Cálida bienvenida

En la oficina de don Luis, Estrella se desahogó contándole todo a cerca de su padre y le expresó lo preocupada que estaba por la empresa SISTEC por si se vería afectada debido al 10% de acciones que poseía su padre.

Don Luis: No te preocupes por eso, muchacha, no nos afectará, nuestras leyes nos protegen de esos gobernantes corruptos y delincuentes.

Estrella: Eso espero, lo menos que queremos es arrastrar a los demás junto con nosotros.

Don Luis: Y dime, Estrella, ¿En dónde te estás alojando? Me imagino que en casa de José, el primo de Carlos, es su único pariente aquí.

Estrella: No, don Carlos, me estoy quedando en un hotel.

Don Luis : ¿Qué ? ¿ por qué? No comprendo, por qué estas en un hotel.

Estrella: Lamentablemente mi tío José y su esposa no quisieron alojarme en su casa por temor a que esta situación les traiga consecuencias negativas a su familia.

Don Luis : Qué José más imbécil, cómo le hace esto a tu padre, cuando todas las comodidades de las que goza las tiene por tu papá.

Estrella: Sí, lo sé, don Luis, pero no puedo hacer nada, no los puedo obligar, además, ellos se ofrecieron a pagar mi estadía en el hotel.

Don Luis: Qué hotel y qué nada, una muchacha como tú que no conoces el país y no tiene conocidos aquí no puede vivir sola, además es un poco peligroso. Deberías venir a mi casa ahí esta mi esposa y mi hijo, pero por él no te preocupes, si quieres lo mandamos a uno de nuestros apartamentos.

Estrella: Le agradezco enormemente, pero no quiero molestarlo, yo me siento bien en el hotel.

Don Luis: De ninguna manera, nunca es mejor un hotel que estar en casa. Está decidido iré por ti hoy por la tarde para llevarte a mi casa y no acepto un no por respuesta.

Estrella: Pero me da vergüenza con usted y su familia.

Don Luis: Tómalo como un regalo que le hago a tu padre, él y yo somos como hermanos y aunque nos separamos por un tiempo porque él se fue al extranjero mantuvimos contacto por teléfono y por nuestra sociedad en la empresa, con decirte que es el único socio que mantiene el 10% en SISTEC. Así que no te preocupes eres como una sobrina para mí, y tu mamá se lleva muy bien con mi esposa, ellas también se hicieron amigas.

Estrella: Está bien, entonces aceptaré su hospedaje, pero por favor, no des incomode a su hijo por mí. Yo no tengo ningún problema con que él esté en su casa.

Don Luis: Bien, no le diré nada. Iré por ti hoy por la tarde para llevarte a casa, dime en cuál hotel te hospedas.

Estrella: Hotel Princess

Estrella se dirige al hotel para ordenar su equipaje mientras don Luis decide ir a su mansión para almorzar y explicarle a su esposa lo que está pasando.

Don Luis: El almuerzo está delicioso, amor, y tú estás linda. Gracias por ser tan consentidora.

Doña Susan: ¿Qué pasa, Luis? Cuando te comportas así sé que tienes algo serio que pedirme o que decirme.

Samuel: Sí, papá, hoy no tenía planeado venir a almorzar y me dijiste que era necesario que viniera a casa hoy.

Don Luis: Sí, efectivamente, se trata de algo delicado. Hoy recibí, en mi oficina, la visita de Estrella Vans, hija de mi amigo Carlos. Como habíamos escuchado él está encarcelado en el país N por acusaciones falsas, la familia está atravesando un terrible momento y yo voy a apoyar a mi amigo.

Doña Susan: ¡Qué barbaridad! Pero ¿cómo está Daniela?

Don Luis: Ella está en su mansión, la cual está asediada por la policía, no sé qué va a suceder, pero Estrella logró salir antes de eso si no, no hubiera podido escapar. Además sus cuentas bancarias fueron congeladas solamente lograron transferir un 30% a bancos de aquí.

Samuel: ¿Qué dicen los abogados? Con abogados eficientes el caso se podría resolver en un mes como mínimo.

Don Luis: Al parecer el abogado de la familia hace todo lo posible, pero no hay avance. En fin Estrella está sola aquí alojándose en un hotel porque su único familiar aquí no la quiso recibir debido a la situación que atraviesan, no quiere meterse en problemas, según él.

Doña Susan: ¿Cómo es posible? Pobre muchacha, qué difícil debe ser para ella. Luis, quiero que ella venga a nuestra casa, Daniela es una muy buena amiga, y como madre sé cuánto nos duelen nuestros hijos. Dime dónde está quedándose iré hasta allá y hablaré con ella.

Don Luis: (Con una sonrisa muy amplia) Conozco a mi mujer muy bien. Amor, convencí a Daniela para que se mude a nuestra casa y la iré a buscar hoy por la tarde.

