capítulo 18

Los padres de Diana no tomaron a bien lo que Diana les había dicho, por el contrario, Fátima se le acercó y tomando las flores las arrojó al bote de basura mientras le decía.

- eres una imprudente siempre tan terca, queriendo solucionar todo por tu propia cuenta, si hubieras aceptado a Roberto nada de esto estaría pasando, Fátima la miraba con resentimiento.

Vicente por su parte solo le lanzaba miradas, incriminatorias sin tener el valor de decirle nada, pues en el fondo sabía que el tenía la culpa de todo lo que estaba pasando, por su ambición de tener huertas no midió el riesgo y aunque Diana se lo advirtió el se negó a escucharla, cuando ella le decía que esas tierras no eran aptas para el cultivo de aguacate.

Y ahora aunque, ya no tendrían qué ir a la cárcel por la deuda, también sé sentía molesto por ya no poseer las tierras.

No entendía por qué su hija, Menor no se parecía en nada a su primera hija, que era dócil y servicial, cariñosa con ellos y siempre atenta a cualquier cosa que ellos le pidieran.

Y, en cambio, Desde que Diana nació siempre habían sido solo dolores de cabeza Diana era pequeña enfermiza, de carácter fuerte y dominante nunca cedía a las indicaciones de ellos.

Años atrás cuando Diana era pequeña, a Fátima y a Vicente les gustaba mucho salir a divertirse pasear y pasar tiempo juntos y disfrutar de su querida hija Paola, pero al nacer Diana todo fue diferente ya no podían salir por qué cada que salían Diana enfermaba, para ellos fue muy frustrante así que poco a poco la fueron dejando con su abuela, ella la recibió encantada y curiosamente el tiempo que duraba con la abuela Diana no enfermaba así que llego el día en que finalmente la dejaron con ella, Diana era feliz en el campo muy poco visitaba a sus padres.

Solo la traían para navidad o año nuevo, pero Diana no encajaba en el ambiente de su familia Diana deseaba qué sus padres la mirarán un poco como lo hacian con Paola, pero eso nunca pasó.

Su madre siempre se quejaba de que Diana era terca y obstinada, y tenían razón, ya que Diana defendía a capa y espada sus ideas y no por complacer a sus padres o alguien más cambiaria de opinión, su abuela la había criado con buenos principios y de una moral intachable al cumplir 15 Años Diana tubo que mudarse a la ciudad, para seguir estudiando, porque en el pequeño pueblito donde vivía con su abuelita no había más escuelas, así que sus padres decidieron traerla a vivir con ellos de vuelta.

Diana no logro acoplarse a la vida con sus padres y para ellos también era difícil tenerla allí, a menudo se olvidaban qué ahora Diana estaba en casa y sentándose todos a comer se les olvidaba hablarle para qué los acompañará.

Casi siempre Diana terminaba comiendo sola, no era asi cuando había problemas, al verse envueltos en algún problema todos se acordaban de Diana y de alguna forma lograban involucrarla para que ella terminara haciéndose cargo.

A pesar de ser tan joven Diana era un chica centrada e inteligente, y siempre hallaba una buena solución para cualquier clase de problema.

Diana se sentía asqueada y le costaba mucho adaptarse a su familia, así que mientras estudiaba se buscó un trabajo para no tener que depender de sus padres y como el despacho donde trabajaba estaba muy lejos en el centro de la ciudad, para Diana fue más cómodo rentar un cuarto para vivir.

 Aunque pensó que sus padres se opondrían, la realidad es que a ellos no les importo mucho, y la dejaron ir sin oponerse, fue hasta cuando Diana se empezó a relacionar con Roberto que ellos empezaron a ponerle atención sobre todo Fátima qué era muy insistente en que Roberto era el mejor partido qué pudiera encontrar.

A Fátima le costaba entender por qué Diana no aceptaba a Roberto, y pensaba que era una tonta por despreciar a alguien como Roberto.

Y ahora estaba allí una vez más haciendo su voluntad y resolviendo todo por su cuenta, poco antes de que Diana llegara Roberto se comunicó con Vicente y Fátima, estaba molesto pues al recibir el depósito, intuyó qué Diana había vendido la tierra y ahora ya no había nada con lo que pudiera obligarla a casarse con él.

Roberto estaba, molesto y arrojando la copa qué traía entre sus manos maldecía a quien tubo la osadía de comprar esas tierras qué claramente el había dado la orden de que nadie las comprará.

Y aun así le hablo a Vicente para obligarlo a cumplir con su promesa de casar a Diana con él; sin embargo, solo se encontró con peores noticias pues Vicente le dijo que Diana se había comprometido con alguien más y que ahora vivían juntos.

Vicente le dijo que no había nada que él pudiera hacer.

Roberto sintió un balde de agua helada recorrer todo su cuerpo a punto de congelarlo. No podía creer lo que estaba escuchando y de inmediato quiso saber quien era el idiota que se había atrevido a conquistar a Diana a sus espaldas.

No podía creer todo lo que estaba pasando, el siempre estaba al cuidado de que nadie se acercara a Diana y ahora de la nada ya vivía con alguien y peor aún nadie sabia quien era, los padres de Diana estaban tan molestos cuando ella les dio la noticia que antes de echarla olvidaron preguntar quien era su prometido.

A Roberto le costaba digerir la noticia una tras otra, era algo que nunca imagino que pudiera pasar el no lo había permitido, pero ahora así como si nada alguien sé había atrevido a desafiar sus órdenes. Y peor aún imaginar a Diana con alguien más le carcomia el alma.

Moría de celos y de rabia, -¿ Quién es el idiota que no valora su vida?, ¿cómo pudo pasar, en que momento Diana se relacionó con alguien más sin que yo me diera cuenta?.

Roberto tenía tantas preguntas dando vueltas en su cabeza, que lo único que podía sentir era un fuerte zumbido, que le atravesaba la cabeza causándole un fuerte dolor.

Roberto bebió directo de la botella hasta quedar completamente ebrio, mientras pensaba en Diana e imaginaba que la tenía con él entre sus brazos, finalmente se quedó dormido.

Diana no sabía que más podía hacer, y al ver la forma como la trataban sus padres lo único que deseaba era volver a la finca aunque todo era una farsa era mucho mejor que estar en casa con su familia.

Fátima se acercó un poco más a Diana y suavizando la voz le dijo, - Diana hija aún no esta todo perdido si vas con Roberto estoy segura de que él te aceptara él te ama y no le importara qué estés con otro, vuelve con Roberto. Por lo menos una vez en tu vida no nos decepciones.

Diana limpiando sus lágrimas, le dijo.

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