Capítulo 20

Tuve que concentrarme de más en la escuela, ya que mi mente solo tenía sitio para Liam y mis ganas de verlo, pero no podía permitir bajar mi nivel en las clases y que se reflejaran en la escuela a través de mis evaluaciones. Al final llegó el viernes, llegarían a las cinco. Está vez si padre vendría con él a visitarnos.

Recuerdo que mí madre se puso muy contenta al saber que Bastian también venía, incluso se arregló las uñas y el pelo para impresionar, yo fingí no notarlo para que no se sintiera avergonzada, ya que no me lo dijo, al parecer le caía bien Bastian, lástima que él estaba en el proceso del duelo de la madre de Liam o eso suponía yo.

Hoy cenaríamos fuera ellos invitaban, llegaron puntuales a las cinco en punto. Mi madre y yo ya nos habíamos arreglado, lo hicimos en tiempo récord, ya que fue a por mí a las cuatro. Nos vestimos con un vestido color carne, el de ella ajustado al cuerpo hasta media pierna y el mío más juvenil, corte de princesa, ella usaría plataformas del mismo color y yo unas balerinas.

De peinado optamos por recoger nuestro cabello con una cebolla, parecíamos hermanas, mi madre estaba muy hermosa hoy. Fuimos hacia la puerta para recibir a Liam y su padre. Liam estaba precioso, usaba unos jeans azul claro, con una chaqueta negra d vestir, ya estaba usando la prótesis, verlo así parecía que no tenía ningún problema, lo que si usaba un bastón.

Cuando pasaron a la sala de la casa, mi madre había hecho café para brindarles algo antes de salir y unas galletas que había horneado ella misma la noche anterior. En ese momento cuando se desplazó pude notar que cojeaba, pero estaba segura de que se adaptaría pronto, estaba tan bello que no pude resistir la tentación de llevarlo de besos frente a todos.

Fuimos a nuestra cena, todo fue perfecto. A mi madre le vino de maravilla ella jamás salía, mucho menos yo, pero ella trabajaba mucho así que verla así con nosotros tan feliz me llenó el alma de calidez infinita. Luego de la cena fuimos a casa, Liam había encargado bombones personalizados para todos. El mío era un signo de interrogación.

Al comenzar a comerlo noté algo que me chocó en un diente. Lo tomé entre mis dedos y casi me desmayo por el hallazgo. Era un anillo de compromiso.

- Perdón por mí arrodillarme en este momento, dijo Liam. Pero ¿Te casas conmigo? Sé que eres muy joven, pero yo lo tengo claro, eres la única persona en el mundo que quisiera que estuviese en mi vida para siempre.

Miré a mi madre que tenía lágrimas brotando de sus ojos. Al mirar a Liam solo pude responder que sí. Me puso el anillo, nos besamos.

- No hay prisas por la fecha, puedes tomarte tu tiempo, yo esperaré por ti siempre.

Nuestros padres nos felicitaron, mi madre fue a por refrescos para celebrar la ocasión, en casa no había bebidas alcohólicas y además yo lo tenía prohibido, así que refresco estuvo bien. Pasamos un rato todos juntos en familia, ya lo éramos, nos acoplamos bien. Bastián y Liam se marcharon hacia el hotel, antes que fuera más tarde. En cuanto se fueron mi madre y yo nos pusimos hablar.

- Madre ¿Puedo casarme?

- Hija, yo sé que estás enamorada y no quiero tronchar tu vida, pero están empezando la relación, te propongo un trato, espera dos años de novios o al menos uno y si todo sigue así te doy permiso. ¿Me entiendes verdad?

- Si madre, yo sé que lo haces por mí bien. Tranquila madre eso haré.

- Debo decirte que me cae muy bien Liam es buen chico la verdad.

- Si madre lo es.

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