Capítulo 4

No había ni terminado de enviar el mensaje cuando un segundo después me escribió, aún no leía los otros dos mensajes pendientes, estaba en línea así que decidí dejarlos para luego y escribirle al ver que pasó al chat directamente.

X

- ¿Aún despierta?, me preguntó

Amaya

- Sí.

X

- Pasé todo el día esperando verte en línea.

Amaya

- 🤗 gracias, ahora es que terminé las labores hogareñas con mi madre y aún me faltan varios deberes de la escuela, pero igual te extrañe, estaba deseando escribirte.

X

-¿ Qué tal tu día, la escuela, como te fue el día hoy?

Amaya

- La verdad que bien. Y a ti como te fue.

X

- Bien y ahora mejor, gracias a ti.

Amaya

- 😊 gracias.

X

- Crees que puedas darme tu número de teléfono así podremos hablar con más frecuencia.

Amaya

- Si, claro.

X

- Eres de Madrid.

Amaya

- Sí, y tú.

X

- Igual, soy de Barajas, de que parte eres tú.

Amaya

- Del centro.

X

- Un poco lejos estamos 😂😂😂

Amaya

- Si, 😅, me das tu número para agregarte al

WhatsApp.

X

- +34916541765

Segundos después recibí un mensaje de él en mi whatsapp. Lo más extraño de todo era su perfil y su nombre, allí seguía como x y su foto era una máscara también. Al parecer quería ir de incógnito y no mostrarse a los demás.

x

👋👋👋 ya estoy acá.

Amaya

😅👋 hola

x

Creo que es mejor así. Ahora podemos estar en contacto más seguido.

Amaya

Sí es verdad, puedes decirme por qué te apodas x, por qué no pones foto de perfil real.

x

Es una larga historia, lo dejamos para otro día porfa 🥺

Amaya

Está bien.

Seguimos hablando de cosas sin sentido hasta que al darme cuenta no había hecho los deberes de la escuela u ya era muy tarde, el reloj marcaba las doce, mi madre llegaría pronto, me despedí de él lo más rápido posible, aún quería seguir conversando pero me era imposible, nuestra manera de hablar había pasado a ser menos formal, como de amigos, sin tantas palabras rebuscadas, iría de a poco con él, ya por lo menos sabía que eramos de España y aunque vivíamos un poco alejados no era tanto, supongo que existiría la posiblidad de vernos en algún momento.

Sentí a mi madre llegar y corrí para apagar la luz y el móvil, borre la conversación, pero lo archive dentro de muchos grupos que tenía así si mi madrecita entraba a revisarlo no sería sospechoso y pasaría de largo. Mi madre hizo su entrada en mi habitación el tiempo justo en que me colé en las sábanas para fingir dormir, fue hacia mi y besó mi frente, me deseo buenas noches y se marchó a su habitación.

Aunque quería responder su beso fingí dormir, no podía darse cuenta de que no dormía si no sería sospechoso y me llenaría de preguntas, tarde o temprano yo no aguantaría la presión y terminaría confesando, intenté dormir realmente, me costó un poco, pero o conseguí un tiempo después. Al día siguiente mi despertar fue un poco molesto para mí, tenía mucho sueño, no había hecho nada de los deberes escolares así que debía intentar ponerme al día con mis amigas antes de entrar a clases. Mi madre debía llevarme a la escuela y entrar en su trabajo luego de dejarme, no podía atrasarla, hice mi mayor esfuerzo y me vestí con lo primero que vi, baje para el desayuno y fuimos juntas en el auto, al llegar me deseo un buen día y se marchó.

Mi aspecto era un desastre, no tenía ni pies ni cabeza mi elección de ropa, un pantalón de cuadros, casi parecía un pijama, con una blusa blanca y chaqueta de mezclilla azul, unos tenis rojos, para completar mi cabello con una coleta y muchos gallos a su alrededor, mis ojeras me daban un toque entre vagabundo o guardia de seguridad nocturno.

Marian y Noa al verme quedaron de piedra.

- Muchacha que te ha pasado, dijo Noa.

- Algún libro en particular, dijo Marian, o es ese chico, x

Miré a Marian en señal de que había acertado.

- Cuenta, cuenta, dijeron ambas.

No había mucho que contar, solo que dormí muy tarde por hablarle, se pusieron contentas por saber que vivíamos relativamente cerca y comenzaron a fantasear sobre nuestro primer encuentro, aún faltaba mucho para eso les expliqué, debíamos conocernos más.

Sobre mi aspecto no me interesaba mucho, de todas formas los chicos no me buscaban por mi belleza, solo por mis cartas para otra chica, al igual que las chicas se me acercaban igual con ese interés. Lo que más me preocupaba era mis deberes, le pedí a mis amigas que me dejaran copiar los de ellas, me cedieron sus respuestas y comencé rápidamente a ponerme al día antes de entrar, tenía media hora aún a mi favor.

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