En ese mundo donde las reglas parecían más locas que el gato de Alicia en el País de las Maravillas, Lana se encontró en el epicentro de una transformación botánica y metamorfosis cósmica.
"¿Qué demonios de juego es este?" reflexionó, mientras se veía transformada de una modesta planta a una criatura azulada, redonda como una bola de cañón, con grandes ojos púrpuras, como si estuviera constantemente sorprendida por su propia existencia.
Y allí, frente a esa surrealidad digna de un guion extraño de película, ella miró al hombre con una mezcla de perplejidad e indignación, mientras él, con su sonrisa traviesa, parecía deleitarse con el espectáculo de su metamorfosis improbable. Era como si estuviera viendo un sketch trágico-cómico en el teatro de la vida, donde el protagonista era una planta que decidió vivir la aventura de ser una bola azul.
...*(♡ Lana Una bola de cañón adorable ♡)*...
— No tiene gracia, ¿por qué diablos me convertí en esto? — preguntó Lana, en una mezcla de confusión y resignación.
El hombre se rascó la cabeza, tratando de encontrar una explicación convincente para la extraña metamorfosis.
— ¡Ni idea! Pero mira el lado positivo, ¡ahora puedes moverte por ti misma sin depender de macetas o regaderas!
Lana observó una vez más su imagen reflejada en la serena superficie del lago. Era innegable que su nueva forma tenía un encanto peculiar, con sus ojos púrpuras brillando bajo la luz del sol danzante. Sin embargo, a pesar de la evidente adorablez, aún no podía descifrar las reglas de este extraño juego, y mucho menos encontrar la tecla para desconectar.
Y así, entre la existencia y la persistente confusión sobre su propósito en ese juego absurdo, Lana permanecía como una pieza perdida en un tablero de enigmas y sorpresas.
— ¿Cómo voy a conquistar a alguien con esta forma? — Lana murmuraba para sí misma, desanimada por las posibilidades románticas de su nueva apariencia.
El hombre se acercó a ella, sonriendo de manera cautivadora. — ¡Ya me has conquistado a mí! — dijo con convicción.
Lana reviró los ojos, una mezcla de frustración y curiosidad. — Pero tú no cuentas. ¡Ni siquiera sé cómo saliste de aquí! — respondió, señalando su propio cuerpo azulado y esférico.
— ¡Podrás salir de aquí cuando tu cuerpo esté completamente formado! Para eso necesitas comer mucho. — explicó el hombre con un tono de esperanza.
— Si ese es el caso, ¡llévame a un lugar con un montón de esas frutas! — solicitó Lana, levantando los brazos hacia el hombre, indicando que quería ser llevada.
— ¿Qué estás haciendo? — preguntó él, sorprendido.
— ¡Vamos, llévame! Mis piernas son muy cortas, si tropiezo, saldré rodando sin parar. — explicó Lana, con un toque de humor, consciente de las limitaciones impuestas por su forma peculiar.
El hombre sonrió y accedió a cargar a Lana en sus brazos. Juntos, se adentraron en la vasta selva, donde una miríada de frutas exóticas destacaba entre el follaje. Aunque de apariencia peculiar, Lana pronto descubrió que esas frutas tenían un sabor divino, una explosión de dulzura y frescura en cada mordida. Y lo más curioso era que, incluso en su forma actual, Lana todavía no necesitaba comerlas de manera convencional, como si la esencia de la fruta se fusionara con su propia energía vital, asimilándola de forma natural, como cuando aún era una simple planta.
— Ya que estoy "alimentándome" tanto, ¿por qué no continuamos la historia? — propuso Lana, mientras tocaba una planta de aspecto sombrío.
— Es verdad, lo prometí. ¿Entonces dónde nos quedamos? — preguntó el hombre, mirando a Lana con curiosidad mientras continuaban caminando por la selva.
— Te detuviste en la parte en la que estabas atrapado en algún lugar.
— ¡Ah, sí, ahora recuerdo! — exclamó el hombre, mientras su mente se iluminaba con el recuerdo. — Estaba yo, perdido en algún lugar misterioso, con una sensación de confusión y misterio a mi alrededor...
Lana sonrió, apreciando el tono dramático de la narrativa.
— ¿Y entonces, qué pasó? ¿Lograste escapar?
El hombre, con un destello de suspenso en los ojos, comenzó a contar la siguiente parte de la historia, mientras continuaban su jornada por la selva, donde cada árbol parecía esconder un secreto y cada sombra guardaba una promesa.
— Ah, sí... — el hombre suspiró, su sonrisa desapareció, reemplazada por una expresión de melancolía. — ... no pude hacer nada, me atraparon en una...
Lana lo observó con preocupación, mientras el suspenso se cernía en el aire, esperando el desenlace de la historia que parecía haberse vuelto sombría de repente.
— ...sólo pude observar cómo era llevada de mí por...
La voz del hombre fue interrumpida abruptamente, como si fuera cortada por un extraño zumbido, similar al ruido que ocurre cuando se cambia de canal en el televisor y se pierde la señal. La perplejidad dominó el rostro de Lana mientras presenciaba este fenómeno inexplicable. Solo ella era capaz de ver, oír y sentir lo que estaba sucediendo: el hombre seguía hablando y gesticulando, pero ningún sonido salía de sus labios.
Um temblor comenzó a recorrer todo el entorno, como si la realidad a su alrededor se estuviera desintegrando en píxeles, deshaciéndose ante sus ojos como si estuviera saliendo del propio juego. Lana sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, dándose cuenta de que algo mucho más allá de lo ordinario estaba ocurriendo en ese momento.
"¿Estarán desconectando Internet o se acabó la energía? ¡Uf, finalmente podré desconectarme!" — Lana reflexionó para sí misma, en medio de una mezcla de alivio y curiosidad ante la inusual situación.
Entre los ruidos y las interferencias, Lana logró discernir algunas palabras pronunciadas por el hombre.
— ¡Ei! ... chiiiii chiiiii... ¿me estás escuchando?... chiii, chiiii, ¿qué demonios está pasando... chiii...? — el hombre intentaba hablar, pero los zumbidos aumentaban en intensidad, convirtiendo sus palabras en un montón casi ininteligible de sonidos.
— ¡Estoy a punto de desconectar! ¡Ha sido todo un viaje, pero creo que es hora de decir adiós! — anunció Lana, observando la expresión triste que se formaba en el rostro del hombre virtual.
— ¡Ah, no pongas esa carita! ¡Gracias por ser mi compañía en esta increíble aventura virtual! — expresó Lana mientras el hombre se acercaba a ella. Antes de que él pudiera alcanzarla, el mundo digital a su alrededor pareció dar una pausa momentánea, y Lana finalmente pudo escuchar claramente sus palabras.
— ¡Están interfiriendo con su vida de nuevo! ¡Pero la próxima vez que nos encontremos, todo estará seguro, y serás mi verdadera hija! — dijo el hombre, plantando un beso suave en la frente de Lana.
La niña no pudo contener la emoción. No estaba segura de cuándo había comenzado a encariñarse con ese personaje virtual. Nunca imaginó que lloraría por un NPC de un juego.
Una sola lágrima escapó por el rostro de Lana y, de repente, todo a su alrededor se sumió en la oscuridad.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 87 Episodes
Comments