Espero que sirvas

—Sara, estaré saliendo del palacio por algunas horas al día, deberás encargarte de los pequeños, para que nadie sospeche no saldremos y estaremos en la habitación algunos días, si alguien pregunta diremos que los bebés no se encuentran en condiciones para estar afuera. ¿Entiendes?—

—Entiendo majestad, lo haré como usted diga—

Al tener claro lo que tenían que hacer, Alana comenzó con lo que estaba planeando. Robó una muda de ropa de un guardia y se disfrazó de hombre, utilizó algunos de sus tantos conocimientos para que realmente pareciera un hombre, pues ella era hermosa y su transformación no fue nada fácil. Cuando estuvo lista salió del palacio sigilosamente para que nadie se diera cuenta, recorrió el primer pueblo en busca de información, ella necesitaba averiguar más sobre el imperio donde estaba el hombre que mataba a sus enemigos sin piedad.

—Joven, aquel hombre de la esquina viene del imperio Norten, quizás el pueda darle información— dijo un hombre en un restaurante, donde Alana se había detenido a comer algo.

—Buenas amigo— saludó haciendo su voz más grave. —Me comentan que viene del imperio Norten, la verdad estoy pensando en mudarme a ese lugar, pero antes quisiera saber cómo está la situación por allá, ¿me podrías decir algo relevante?— indagó

—Para empezar no soy tu amigo y para terminar no hablas como un hombre de verdad, no servirías para trabajar en ese lugar— respondió el hombre serio y continúo comiendo.

—Las apariencias engañan, tienes toda la razón, sin embargo puedo ser mucho mejor que tú en lo que sea, te lo apuesto— haciendo un comentario sobre poder masculino, habló

—No debes retar a un veterano de guerra, deberías conocer muy bien a tu rival antes de provocarlo— mencionó el hombre

—Si no te pudiera vencer, no lo estaría diciendo—

Alana se puso de pie y golpeó el borde de la mesa, llamando la atención, así quizás aquel hombre no podría negarse a un enfrentamiento.

—Niño, deberías respetar a tus mayores y más cuando están comiendo— creando una chispa de fuego así de la nada, el hombre la lanzó contra Alana, pero ella fue muy rápida y la esquivó

Todos los comensales salieron corriendo del lugar y el dueño muy asustado pidió que no pelearan dentro del lugar, así que Alana disfrazada de chico, salió y fue seguida por aquel hombre y ya estando en un callejón solo, ella pudo utilizar su magia de fuego para contraatacar.

El hombre se sorprendió al ver qué alguien del imperio Nala fuera capaz de utilizar magia de fuego.

—Tu no eres de aquí, vienes del mismo lugar que yo, ¿no es cierto?, ¿acaso también te mandaron a investigar sobre sus fuerzas?— cuestionó el hombre sin bajar la guardia

—Siempre he vivido en este lugar, aunque acabo de darme cuenta que no sabía nada del mundo exterior, hace poco descubrí que podía utilizar magia y que ésta era de fuego, lo que realmente me sorprendió fue que en Nala solo se utiliza la magia de aire, eso me hizo cuestionarme muchas cosas, por esa razón quiero ir al imperio, pero necesito saber cómo están las cosas allá— contó Alana

—Si te piensas ir, debes hacerlo ya, con solo mostrar tu magia serás aceptado. El emperador piensa invadir pronto, descubrió la verdad sobre lo que pasó hace dieciséis años y busca vengarse— explicó el hombre

—Perdona mi ignorancia, ¿pero que sucedió hace tanto tiempo?— intrigada cuestionó

—Te lo voy a decir para que no te sientas perdido y sin explicación cuando te toque morir o para cuando estés allá. Hace tiempo el emperador fue traicionado y alguien le entregó su hija a otra persona, acaba de enterarse que fue alguien de este imperio, por eso los va a matar a todos—

Al terminar de contar esa historia, Alana estaba más que sorprendida, el mundo daba vueltas y al final terminaba siendo tan pequeño.

—Me iré de este imperio ahora mismo, hasta luego— se despidió del hombre a quien no el importó mucho contarle todo eso, pues el ejército de Norten llegaría pronto y aunque lo intentara, también terminaría muerto.

Alana regresó al palacio y comenzó algunos preparativos, pero no para irse sino para que mandaran traer a su padre, aunque no debía, tenía que hacerlo.

Envió a un guardia para que entregara el mensaje, un heredero había nacido. Su hija necesitaba el apoyo de su padre para que no corrieran peligro, pues las concubinas del emperador han intentado hacerle daño a ella y a sus hijos.

—«Así como te serví, espero que también me sirvas “padre”»— se decía a si misma.

Todo lo hizo para que sus hijos no corrieran peligro ya que sus planes iban más allá, todo para mantener a aquellos pequeños a salvo.

Al enterarse el archiduque, preparó una comitiva para que fueran a cuidar al heredero, a nadie más, sin embargo al tener ahí a gente ningún guardia o asesino por parte del emperador se acercaría, Alana lo necesitaba, pues se ausentaría por algún tiempo.

—Sara, ellos se van a encargar de la protección mientras yo no esté. Cuida a mis hijos, en especial a la princesa, desafortunadamente la prioridad de estos soldados es el príncipe, así que el no correrá ningún peligro— pidió

—Majestad, ¿qué piensa hacer?— triste preguntó

—Haré que todos estemos a salvo, debes estar segura que volveré, no te preocupes por nada. Debes decirle a todos que estoy gravemente enferma y lo que tengo es contagioso, por esa razón nadie podrá verme— explicó

—Mucha suerte Majestad, espero que todo salga como usted espera— se despidió de su señora y luego de un rato, Alana desapareció entre las sombras.

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Comments

Ale Rojero

Ale Rojero

Eso si, es de los míos cuando leo y como, a nadie conozco jaja😁😎

2024-03-16

23

Marlucha💋

Marlucha💋

Alana es esa hija robada!

2024-05-08

0

Caridad Gallardo

Caridad Gallardo

ella es la princesa perdida

2024-05-06

0

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