Cap 20: Un lugar seguro

Los hombres que dañaron la pizzería le informaron que el trabajo estaba listo.

Los que sabotearon el trabajo de Eugenia hicieron lo mismo.

Martin sonreía feliz, dos de tres ahora tendría que esperar a que su hombre de confianza le de la razón más importante.

El orden era dispararle a Nicole, no matarla solo herirla.

Luego que la trasladaran a su clínica, para tenerla en sus manos y ejercer presión a Paul.

Los minutos pasaban volviéndose horas y noticias nada que llegaban.

Comenzó a desesperarse lo otro eran golpecitos insignificantes para lo que realmente quería con la adolescente.

Miguel era puesto al tanto de la situación, se apartó para recibir la llamada, era tanta su molestia que apretaba con fuerza sus puños de la rabia.

Al demorarse Camila fue a buscarlo, se alarmó al verlo y lo interrogo.

Lo conocía demasiado bien para mentirle así que termino por contarle la verdad.

Ese hombre está completamente loco, mira que llegar a tanto dijo indignada.

Debes contarle a Paul mi amor, Miguel negaba con la cabeza.

Es su familia no puedes ocultar las cosas cariño le acaricio la espalda con ternura.

Sé lo diré cuando ya estén en un lugar seguro, la atrajo a su pecho y la abrazo.

Si algo como eso intentarán contigo o Lu enloquecería mi reina, por eso las cuido tanto ustedes son mi vida, beso su frente.

Camila no dijo nada solo se quedó abrazada a él durante un buen rato, sabía que necesitaba calmarse y ella era como ese tranquilizante.

Paul y Luisana disfrutaban de ver la participación de otra atleta en gimnagimnasiaiso.

Los movimientos de la joven eran asombrosos, varios giros y piruetas extraordinarias que terminaban en caídas perfectas.

La mirada de los presentes estaban más en ellos que en la participante.

Vamos a buscar a los mi hermano y a Camila para ir a almorzar le dijo a Paul y a Fernando.

Los tres fueron por ellos y los encontraron abrazados.

Luisana quien conocía muy bien a su hermano supo que algo había pasado h no era nada bueno.

Horas antes.

Al ver a Rigoberto en esa condición uno de los hombres fue a ayudarlo alarmado.

Señor Rodríguez se encuentra bien.

Rigoberto negó con la cabeza, lloraba tanto todo su esfuerzo se había ido al caño, sus ahorros de años que fueron invertidos eran historia, todo estaba destruido, las sillas fueron picadas al igual que las mesas.

Ollas rotas, el horno destruido, los refrigeradores perforados.

Debemos irnos señor no es un lugar seguro.

La hermana estaba igual, pero concordó con el hombre y lo ayudo a subir al auto.

Yo manejo dijo, subiéndose.

Los otros le siguieron hasta llegar a la casa.

En el hospital.

Eugenia era tu responsabilidad ahora todo se ha paralizado por tu falta de profesionalismo.

Es una falta grave que no puedo dejar pasar.

Señor no sé que paso, pero la llave la tenía yo, no se la di a nadie.

La cerradura no fue forzada lo que significa que la abrieron con la llave.

Aparte de mí usted es la única que las posee como explica eso le dijo furioso.

Eugenia bajo la mirada derrotada, sabía perfectamente de quien era la culpa, pero lamentablemente no tenía manera de probarlo.

Sabes lo que esas pruebas significan Eugenia, todos esos pacientes que entrarían a quirófano están en espera, sus vidas penden de un hilo.

Las palabras golpearon fuertemente su corazón, no podía entender la maldad de Martin Guerrero, como médico sabia lo que esta acción acarrearía.

Espesas gotas saladas surcaron sus mejillas.

Doctor juró que no sé cómo abrieron, siempre tuve las llaves conmigo, no las dejo ni para ir al baño, las tengo colgadas en mi cuello con esta correita le mostró las llaves.

