Capítulo #7

Ya estaban saliendo del consultorio, caminaban hacía el ascensor.

_Ah… Okey, no me parece mala idea. Creo que ya conversamos bastante, y por lo que noté, no va a ser productivo.

_Si así piensa, entonces creo que ya damos por canceladas las citas.

_Le gusta ser ruda ¿No? (Le respondió con expresión de cansancio).

_¡¿Cómo..?! ¿Cree que esto es un juego o qué? Es su vida y son sus asuntos por resolver, lo cual veo que no tiene idea de cómo hacerlo. (Le dijo enojada).

_No veo que le molesta tanto, usted lo acaba de decir, es mi vida. (Le dijo muy desinteresadamente).

_Sí, es cierto. Usted es el que pronto perderá todo por lo que se ha esforzado. Y sé, que está aquí prácticamente obligado por su jefe. Así que bueno, dejémoslo así. Siga con sus planes y yo atenderé a alguien que sí quiera mi ayuda.

Estaba por entrar al ascensor, cuando él detuvo la puerta y también subió. Ella lo miró como esperando una respuesta, pero él se quedó en silenció sin mirarla. Llegaron a planta baja y el ascensor se abrió, ella lo miró de frente y le dijo:

_Bien Mr. Luna, noto que necesita mucha más ayuda de la que pensaba, pero como usted tiene todo bien planeado, yo no podré ayudarlo y en verdad espero que algo de su plan funcione; porque es un cuadro muy triste el que le espera. Que descanse y tenga muy buenas noches Mr. Luna. (Dijo irónicamente).

Ken solo se quedó observando atónito; hacía mucho que una mujer no le hablaba de esa manera, aunque esta vez era diferente. Él presentía que ella tenía razón. La miró alejarse y detallo el hermoso traje rojo con rayar negras que llevaba ese día, también su cabello agarrado en cola de caballo, y notó que tenía un buen cuerpo y que caminaba con confianza. Iba en su lujoso carro pensando en todo esto. Ciertamente, no asistió el jueves.

A la semana siguiente, salía tarde el martes. Mr. Henríquez lo vio y le preguntó: ¿Cómo va todo Kem?

_Bien Mr. Henríquez. ¿Ya revisó los informes?

_Sí, veo que has tenido mucho tiempo. Planificar esos tres meses de negociaciones es muy típico en ti cuando no puedes estar tranquilo. Además, esperaba que las consultas con el psicólogo te mantuvieran en la ciudad y más tranquilo. Sabes, hace bien desahogarse y tomarse el tiempo necesario para pensar y descansar. Por cierto, ya vamos a entrar a mayo y quiero que en julio, en el aniversario de la compañía, presentes a tu pareja y tomes la vicepresidencia.

Kem, con cara de asombro lo miró y no supo que decir, después respiró profundo y le preguntó:

_¿Creía que sería un anuncio de fin de año?

_No, quiero verte este mismo año en ese cargo. Sé que lo harás excelente ¿Por qué, hay algún inconveniente?

_Bueno, inconveniente como tal no, Pero…

_¡Kem, decide rápido y llévala a casa para conocerla! Sé que es poco tiempo, pero ve que estoy abogando por ti, no se va a esperar a un compromiso formal, sino a que haya una mujer en tu vida; más no lo tomes a la ligera, porque igual esperamos que te cases el año que viene.

Y con esta respuesta lo dejó. Kem quedó atónito, como paralizado. Pensando en qué iba a hacer, la fulana no aparecía, simplemente no había mujer para ese papel, y obvio que era muy poco tiempo.

Mr. Henríquez

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