SEGUIR LUCHANDO

Logré despertar después del coma, había pasado el tiempo y volver a la realidad que me golpeó, pero no me dolía ya para ese momento tenia el corazón blindado, comencé a comer sólido, me tuve que enseñar a caminar de nuevo como si fuera un niño, tuve que volver a aprender a hablar a veces me desesperaba o lloraba por casi cualquier cosa, iba yendo y viniendo a citas médicas, con psiquiatras y psicólogo, pero estaba mejorando tiempo después ya tenía 33 años era el día de mí cumpleaños, no me gustaban las fiestas ni la reuniones los festejos y las alegrías estaban en mi lista, mi hermana y Alberto preparaban la cena, yo estaba sentado en el sofá con mis sobrinos viendo televisión era Luciano y la pequeña Cristal mi mamá llegó con un pastel.

Alberto: Te vas a chupar los dedos, mi lasaña es la mejor.

Robby: Te hice la ensalada mediterránea que tanto te gusta, y la crema de brócoli tu favorita.

Alex: Gracias.

Lucía: Buenas noches, alguien ayudeme.

Alberto: Dame eso, mira Alex es tu pastel favorito de chocolate.

Alex: Mamá solo quiero cenar ya estoy cansado.

Lucía: Anímate, además ya te veo mejor mi amor.

Robby: Pues vamos a cenar ya todo esta listo.

Cenamos partieron el pastel, me cantaron las mañanitas, les agradecí y me fui a dormir, al día siguiente le pedí a Alberto que me llevará a un gimnasio y poder tener condición física, en cuanto a mi carrera de ingeniero retome desde los primeros grados de nuevo, siempre tuve un coeficiente superior al normal y hacía exámenes y le ayudaba a mi mamá, recordé que ella era Arquitecta, mi papá fue Ingeniero Civil, mi hermana estudio Economía y Finanzas y decía que con ella estaban seguras las arcas de la familia, Alberto era Licenciado en derecho y ya tenía su propio bufete de abogados y su propia firma y yo Ingeniero igual a mi papá.

Una mañana entró mi hermana a mi recámara mi hermana Roberta con un viejo trompo en la mano derecha, era mío mi papá me lo regaló en mi cumpleaños número cuatro y Roberta también lo quería peleabamos siempre por eso y se sento conmigo en la cama.

Robby: ¡Hola!

Alex: Buenos días, ¿qué haces levantada tan temprano?

Robby: Son las diez de la mañana, a los niños se los llevó al colegio Alberto y de ahí se iba a trabajar y mi mamá salió desde las 8.

Alex: Eres toda una Economista y estás aquí de floja, acaso no tienes otro trabajo que exprimir a tu marido.

Robby: ¡Quieres mandarme a trabajar!, ¿y tú qué?

Alex: ¿Qué es lo que tienes en la mano?

Robby: Adivina.

Alex: Eso es mío.

Robby: Alex, te mentiría si te digo que entiendo por el proceso que pasaste, pero si puedo decirte que te quiero, que eres mi guapo hermano mayor y qué me peleaban ppr este trompo, el que mi hermano tenia y al.que extraño.

Abracé a Roberta y lloramos, me levanté y almorzamos juntos Alberto llegó y durmieron a sus niños y Robby se quedó dormida con ellos, yo estaba en el estudio leyendo un libro y se sentó junto a mí.

Alberto: Robby estaba cansada y se quedó dormida con los niños.

Alex: No sabía qué te gustará leer.

Alberto: Soy abogado, se te olvida que pasamos nuestra vida leyendo, pero este libro que tengo es especial y la dedicatoria es igual.o mayor que la dedicatoria, fue tu primer libro de primariaby te lo dedicó tu padre y dice: "A mi hijo Alejandro, que sea el primero de muchos libros y te lleven más allá de alguna carrera profesional, te amo hijo" Roberto Díaz.

Me lo extendió y lo tomé, vi la dedicatoria, lo hojeaba y muchos recuerdos de mi papá llegaron a mi mente y lloré, Alberto se levantó y me abrazó y platicamos por mucho rato.

Alex: Me ha hecho muy bien platicar contigo, hace tanto qué no lo hacíamos.

Alberto: Sabes que siempre contarás conmigo, oye Alex puedo decirte algo.

Alex: Claro dime.

Alberto: No seas tan duro con tu mamá, sabes estuvo en depresión después que te dejamos en aquella clínica, contrato un investigador para localizarte, se la paso llorando por ti, abrazaba todas tus cosas, se culpaba y aun se siente culpable sé que eres un gran hombre y tienes una familia que te quiere y hasta yo te quiero, piensalo parece que llegó tu mamá voy a preparar la cena.

Alex: Te ayudo.

Alberto: ¿Sabes cocinar?

Alex: No soy chef ni sé dé comida gourmet, pero me defiendo bastante bien.

Alberto: Vamos a ver que tan bien te defiendes.

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