Doña Susan: ¿Por qué no me lo habías dicho? Necesito preparar una habitación para ella, la mejor habitación de invitados. Además, preparar una cena de bienvenida, necesitaré enviar por perecederos al supermercado. Y debo...

Samuel: Mamá, no te estreses. Haz las cosas de una en una, si necesitas ayuda solo dile a papá.

Don Luis: Sí, amor, tómalo con calma, yo te ayudaré en todo lo que pueda.

Llegado el momento don Luis fue por Estrella al hotel, en tanto que doña Susan preparaba los últimos detalles de la cena y Samuel no muy gustoso ayudaba a colocar un cartel de bienvenida y junto a él también colocó un tierno conejito de peluche con un ramo de rosas rosadas, esto último, encargado especialmente por doña Susan.

Al entrar a la mansión, Estrella se sorprendió de lo bella que era, el jardín era hermosisímo con variadas clases de plantas ornamentales y adornadas con bellas piedras de colores, el color de la casa también le gustó, en fin era un lugar que incitaba a entrar y

disfrutar plácidamente.

Don Luis: Llegamos, Estrella, este es el hogar de la familia Varela y deseo que lo sientas tuyo también. Entremos mi esposa y mi hijo nos esperan, de tu equipaje se encarga don Robert, no te preocupes.

Estrella: Su mansión es muy bella, le agradezco su hospitalidad, creo que me acostumbraré tanto que después no me querré ir.

Don Luis: Por mí no hay problema. Ja, ja, ja

Al entrar Estrella se sorprende de ver globos, un lindo cartel que dice "Bienvenida, Estrella, al hogar Varela Pasquiel" y junto a él en una mesita un adorable conejito de peluche sosteniendo un ramo de rosas de su color preferido. A ella le entra deseo de llorar, pero se contiene porque le daría vergüenza que la vean así.

Don Luis: Buenas tardes, familia, ya estamos aquí, les presento a la señorita Estrella Vans.

Doña Susan: Bienvenida, hija, qué alegría tenerte aquí. (se acerca a Estrella dándole un beso en la mejilla y un fuerte abrazo) eres una jovencita muy linda te pareces mucho a Daniela.

Estrella: Gracias, Señora Varela, también me da gusto conocerla personalmente, mi madre siempre me habló de usted y su familia.

Doña Susan: Claro Daniela es una amiga muy especial, pero no seas tan formal, solo dime Susan.

Estrella: Perdón mi madre me enseñó a no tutear a mis mayores así que será difícil pues no estoy acostumbrada, así que la llamaré doña Susan.

Doña Susan: Me parece muy bien, eres una niña muy bien educada. Bueno te presento a mi hijo, él es Samuel.

Estrella: Buenas noches, ingeniero Varela.

Doña Susan y don Luis: (sorprendidos) ¿Ya se conocían?

Samuel: Buenas noches, señorita Vans. (a sus padres) sí, nos conocimos por casualidad a través de Andrés, la señorita necesitaba su asesoría legal.

Estrella: Sí, busqué al abogado por el caso de mi padre.

Doña Susan: Sé lo difícil que la están pasando tú y tu familia, pero nosotros haremos todo lo posible y hasta lo imposible porque tus padres queden libres y esto se resuelva pronto.

Estrella: (con los ojos enrojecidos) gracias, les agradezco enormemente por sus deseos y por esta calurosa bienvenida, mis familiares de sangre no me acogieron y, sin embargo, ustedes han sido demasiado amables conmigo.

Doña Susan: Es lo mínimo que podemos hacer en nombre de nuestra amistad. Pero para no ponernos tristes pasemos al comedor disfrutemos de una deliciosa cena que preparamos en tu honor.

Estrella: ¡Qué, bien! No me lo esperaba, les agradezco.

La cena transcurrió muy tranquilamente, Estrella disfrutó de cada platillo, ya que tenía varios días que no tenía apetito debido al estrés ocasionado por todos sus problemas. Ella disfrutó más que nada de la agradable compañía familiar, doña Susan se portó como una madre para ella, pues le agradó el carácter dulce y amable de la joven. Don Luis estaba encantado porque todo le salió de maravilla, pues su esposa le facilitó las cosas sin duda esa era la mujer idónea que él había elegido; por su parte Samuel estuvo bastante silencioso durante la cena, pero no incomodó a ninguno pues contestaba muy cortésmente cuando se le hacía alguna pregunta.

Al finalizar la cena doña Susan llevó a Estrella a su habitación donde estaba su equipaje, en su recámara el conejito de peluche que le dio la bienvenida y en la mesita de noche en un florero las rosas que tanto le gustaron.

Estrella tomó una ducha con agua caliente y durmió plácidamente.

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Gladys Zapata

Gladys Zapata

ay que hermosa familia

2024-03-12

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