UNA NUEVA VIDA.

Salí del cuarto pues escuché llorando a Robby y cuando la vi le di un puñetazo y casi lo muelo a golpes y mi mamá iba llegando.

Lucía: Alejandro ¿que ocurre?

Alex: Esté cabrón hizo llorar a Robby mamá.

Alberto: Eres un idiota, mi amor diles.

Robby: Diles tú, él es tan malo conmigo.

Alex: Lo ves.

Alberto: Lo que pasa es que voy a ser socio en un Buffet de abogados y que también quieren estar en mi firma y Robby no quiere.

Lucía: Hija, es una gran oportunidad linda.

Robby: Sí, pero dile que te diga el resto.

Alberto: Es que eso significa irnos a vivir a Boston en Estados Unidos.

Robby: Dile algo mamá.

Lucía: Felicidades, irse a Boston es un cambio de vida, pero no sé si ustedes quieran vivir en su propia casa y nosotros en otra.

Alex: ¿Nosotros quiénes mamá?

Lucía: Pues tú y yo hijo.

Alex: No entiendo, ¿por qué nos iríamos nosotros también?

Lucía: Gane no solo un contrato, haré el hotel y además tienen frente a ustedes a la nueva socia de la constructora y voy a estar al frente de la sede en Boston.

Alex: ¡Mamá felicidades!, eres la mejor te lo dije.

Alberto: ¡Vaya eso es genial y muchas felicidades Lucía!, lo ves amor.

Lucía: Además,, lo hice pensando en ti Alex, a ti y a todos nos vendrá bien un cambio de vida en otra ciudad.

Alberto: Y Boston es muy bonito.

Alex: Tiene razón mamá, irme de aquí será lo mejor y si quieren yo voy viendo la compra de la casa mientras ustedes preparan lo que necesiten para el viaje.

Lucía: Alberto ayúdame con la de mudanza quiero llevarme algunas cosas y si ustedes se van a llevar algo para que lo vean de una vez, tu también hijo.

Alberto: Si claro, voy a trabajar en eso.

Lucía: Alex hijo, que sea grande, perdón no me han dicho si quieren.

Alberto: Qué sea una sola, somos familia y además los niños la quieren mucho, Robby no la dejaría y felicidades por su logró.

Lucía: Bueno ahora, vamos a apurarnos no tardan Fabricio y su esposa, tenemos la venta y compra de la casa, la mudanza y un mundo de trabajo antes de irnos.

Nos preparamos y mientras yo pensaba en radicar a partir de ahora en otro país Boston, pero lo necesitaba más yo que ellos y se lo agradecí a Dios irme de aquí y comenzar de nuevo.

Llegó la hora de recibir a los señores Dumond y fue un día muy bueno para todos.

Antonella: Gracias, todo estuvo delicioso.

Fabricio: Y el detalle de la comida Italiana fue muy bueno, muchas gracias.

Lucía: Sabía que les gustaría, pero y a ustedes como les va.

Fabricio: Hace mucho que regresamos de Inglaterra, como ya somos más conocidos mundialmente queremos ver como van las cosas aquí en estados Unidos la sede la tengo en San Francisco y ya es la mejor en toda Latinoamérica.

Lucía: Que bien, siempre fuiste un gran visionario.

Fabricio: En realidad fue Roberto quién me motivo y todo lo que tengo y lo que soy se lo debo a él es una pena que muriera.

Alex: Mi mamá es una gran mujer, recuerdo que al día siguiente de la muerte de mi papá se levantó y nos preparó el desayuno, una semana después ya había conseguido trabajo en la misma constructora donde estuvo mi papá.

Antonella: Es una mujer admirable y siempre lo fuiste por eso Roberto estaba tan enamorado de ti a pesar de todo.

Fabricio: ¡Mi amor!

Robby: ¿Por qué a pesar de todo?

Antonella: A tu padre se le acercaba cada lagartona, eran unas resbalosas sobre todo la Yadira esa.

Fabricio: ¡Jajaja!, eso es verdad y tu hijo es igual a él todo un galan eh, heredaste el porte de tu padre y estoy seguro que hasta su inteligencia.

Lucía: Eso sí mi Alex es muy inteligente sobre todo para los números y las negociaciones y tan guapo como mi Roberto.

Alex: ¿Era muy amigo de mi papá?

Fabricio: Nos conocemos desde niños, Roberto Alejandro Díaz era un tipazo y dime ¿en qué trabajas?

Alex: Soy Ingeniero Civil, pero ahora no tengo trabajo espero encontrar uno en Boston, nos vamos a vivir allá por el trabajo de mi mamá y por Alberto el esposo de mi hermana.

Fabricio: De ninguna manera, yo comprometí a tu padre que seríamos socios en la constructora y la mitad de todo lo que tengo es tuyo hijo, no tienes necesidad de estar a las órdenes de nadie.

Alberto: Alex eso es lo mejor que te puede pasar.

Lucía: Gracias Fabricio eres un gran amigo y lo fuiste también para Roberto.

