesté.

No contestaba, decido marcarle una última vez y si no lo hacía le haría caso a Bella y le dejo una nota de voz.

- Señorita Montenegro no creo que estás sean horas de llamar a una casa decente y menos a su profesor. -muchas veces esa voz me hizo ir al cielo y ahorita lo quería mandarlo al mismísimo infierno.

- ¿Un tres?

- Le debo confesar que es uno de los mejores ensayos que he visto en mi vida, pero usted no esperaba que le fuera a calificar igual que los demás o sí.

- No, Pero un tres me parece algo exagerado. - respira Mía.

- Mía, si yo soy imparcial con usted, lo debo hacer con todos, no es personal es compromiso.

- Digamos que si, pero. - mi boca se abrió, pero mi voz no salió, pues la voz de Pamela me dejó en silencio.

- Quien interrumpió nuestro momento cariño, ven que está haciendo mucho frío, vamos y nos damos calor en la cama. - yo porque tengo que estar escuchando estás estupideces, así que cuelgo y le envió un mensaje "Ojalá no le dé hipotermia" y aviento mi celular al sofá, necesitaba otra copa.

- ¿Qué paso? - me pregunta Bella mientras nos sirvo más vino.

- Nada, que no me iba a calificar como a todos, no le parecía justo con los demás.

- Después de eso.

- Que el maldito no contestaba porque se estaba cogiendo a Pamela y yo los interrumpí. - me tomo mi vino y me sirvo otro.

- Amiga - no la dejo decir nada por qué la interrumpo.

- No me digas nada, yo soy una tonta, que le creo todas sus estupideces, sabes que me dijo el imbécil ese, la noche esa. - la pelirroja niega con su cabeza. - Que dizque desde que ha estado conmigo no ha sido capaz de estar con otra mujer, y yo soy tan estúpida que le creo.

- No lo voy a defender, pero puede ser que Pamela lo hizo para molestarte, ella sospecha lo que hubo entre ustedes dos, no se va a quedar con los brazos cruzados.

- Estoy pensando seriamente en volverme lesbiana. - Bella se ríe.- No te rías que es en serio.

- Amiga eso me dijiste con Felipe y terminaste en la cama de Manolo.

- De pronto así aparezca otro, pero Dios escúchame. - digo mirando el techo.- Que este soltero por favor.

Me acuesto en la alfombra que está en la mitad del salón, junto con Bella.

- Por qué Bella - más que pregunta, era un suspiro.

- Porque a veces el corazón hace lo que se le da la gana.

Tenía razón, y el mío hizo lo que se le dio la gana sin darme cuenta y ahora estaba aquí con mi mejor amiga, mientras que él estaba con otra.

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