Capítulo 12 Fase tres

Ella llamo e hizo el pedido y en media hora llegó, todo se veía y olía muy sabroso. Almorzaron y estaban en silencio; hasta que él le dijo:

_Bueno y ¿Ahora que vamos hacer? La pizza estaba muy rica, va a tener que llevarme a ese local.

_Claro, con gusto. Bueno yo le hare unas preguntas. ¿Le gusta la música?

_Si, aunque no escucho nada en particular y ¿Usted?

_Me encanta, los domingos mientras estoy en mi departamento siempre escucho música romántica, merengue, salsa o pop, mejor dicho de todo un poco. ¿Le gusta bailar? ¿Qué piensa de los cuadros que tengo aquí?

_No me gusta bailar, pero se hacerlo y asisto a eventos donde debo hacerlo. Y me gustan estos cuadros, el paisajismo es hermoso y relajante. Aunque en mi penthouse no tengo cuadros.

_Ah que interesante; a mí no solo me gustan los cuadros sino que también dibujo y tomo fotos de paisajes, es un pasatiempo relajante. Y ¿Qué piensa de la poesía?

_Me gusta leer, es una de las actividades que hago con frecuencia y he leído poesía, son interesantes, aunque no conozco muchos autores.

_Ah, yo tampoco, pero me gusta, sobre todo las narrativas, es lo que más leo. Y ¿Le gusta ir al cine, al teatro o a juegos?

_No me gusta ningún tipo de partido; el cine me parece aburrido, y al teatro asisto si el nombre de la obra llama mi atención.

Así pasaron la tarde hablando de ellos. Empezó la semana con su rutina normal, pero cuando llegó el martes, él, exactamente a las 4 de la tarde, ya estaba en la sala de espera.

Quince minutos después, Keyla salió a despedir a la pareja que atendía y se sorprendió al verlo; al terminar de conversar, se volteó y le dijo:

_Si mal no recuerdo, no acordamos vernos hoy.

_Es cierto, pero pensé en hacer presión para volver al antiguó horario. (Le respondió sonriendo).

_Y yo esperaba regresar temprano a casa, pero ya que está aquí, tendré que hacer el esfuerzo. Entonces, adelante. (Dijo abriendo la puerta).

_¡Qué bueno! Es muy considerada.

_Bien, ¿Qué quiere que hagamos? Ya que no planifiqué nada.

_Bueno, me gustaría realizar con usted, el ejercicio que hice con Cinthia.

_Ah… Me parece bien. Entonces, dígame ¿Qué le desagrada de mí?

_¿Quiere que comience por esa parte? Bueno, pero quiero que se cubra los ojos.

_¿Por qué?

_Porque así, podré mirarla sin sentirme acusado por su mirada, ni incomodarme.

_Bueno, está bien. (Y se vendó los ojos).

Él la miró y empezó siendo muy directo, porque sentía que debía decir todo de una vez, o no diría nada:

_No me agrada lo testaruda que es, ni lo impositiva que es con su método. Tampoco el que quiera hacer las cosas a su manera, o creer que siempre tiene la razón; aunque, es cierto que yo soy igual. También me incomoda un poco lo segura que es y su trato desinteresado hacía mí; aunque, siempre quise conocer a una mujer que me tratara así, y no me agrada mucho que sea tan sincera. ¿Por qué está tan callada?

Keyla estaba entre dormida y despierta, pues, había estado toda la noche de guardia, pero le respondió: No, estaba escuchando atentamente. Pero Kem la notó extraña y le preguntó: ¿Se estaba durmiendo?

_Un poco, pero es porque estoy cansada, lo siento, me disculpo, tal vez debamos dejarlo hasta aquí.

_No, déjeme terminar y yo la llevo hasta la puerta de su casa.

_Está bien, continúe. (Le dijo mientras se arreglaba la venda).

_Claro, también me agradan algunas de sus actitudes, pero comenzaré con lo externo, como su forma de vestir tan decorosa y elegante, los colores que usa que son llamativos, pero sin ser extravagante. También, su cabello largo, su sonrisa y sencillez, tanto como su amabilidad y cortesía, pero sobre todo, su profesionalismo, además, que me ha dado una nueva oportunidad. Concluyo con el hecho de que ya la considero una amiga, aunque yo no sea un buen amigo.

_Ah… Qué bueno que me considere su amiga, quiere decir que confía un poco en mí. Bueno, el jueves será mejor, se lo aseguro.

_Le aseguro que… Estaré aquí. Entonces, nos vamos.

_Sí, vámonos. (Le respondió mientras se quitaba la venda). Y gracias por llevarme, anoche estuve supliéndo una guardia a una amiga y por eso quería irme temprano. Me disculpo por no haber estado al cien por ciento, pero lo escuche y me siento muy bien porque fue sincero conmigo, ese es un gran paso.

_¿¡Sí!? Entonces ¡Qué bien! (Ya estaban en el carro) ¿No quiere comer algo antes de llegar a su casa? Podemos pasar por un auto-restaurante.

_Bueno, Sí, quiero un sándwich y un chocolate caliente.

Él le compró la cena y la llevó hasta su casa.

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