Curvas

Osmara y Esteban llegaron al rancho, acomodaron los caballos en el establo.

Esteban abrazo a Osmara. Ella comenzó a llorar en sus brazos.

- Era un idiota, no merece a una mujer como tú.

- Me molesta que mis padres, me estén comprometiendo como si yo no tuviera opción, soy una mujer libre.

- Lo eres, ya no llores. Mañana temprano toma el auto, ve a ciudad Mendoza, necesitamos recoger algunas cosas para el ganado y sirve que hablas con nuestros clientes.

Trata de distraerte y deja que tu padre se le pase el coraje. No era necesario que golpearas en la nariz al tipo.

- Es que no pude evitar querer golpearlo cuando me dijo que una esposa también tenía que ser buena en la cama y me miró mis pechos con lujuria, claro que tenía que darle un golpe.

- Estuvo bien, solo que era el hijo del mejor amigo de tu papá.

- ¡Es un imbécil!

- Descansa bonita, mañana tienes que salir temprano y pasas con Jorge para que te revise el auto, no te vaya a pasar como el ricachón que se quedo tirado en la carretera.

Osmara se limpio el rostro y salió de los establos, entro a la habitación y se ducho.

Hizo su maleta y puso su alarma para salir a primera hora.

Por la mañana Arick se levantó y escucho al señor Domínguez reírse, sintió interés de saber quién provocaba las carcajadas del señor Domínguez, se asomó por la ventana de la cabaña, el señor Domínguez limpiaba los vidrios de una camioneta nueva.

El joven salió y se acercó, pensando que tal vez el chófer de su amigo había llegado.

- Buenos días señor Domínguez.

- Buen día joven, sonrió el señor Domínguez.

-¿de quién es el auto?, le pregunto al anciano.

- De la señorita, Osmara.

Osmara cerraba la cajuela de la camioneta y camino hacia la puerta del chófer.

Arick al verla recordó que era la mujer que había sido descortés, la miró molesto.

El señor Domínguez cerro el cofre del auto y se acercó a la ventanilla del conductor.

- Ya está niña, espero que tenga buen viaje.

- Muchas gracias Jorge, espero que tengan todo listo para que pueda regresar rápido.

- Verás que si, pero ten paciencia.

- Siempre la tengo Jorge, pero las personas flojas no me agradan, decía Osmara sonriendo.

- Tendrás gasolina suficiente para ir a Mendoza y regresar, pero antes de salir de Mendoza no olvides verificar las llantas.

- Lo tomare en cuenta.

Arick al escuchar que el señor Domínguez pronunció Mendoza, no dudo en acercarse.

- ¿Disculpa, vas a ciudad Mendoza?, ¿crees que puedas llevarme?, te pagaré.

Osmara miró al señor Domínguez asombrada.

- Le robaron las llantas de su auto y está desesperado por llegar a ciudad Mendoza, le contó el señor Domínguez a Osmara.

Ella lo miró y lo reconoció.

- Eres el chico que me pidió ayuda ayer, discúlpame, pero ayer estaba algo molesta. Yo te llevo, dijo sonriendo.

Arick salió corriendo a la cabaña del anciano, tomó su maleta, Osmara abrió la puerta del copiloto, Arick se subió, le dio las gracias al señor Domínguez y le dijo que regresaría por su auto.

El señor Domínguez le contesto que no se preocupara que el lo cuidaría.

Osmara le decía adiós al anciano y arranco el auto.

En el camino, ella trato de romper el hielo.

- Llegaremos en dos horas a ciudad Mendoza, ¿vas a ver a tu familia?

- No, tengo negocios que atender, dijo Arick mirando el paisaje por la ventana.

- Espero todo te resulté bien en tus negocios.

- Yo también, dijo Arick sonriendo.

Volvieron a quedarse callados. Esta vez Arick decidió iniciar un poco de conversación.

- ¿por qué estás alejándote de tu familia?

- No me estoy alejando, solo voy a buscar unas cosas a la ciudad, sonrió.

