Capítulo 17

Por la tarde Mateo hizo un par de llamadas, entre ellas una a Roxana quien es su tía. Mateo le dijo que no pidiera explicaciones qué solo hiciera lo que le pediría Roxana se molestó y tachándolo de mal educado lo reprendió.

Después del regaño le dijo que no se preocupara que sería muy discreta y que haría todo tal y como lo pedía.

Roxana sabía que Mateo no llevaba una buena relación con sus padres así que cuando necesitaba de algo siempre recurría a ella, Roxana lo quería mucho así que era difícil que le negara algo por más descabellado qué sonará lo que le pedía.

Aunque le intrigaba, saber que clase de relación tenía con Diana, Mateo solo le dijo que no fuera curiosa qué ya después se enteraría también le prohibió terminantemente hacerle cualquier pregunta a Diana, le dijo que se enfocará en hacer lo que le había pedido.

Poca gente sabía sobre el parentesco de Roxana y Mateo y más aún porque aunque Roxana era muy conocida por su bufete de abogados, Mateo era un completo desconocido todos se preguntaba quien sería el dueño de la finca y de todas las hectáreas de huerta, entre los huerteros se murmuraba qué el dueño de la finca era muy rico que tenía muchos negocios y que tenía grandes extensiones de huertas ahí y en las ciudades vecinas así como ranchos con ganado, de engorda y caballos de los más finos, vendiendo lotes de caballos a clientes extranjeros así como a clientes del país. El rancho crecía cada día más.

Muchos agricultores tenían interés en conocerlo, por todo lo que se hablaba de él, imaginaban qué sería una persona mayor que había forjado su patrimonio a lo largo de los años.

Roberto era uno de los más interesados, ya que si se ganaba su favor obtendría grandes veneficios.

Sin embargo, aunque se había esforzado mucho preguntando, nadie supo decirle algo concretamente, ya que sus trabajadores no eran de la región, ellos solo decían que los habían contratado por medio de agencias. Y que no conocían al patrón y realmente era cierto, ya que muy pocos lo conocían y los que lo conocían sabían que era el administrador, aunque Mateo muchas veces trabajaba mano a mano con ellos, él siempre se presentaba como el administrador. Los mayordomos eran los encargados de tratar con los peones.

Muchos buscaba la forma de poder trabajar con él, ya que, de todos los de la región allí era donde mejor pagaban aparte de contar con seguro, buenas prestaciones y un ambiente laboraba agradable, puesto que si alguien empezaba con chismes o disturbios de inmediato lo liquidaban sin opción a volver así que todos se centraban únicamente en su trabajo sin estar pendiente de nadie más.

Al día siguiente como habían acordado, Roxana recibió a Diana en su oficina, Diana le platico el motivo qué la llevaba, Y le enseño las escrituras todo era legal, Roxana le dijo que conocía a unas cuantas personas a la que le pudiera interesar, le dijo que le dejara una copia del plano del terreno con los datos y que si había algún interesado ella de inmediato se lo haría saber.

Diana se despidió y se retiró, entusiasmada aunque no quería ilusionarse mucho, porque después era peor la decepción.

Diana de igual forma seguía buscando clientes por su cuenta.

Después de casi una semana Diana recibió una llamada de Roxana le dijo que tenía un posible cliente, Diana. Se puso muy feliz y rápidamente saco una pluma y un papel para anotar la dirección donde Se reunirían.

Después de unas horas Diana estaba en una cafetería frente a un señor de mediana edad con una cuantas canas y lentes qué le daba un aire de gente importante, él le dijo que era de la ciudad vecina. Diana le pregunto si realmente deseaba comprar las tierras a lo que él muy seguro le dijo que si. Le explico qué tenía mucho ganado y que le serian de mucha utilidad para sembrar maíz sorgo o avena qué le serian de mucha utilidad para alimentar su ganado.

Después de conversar y acordar el precio de la tierra la transacción fue finalizada por un precio un poco mayor al precio del mercado. Roxana se ofreció a llevar todo el papeleo y Diana a más tardar tendría en su cuenta el monto total del dinero por la tierra en dos días.

Diana estaba, muy contenta y aunque quiso pagarle a Roxana por toda su ayuda ella se negó le dijo que lo tomará como un favor y que si algún día ocupaba algo de ella no dudaría en pedirlo, Diana acepto y le agradeció una vez más para luego retirarse.

Diana llegó a la finca, al entrar vio a Mateo en la sala con su computadora trabajando, Diana corrió alegre hacía a donde estaba él y acercándose por atrás del sillón le dio un beso un la mejilla y le dijo que por fin había logrado vender las tierras. Diana le agradeció por haberle dado la idea de ir con Roxana.

Mateo sonrió complacido y no por el agradecimiento, lo que realmente le complacía era el beso que Diana inesperadamente le habia dado en la mejilla era la primera vez que ella lo besaba, o si quiera se le acercaba.

A Diana le daba pena acercarse a besarlo, pues pensaba que tal vez podía ser imprudente o temía qué Mateo la rechazará, ella solo se dejaba llevar por él, aunque se decía así misma qué frente a los padres de Mateo si tendría que mostrarse cariñosa, y tal vez tomar la iniciativa de besar a Mateo.

Dos días después al recibir el depósito, Lo primero que hizo Diana fue ir al banco a liquidar en su totalidad la deuda, le pareció irónico qué después de los múltiples acosos para qué pagará la deuda, ahora que ya había pagado se mostraban tan amables e incluso le ofrecían un nuevo crédito.

Diana no sabía si reír o molestarse, sin embargo, solo pago y salió.

Después de eso Diana hizo una transferencia a Roberto, por la cantidad que su padre le había dicho que le debía.

Acompañado de un mensaje de texto que decía. "Hola Roberto se te ha transferido el monto total de lo que le habías prestado a mi padre, gracias".

Diana se sentía entusiasmada pues sabía, que al no tener deudas ya no era necesario que sus padres la presionaran para qué se casará con Roberto, Qué aunque ella ya había dejado claramente su posición y les había dicho que ella ya vivía con alguien más, no dejaba de preocuparle, pues sus padres estaban empeñados en que se casará con Roberto. Y no quería que por ese motivo Mateo se fuera a meter en problemas. Ya que aunque no le quedaba del todo claro la forma de actuar de Mateo en ese poco tiempo de conocerlo pensaba que era un buen hombre.

De camino a casa de sus padres Diana hizo una parada en una florería para comprar un lindo ramo de gerberas, las preferidas de su madre.

Con el ramo en las manos diana entró, y de inmediato le hablo a su madre y a su padre para informarles, que ya había logrado vender, las tierras y que la había vendido a muy buen precio, aunque Diana no esperaba que le agradecieran, si había pensado que la noticia les alegraría.

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