Tus lágrimas no van a convencerme, mi reputación como médico esta en juego, el hospital podría ser demandado y podrá ser demandado por tu irresponsabilidad, no lo ves grito provocando que el llanto aumentara.

No puedes seguir trabajando caqui Eugenia, ahora me toca dar la cara a los familiares de los pacientes.

Tu hazte cargo ya vienen con nuevos reactivos, la clínica Guerreros de paz los dono.

Es inaudito dono patrañas, son los mismos reactivos eres un desgraciado cara dura Martin Guerrero, pero tarde o temprano me las vas a pagar.

Eugenia con pesar recogió sus pertenencias mientras lloraba y era consolada por sus compañeras.

Un hombre la esperaba en la puerta, al verla tomo sus cosas.

Señora Rodríguez venga conmigo yo la escoltaré.

Esto es insólito ahora me tratan como delincuente expreso molesto.

No sé que esté pensando, pero esta equivocada señora, esto yaqui para cuidarla, debemos irnos este no es un lugar seguro hablo el hombre por lo bajo.

Unas enfermeras le pasaban información a Martin del suceso hasta le tomaron fotos y varios videos llorando.

El guardaespaldas había observado todo en silencio, no podía acercarse para no alertar a Martin, pero si veía algún ataque a la señora la protegería.

Debemos irnos, su esposo está bien nos reuniremos con él.

Los otros dos guardaespaldas los siguieron de cerca hasta la casa.

Durante el camino llamo a Rigoberto su llanto se intensificó al conocer lo ocurrido con el emprendimiento familiar.

Horas más tarde luego del recreo.

Ocurría el incidente con Nicole.

Rigoberto, Eugenia y la Marcela la hermana de Rigoberto hacían las maletas.

Debo ir por mi niño al colegio decía Marcela angustiada.

Yo la llevaré señora le comentaba uno de los hombres, en la información no mencionaba a la mujer y niño, pero vivían en esa casa y era su deber protegerlos.

Fueron por el pequeño de 8 años.

Nicole en iba crisis de nervios era sacada escoltada por los tres hombres.

Cálmese señorita la llevaremos a casa sus padres la esperan.

Logro tranquilizarse un poco.

En Madrid todos almorzaban.

La tensión era palpable y la preocupación en Miguel notoria.

El mensaje de su mano derecha confirmando que ya tenía la casa lista.

Que la familia estaba a salvo y pronto lis llevarían a la nueva propiedad lo lleno de tranquilidad.

Se armó de valor y le contó lo sucedido a Paul.

Pero primero le dijo ya están bien, irán a un lugar seguro.

Llegaron casi juntos.

Nicole se bajó y corrió adentro, abrazo a sus padres y gran llanto contó lo ocurrido.

El rostro de Rigoberto se desfiguró de ira, si tuviera a Martin frebre a el lo mararia a golpes sin duda.

Luego se calmaron un poco.

Los guardaespaldas le infirmaron que debían irse, ya las maletas están en los autos.

Nicole que a donde iremos pregunto asustada.

A un lugar seguro señorita le respondió el más joven de todos, a leguas se notaba el interés en la jovencita.

Luego de la espera Martin encendió la televisión para distraerse un poco, vio la noticia de lo ocurrido en la preparatoria y maldijo, sus planes fueron truncados, pero por quien.

Destruyo varios adornos de su casa.

Los empleados miraban horrorizados.

Vanesa sonreía, no me usarás padre, no permitiré que me manches con tu inmundicia se dijo grabando con su celular.

Reviso las cuentas bancarias y se hizo una enorme transferencia a su cuenta en las islas Canarias.

Sabía que su padre tenía los días contados y ella no quería pagar por errores que no cometió.

Si estaba enamorada, obsesionada, pero no dañaría a Paul o su familia, una cosa era amenazarles con hacer que los despidan y otra todas las atrocidades que su padre ha hecho.

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