- Pero ayer, estabas decidida a dejar todo atrás.

- Si, ¡mi madre me estaba ofreciendo a un chico como si fuera una vaca!, dijo molesta.

- ¿cómo vaca?, respondió Arick sin entender la expresión de Osmara.

Osmara comenzó a reírse.

- Es una larga historia, le respondió.

- Tenemos mucho tiempo, dijo Arick.

- No creo que te interese, respondió Osmara.

El sonrió.

- No es de mi interés, pero te veías muy molesta y tengo curiosidad de saber que fue lo que hizo que fueras grosera con un pobre hombre que pedía ayuda.

- ¿pobre hombre?, con traje caro y zapatos de miles de pesos, no eras un pobre hombre que necesitará la ayuda de una pueblerina, que tal si solo querías hacerme daño.

Arick sonrió de nuevo.

- ¿Entonces no me vas a contar por qué no tenías tiempo para ayudar a un hombre?.

Osmara termino accediendo y lo miraba algo molesta.

- Mis padres estaban en una reunión con algunos de sus amigos y me presentaron a uno de sus hijos, mi madre comenzó hacer comentarios que me parecieron incómodos, sentía que me estaba ofreciendo para que el chico se animará a invitarme a salir, pero al final, el chico hizo un comentario que me molestó, dijo que no está acostumbrado a salir con chicas de pueblo pero que si yo sabía hacer tortillas a mano con eso se conformaba.

Claro que me ofendí, sé hacer tortillas a mano pero soy licenciada en negocios internacionales e ingeniero agrónomo, tengo una maestría en avances tecnológicos para la ganadería y agricultura. Para mi madre mis estudios no significan nada.

- ¿Entonces ningún hombre está a tu altura?

- Aún no tengo pareja, pero no es por qué no acepte a ningún hombre, solo que ...

Osmara se quedó callada, no quería parecer cursi al comentarle a Arick que ella solo quiera a un hombre que la ame y que siempre respete su trabajo.

- ¿solo que?, quieres alguien que te deje ser.

- Si, sonrió Osmara. No quiero ser solo una esposa que atienda la casa, mi padre no confía en mí, tengo miles de proyectos para mejorar nuestra empresa, el siempre dice que no le cuadran. Suspiro recordando el rostro de su padre desconfiando de ella.

- Tal vez necesitas imponerte más, tomar el control.

- Tal vez.

Las curvas en la carretera comenzaron a ser más cerradas, Osmara las corría como una experta, Arick comenzó a sentir náuseas, tapo su boca y comenzó a sudar.

- ¿Estás mareado?, le pregunto Osmara.

Arick solo pudo mover la cabeza en señal que si, se sentía mareado.

Lo que le causo gracia a Osmara.

- tranquilo cierra los ojos, respira profundo, pronto voy a salir de las curvas.

Arick sentía que le faltaba el aire.

De pronto Osmara se freno a un lado de la carretera y le entrego una botella de agua.

- Bebé un poco, ella bajo la ventana para que el aire frío ayudará un poco a relajar a Arick.

Arick bebió un poco y se sintió mejor.

- no tenía idea que para llegar a ciudad Mendoza tenías que pasar tantas curvas cerradas.

- Si, es el camino más corto, sonrió Osmara.

Tal vez con algo de alimento en tu estómago mejore las náuseas, me imagino que no has desayunado.

- no.

Ella sacó un recipiente de su bolsa y se lo entrego.

- Come, es fruta.

- Pero es tu desayuno, no gracias.

- Yo ya desayuné, pero Esteban siempre se preocupa por mi y me prepara algo para el camino. Pero te hace más falta que a mí.

Arick abrió el recipiente y se comió toda la fruta. Osmara seguía manejando, en poco tiempo entraron a la ciudad de Mendoza.

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Comments

Amparo Duque

Amparo Duque

se ve genial

2024-03-12

3

Rocio Raymundo

Rocio Raymundo

ella no es un ganado que sus papás estén ofreciendo y si no valoran lo que asé su hija

2024-02-27

2

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