Fabricio: Roberto y yo fuimos más que amigos, él era mi hermano y lo quise y lo seguiré queriendo siempre y es una promesa que hice en su tumba ustedes si lo quieren y nos aceptan somos familia.

Lucía: Claro que sí Fabricio de todo corazón somos familia.

Antonella: Nunca olvidaré todo lo que hicieron por nosotros cuando perdimos a nuestros hijos.

Lucía: Siempre contarán con nosotros.

Fabricio: Bueno hijo ¿qué dices?

Alex: Se lo agradezco señor Dumond, pero la verdad es qué quiero hacerlo por mí mismo espero no se ofenda

Fabricio: No hijo claro que no, pero toma mi tarjeta por si ni consigues nada en Boston te esperaré con los brazos abiertos, eres tan orgulloso como tu padre.

Alex: Gracias señor Dumond.

Fabricio: Nada de señor Dumond, creo que después de todo seremos familia y más siendo tu padre un hermano para mi.

Alex: Gracias Fabricio.

Antonella: No ni señor Dumond, ni Fabricio es mejor tío, bueno tíos.

Lucía: Tienen razón somos familia.

Robby: Pues que bueno qué la familia sigue creciendo tíos bienvenidos a la familia.

Fabricio: Eso es, así está mejor.

Tuvimos una gran sobre mesa, tomamos café, reímos con las ocurrencias de Fabricio todos bromeaban también lloramos al recordar a papá pues mi mamá puso unos videos de él desde novios las mujeres se hicieron cargo de la merienda la visita se alargo hasta la cenan y estábamos felices, h ahora para la cena fuimos Alberto, Fabricio y yo los encargados de la cena, Fabricio solo se dedicaba a probar decía que él solo servía para degustar, me di cuenta de que eran personas sencillas y muy agradables aún con todo el dinero que tenían, Alberto y su familia fueron los primeros en retirarse así que mi mamá y yo los despedimos prometiendo ahora visitarlos nosotros y era lo justo, cerramos y abrace a mi mamá por la espalda.

Alex: Son grandes personas.

Lucía: Sí y yo los quiero mucho, ellos te cuidaron cuando yo salí a buscar trabajo y todavía 3 semanas más para que yo arreglará todo en el trabajo y Fabricio movió sus influencias para que me acomodaran los horarios estuvieron un mes con nosotros.

Alex: Y yo la quiero a usted más y ahora señora Vergel viuda de Díaz se me va a descansar y yo limpio todo.

Lucía: Pero si te ayudo terminamos más rápido y así los dos nos vamos a dormir.

Alex: Mamá, está cansada se le ve.

Lucía: Tú también, anda vamos a limpiar.

Cedí y entre los dos limpiamos todo, ya estaba apagando los focos cuando me sorprendió sentada en la sala y solo con las lámparas encendidas.

Alex: Mamá ya váyase a dormir.

Lucía: Alex, te amo tanto hijo y estoy orgullosa de ti.

Alex: Yo también la amo mamá, y gracias todo lo que hizo por mí.

Lucía Vergel le dio un sobre con dinero a su hijo.

Lucía: Toma esto es tuyo y es lo que quiero darte.

Alex: Dinero, pero ¿por qué?

Lucía: Mi amor te llevé 9 meses en mi vientre, te vi crecer, te conozco y cuando llegué a la constructora y extendí los planos los ingenieros y hasta los mismos dueños no salían del asombro dijeron que era mi mejor trabajo, cuando me acerqué y lo vi sabía que era tu letra y tus números los planos eran perfectos y eran de mi hijo.

Alex: Mamá yo... perdóneme no quería que tuvieran problemas.

Lucía: No mi amor, pero si estoy tan orgullosa de ti cariño, corregiste casi todo, tenía muchos errores y tú le imprimiste tu sello, tu magia.

Alex: La amo mamá y yo también estoy orgulloso de usted por qué tengo a la mejor mamá del mundo.

Lucía: Vamos a dormir que Boston nos espera pronto, por cierto ¿ya hiciste tus maletas?

Alex: Solo me faltan unos libros que quiero llevarme, ya liquide la casa en Boston y esta la debemos entregar a mas tardar el Lunes.

Lucía: Bueno pues ya tenemos los boletos de avión para mañana.

Alex: Yo salgo antes, le dije a Alberto que reservará mi boleto para recibir la mudanza allá.

Lucía: Bien, entonces con más razón vamos a dormir.

Me fui a dormir y coloqué el sobre con el dinero y lo mire por largo tiempo y me fui quedando dormido, todos en la casa se levantaron tarde, y lo sé pues mi vuelo salió a las 6 de la mañana y llamaba y nadie comtestaba eran las 2 de la tarde y su vuelo salía a las 5:30 de la tarde.

Yo ya estaba en la casa a las 9 de la mañana y la mudanza llegó a las 10:30 de la mañana había llegado a Boston y me esperba Una Nueva Vida.

...NUESTRA CASA EN BOSTON...

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